miércoles, 7 de marzo de 2012

Analfabetismo cívico en Cuba

06-03-12 | Opinion

Analfabetismo cívico en Cuba
Por Gabriel C. Salvia

Gabriel C. Salvia es presidente del Centro para la Apertura y el
Desarrollo de América Latina (CADAL) y compilador del libro Diplomacia y
Derechos Humanos en Cuba (Fundación Konrad Adenauer, México, Diciembre 2011)

El primero de enero pasado se cumplieron 53 años del triunfo de la
Revolución Cubana, cuyos ideales democráticos quedaron rápidamente
olvidados y, en su lugar, sucedió aquello que George Orwell expresara
diez años antes en su libro 1984: "No se establece una dictadura para
salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una
dictadura".

Sin embargo, así como no hay que olvidar el espíritu democrático de la
mayoría de los que lucharon para derrocar a la dictadura militar de
Fulgencio Batista, es necesario precisar el tiempo que el pueblo cubano
lleva sin ejercer su derecho a elegir libremente a sus gobernantes.

Así, a los 53 años del régimen totalitario de los hermanos Fidel y Raúl
Castro, hay que sumar los 7 años de la dictadura de Batista, aclarar que
las últimas elecciones -previas al 52- fueron fraudulentas y que la edad
mínima para votar era de 21 años. Conclusión obvia: en Cuba
prácticamente no hay nadie que haya participado en una elección libre,
con lo cual su pueblo padece el mayor analfabetismo cívico de América
Latina.

Por supuesto que la mayor parte del tiempo que el pueblo cubano lleva
con sus libertades democráticas conculcadas es responsabilidad del
régimen de partido y pensamiento único de los hermanos Castro. Pero
parte de esa responsabilidad es compartida por los gobiernos
democráticos de América Latina, pues le vienen brindando igualdad de
trato y distintas muestras de apoyo a una dictadura remanente en la
región que se ha mantenido en el poder debido a su implacable represión
interna -como lo evidencia la reciente muerte del preso político Wilman
Villar, luego de una prolongada huelga de hambre- y en esa habilidad del
castrismo en conseguir legitimidad internacional.

Es cierto que muchos gobiernos y referentes sociales señalan grandes
logros de la Revolución Cubana, aunque sin transparencia y libertad de
prensa es difícil corroborar los mismos. Pero aún si estos logros
sociales fueran reales, resulta un atraso ideológico -desde la
perspectiva democrática- plantear que para ello se necesita implementar
una dictadura.

Lo que debe quedarles claro a todos los que se consideran democráticos,
es que el pueblo cubano no puede ser excluido en el derecho a elegir
libremente a sus gobernantes de la única manera que es posible hacerlo:
garantizando el respeto a las libertades civiles y políticas, lo cual
implica poner fin al régimen de partido y pensamiento único, es decir, a
la dictadura.

En última instancia, la ausencia de condena regional a la obscena
violación a los derechos humanos en Cuba, de un reclamo de apertura
política y de reconocimiento a su pacífico y valiente movimiento cívico
interno, implican un claro límite a la consolidación de la cultura
democrática en América Latina.

http://america.infobae.com/notas/45757-Analfabetismo-civico-en-Cuba

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