lunes, 5 de marzo de 2012

Realidad y artesanía del embuste

Publicado el domingo, 03.04.12

CRONICA DE DOMINGO

Realidad y artesanía del embuste
Raúl Rivero

Madrid – Los expertos en neblinas, diversión planificada, anuncios de
catástrofes, debates adelantados, éxitos clamorosos y arquitectura de
frivolidades, están obligados a imponer todos los días esas (y otras)
recetas para tratar de producir en la sociedad cubana un ataque de
ceguera temporal, un apagón de la realidad que le dé paso enseguida al
sueño en sus alternativas de fuga y amparo.

Hay una línea directa con los medios oficiales para que los tarugos no
tengan tiempo de desmontar una carpa sin que haya comenzado a funcionar
la otra. De la despedida de la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, a
los preparativos del viaje del Papa Benedicto XVI , por ejemplo.

Entre estas carpas se ha servido un entremés de pacifistas japoneses y
otro a base del presidente del Congreso de la República del Perú, Daniel
Abugattás, que después de sus discursos en La Habana, se le llamó para
que integrara también la directiva de un CDR de Mariano.

Es un embutido de celebraciones y triunfos que incluye el esplendor de
ventajosos acuerdos comerciales, medallas en competencias deportivas,
conmovedoras crónicas sobre la presencia de la medicina criolla en otros
países y hasta una metáfora que le costó una noche de desvelo a un
redactor de la sección de cultura y muchas más a los lectores: Las
provincias orientales se vestirán de libros.

Fuera de las fronteras de la isla nada funciona bien. Nadie puede ser
feliz si no está, aunque sea de perfil, en la postal diaria que se
ordena dibujar desde el poder y en la que no tienen espacio –como no sea
para la calumnia y la descalificación– las Damas de Blanco, los
activistas de derechos humanos, los periodistas independientes, los
grupos de opositores y los presos políticos y sus familias.

Pero la verdad es que la vida pasa amarrada a toda su carga de desguaces
y averías personales. Con el agravante de que en los grandes sectores de
la población hay una misma soga tensa que se cierra, en una punta, con
la precariedad. Y en la otra con la opresión.

Las escenas de los profesionales que trabajan allá adentro sin mandato,
comprometidos con la honestidad de describir lo que pasa delante de sus
ojos, hacen un retrato diferente de los mismos protagonistas de la fotos
coloreadas a mano en las que se peina a los despeinados, se le ponen
gorras a los desprevenidos y se le coloca una barquilla de helado en la
mano al que lleve un letrero con la palabra libertad.

Lo que narra el periodismo libre es una cadena de hospitales
deteriorados, presos muertos por falta de atención médica en las
cárceles, actos de repudio masivos contra demócratas, asesinato,
violaciones, edificios al borde del derrumbe y una epidemia de
corrupción generalizada. Un panorama de incertidumbre, acoso y derrota
que despega y decolora los mensajes falsos.

http://www.elnuevoherald.com/2012/03/04/1142471/raul-rivero-realidad-y-artesania.html

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