sábado, 24 de marzo de 2012

Los frutos de aquella primavera

Los frutos de aquella primavera
Jueves, 22 de Marzo de 2012 14:05
Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) En 2003, Fidel Castro pensó que
podía actuar como un capitán general colonial investido de facultades
omnímodas y sin pagar un alto costo político. Así lo hizo y pagó un
precio que aún hoy, no concluye.

Luego de enviar a la cárcel con largas penas de prisión a un grupo vario
pinto de opositores, bibliotecarios y periodistas y de fusilar en el
mejor estilo de Vives y Tacón a tres infelices jóvenes negros que
intentaron salir "ilegalmente" del país mediante el secuestro incruento
de una embarcación, nada fue igual para el viejo comandante y su
retrolución.

El mundo se horrorizó y aunque hubo recuperación, el prestigio del
Comandante y su retrolución quedaron afectados hasta hoy.

2003 marca el viraje de las condiciones de dictadura totalitaria pura,
marxista leninista o machista leninista, como suelen llamarla algunos, a
una nueva forma aún totalitaria pero más a lo fascista del Duce, lo
falangista de Franco y lo caribeño de Trujillo. Una dictadura que
consiga paliar la inviabilidad del modelo dictatorial rural del gusto
del clan de Birán.

Es a partir de la Primavera Negra y como respuesta a la misma que surgen
las Damas de Blanco. Su accionar en las calles de Fidel y sus
revolucionarios, les obligó a aplicar la receta franquista-trujillista
de concertar alianzas con la jerarquía eclesiástica católica para
mediante esta jugada, robar a las valientes mujeres de blanco el mérito
de haber logrado que los amos de Birán realizarán la primera
excarcelación -sin-negociar-con-yanquis- relevante, no amnistía
mediante, desde 1959.

Los 75 encarcelados de 2003 ascendieron al Olimpo de los héroes de la
libertad y todos se vieron convertidos en prisioneros de conciencia
reconocidos por las principales ONG mundiales consagradas al tema.
Algunos recibieron reconocimientos internacionales de excelencia y han
devenido en figuras emblemáticas de mayor o menor peso en el manejo
mediático del espinoso tema cubano. El Comandante biraní –de Birán-
perdió güiro, calabaza y miel con el asunto de los 75, aunque, según
opinión de muchos en Cuba, se desquitó y nos dejó sin Laura Pollán, la
verdadera artífice de la liberación o la excarcelación con destierro de
muchos, entre los ya emblemáticos 75.

El nuevo carácter franquista-trujillista-populista que quiere adoptar la
dictadura verdeolivo biraní, la asemeja mucho a la última etapa del
reino del terror de Trujillo en la República Dominicana. Quizás algo nos
haga sonreír, antes de que hayan pasado seis meses de la muerte
misteriosa de Laura Pollán, como sucedió en Santo Domingo al cabo de los
seis meses del asesinato de las hermanas Mirabal. Que así sea Dios
mediante y a despecho de las misas del compañero cardenal Jaime o de una
eventual intervención de Su Santidad, el compañero Papa Benedicto.

Por lo pronto, el momento es de prueba. Unos habrán de capear la
tormenta represiva que precederá la llegada del compañero Papa. Otros,
la tentación de una arribazón de amorosos peregrinos cargados con sus
dólares bendecidos que salpicarán como bendición, los confines de las
dos orillas. A fin de cuentas, todos somos hijos de Dios o hijos de… la
naturaleza, que distribuye por aquí y por allá, como para que no falten
en esos momentos tan especiales en que aparecen compañeros tan eximios y
especiales como el compañero Papa y el resto del elenco sotanado,
sahumérico e inciénsico, que caerá por aquí pronto y siempre Dios
mediante, gracias bueno es decirlo, a los frutos de aquella primavera.

Para Cuba actualidad: juan.gonzlezfebles1@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/119-derechos-humanos/3687-los-frutos-de-aquella-primavera.html

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