jueves, 29 de marzo de 2012

Ni sí ni no, sino todo lo contrario

Publicado el jueves, 03.29.12

Ni sí ni no, sino todo lo contrario
Daniel Shoer Roth
dshoer@elnuevoherald.com

Marcos Antonio Ramos, historiador eclesiástico y pastor bautista
retirado de Miami, cree que tanto la Iglesia de Cuba como el gobierno de
Raúl Castro salieron ganando con la visita del Papa Benedicto XVI que
culminó ayer con algarabía supuestamente espontánea.

Carlos Alberto Montaner, analista y escritor, cree que tanto la Iglesia
como el régimen comunista salieron perdiendo. Según él, ninguno quedó
complacido con lo que hizo y dijo el Papa.

Estas diferencias ilustran el saldo inicial de la visita. No fue una
cosa ni la otra, sino todo lo contrario. Cada quien lo ve con su propia
óptica y nadie está equivocado.

"El gobierno y la Iglesia lograron sus objetivos, encuadrados dentro de
los límites de una relación que ha sido tensa y ahora ha mejorado", dijo
Ramos. "El gobierno intenta obtener más credibilidad y la Iglesia más
espacio".

Obvio que la media lengua litúrgica del Papa sobre los cambios vagos
dentro de Cuba y el estilo rebuscado y lírico de sus discursos impide
comprender cabalmente cuál fue su preciso mensaje.

"Me hubiera gustado una posición más firme y un lenguaje más claro si
tenía la oportunidad de sacudir la conciencia del país", dijo Montaner.
"Lo que pasa es que tiene intereses espirituales que proteger, lo que es
la obra de la Iglesia en Cuba, los templos, todo eso depende del gobierno".

El Papa llegó con un propósito pastoral como peregrino de la Virgen de
la Caridad del Cobre. La piedra angular de su mensaje fue el Reino de
Dios y su justicia. Pero la visita también contemplaba abrir más
espacios para una Iglesia internamente dividida.

Un sector católico esperaba una posición más firme de Benedicto XVI. Se
trata de una parte del clero y el laicado que anhela cambiar el sistema,
no sólo socorrer a las víctimas. Otro sector esperaba una posición más
blanda. Este sector prefiere quedarse en el ámbito de la compasión y
fortalecer la institución.

"El Papa trató de quedar bien con los dos sectores", precisó Montaner.
"El gobierno cubano no debe haber quedado muy complacido porque esperaba
más docilidad. Jaime Ortega los convenció de que iba a ser una visita
netamente pastoral y no fue así, para mi sorpresa".

Agregó que la Iglesia pudiera sufrir consecuencias debido a que la
visita no fue tan obsequiosa. Por otra parte, el gobierno pierde ante la
opinión pública mundial por la ola represiva de los disidentes y, sobre
todo, por el episodio protagonizado el lunes por un opositor que gritó
en cámara "¡Abajo el Comunismo!" y fue agredido por un camillero de la
Cruz Roja.

En cambio, Ramos sostiene que el gobierno supo manejar bien las
relaciones públicas para mejorar su imagen en el exterior y mostrar al
gobernante Raúl Castro como un hombre abierto a la reforma.

"Las reformas en Cuba no dependen del Papa, todo está ya programado",
observó Ramos. "Pero su visita provee el escenario para dar a entender
al mundo que en Cuba hay un proceso de reforma. El Papa está consciente
de todo esto".

Para la Iglesia esto implica más visibilidad y la posibilidad de mayor
espacio, agregó. La Iglesia quiere tener más acceso a los medios de
comunicación y poder participar de alguna manera en la educación del pueblo.

Por otra parte, el Papa afirma que lo único que puede ofrecer la Iglesia
es lo que tiene y ese es Jesucristo.

Según el sacerdote José Luis Menéndez, de la parroquia Corpus Christi,
en Allapattah, el ganador del viaje fue el creyente católico que haya
sido capaz de abrir su corazón al mensaje que el Papa transmitió.

"Sin una libertad interior, no es posible una verdadera libertad
exterior", comentó Menéndez. "Cuando el hombre es libre en su corazón se
compromete en una libertad exterior, ejemplo de lo cual tenemos en
Dagoberto Valdez, Oswaldo Payá Sardiñas y las Damas de Blanco".

http://www.elnuevoherald.com/2012/03/28/1164788/daniel-shoer-roth-ni-si-ni-no.html

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