sábado, 24 de marzo de 2012

Recurso triste

Recurso triste
Jueves, 22 de Marzo de 2012 12:33
Wilfredo Vallín Almeida

Cuba actualidad, La Víbora, La Habana, (PD) Hace ya años, un grupo de
jóvenes que se encontraban en prisión por sus actividades políticas en
un país europeo, protagonizaron un evento insólito: uno de ellos se
declaró en huelga de hambre en pro de sus demandas y permaneció en ella
hasta morir. Inmediatamente lo sustituyó otro con el mismo propósito y
con el mismo resultado, luego un tercero, después un cuarto…

Creo que el mundo entero, los cubanos incluidos, contemplamos
estupefactos lo que altocurría con aquellos muchachos. Aquello fue
sencillamente traumático para las personas con una conciencia sensible
ante el martirio voluntario.

La huelga de hambre (cuando se realiza con la convicción de llevarla
hasta sus últimas consecuencias) es un recurso extremo frente al que
sólo pueden permanecer impasibles los desnaturalizados de espíritu.
Sobre todo cuando la demanda del huelguista resulta consecuencia lógica
del estado de represión e indefensión absolutas en que le han colocado.

Siempre culparemos a la intolerancia ciega como responsable de esas
situaciones extremas: hay que escuchar a personas que pasaron por esa
experiencia (y sobrevivieron) para entender sus razones.

Ahora un joven médico, el doctor Jeovany Giménez Vega acude a ese
recurso. Según nos contara, fue separado de la práctica médica por
cuestionar algunas medidas del Ministerio de Salud Pública con las que
no estuvo de acuerdo.

Ante esa separación acudió a todas las instancias con la visión y
versión de su caso, siendo infructuosos todos sus esfuerzos para su
reincorporación a la profesión que estudió y consideró que sería para
toda su vida.

Pienso que cuando una persona se decide a tomar una actitud de esa
naturaleza en la que pone en riesgo su vida, el bien más preciado del
hombre, tiene necesariamente que creer mucho, equivocadamente o no, en
la justeza de su reclamo como para ser escuchado en justicia por los que
pueden decidir sobre el problema.

No escuchar y no dar a tales casos una respuesta pública, adecuada
conforme a las leyes del país (que no deben ignorar la naturaleza
humana), es sencillamente mostrar una total indiferencia ante las
valiosas vidas de nuestros compatriotas.

Tenemos ya en nuestra historia del último medio siglo algunos ejemplos
desgraciados de esta práctica a la que se acude como recurso extremo
para salir de situaciones desesperadas o en extremo humillantes. Los
nombres de los que ya han muerto en acciones semejantes son bien
conocidos y ahí quedarán para siempre.

Que el joven cubano y doctor Giménez Vega no sea un nombre más sumado a
la lista de aquellos que, ante la intolerancia absurda, se ven
compelidos a acudir a este recurso triste.

Para Cuba actualidad: vallinwilfredo@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/la-consulta/3683-recurso-triste.html

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