miércoles, 7 de marzo de 2012

Internacionalismo proletario

Internacionalismo proletario
Miércoles, Marzo 7, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Cuando le hablaron a Luis de
dar "el paso al frente", estuvo entre los primeros. No entendió muy bien
eso de salvar a la revolución cubana en el continente africano, le
pareció muy lejos, pero confiaba en el Comandante en Jefe.

Luis Bull reside en la calle Paquito Borrero, en Palma Soriano, en la
oriental provincia de Santiago de Cuba. Identificado con la revolución
acudió a los llamamientos de sacrificio del socialismo, para llegar al
comunismo.

Poco tiempo duraron los honores y homenajes por haber sido, en dos
ocasiones, internacionalista voluntario durante la guerra de Angola. Fue
recibido como héroe, pero un año después ya era tratado casi como un
desertor.

Todos los días da gracias al cielo por no haber perdido la vida en un
acto heroico de los que invocaban sus jefes. Salir ileso de la contienda
le ha permitido ver el abandono del gobierno a las familias de sus
compañeros caídos en combate.

Señala que la Operación Tributo, dedicada a recibir los restos de los
cubanos muertos en la guerra de Angola, fue una farsa. A lo largo del
país el Partido Comunista de Cuba (P.C.C.) creó comisiones de atención a
los familiares de los caídos y combatientes.

¨Durante un tiempo prometieron resolver nuestros problemas, algunos
provocados por la ausencia. Una vez que terminó la guerra y la Operación
Tributo concluyó, las promesas quedaron en el aire¨; dice Luis.

Luis se siente víctima. Recuerda que a principio de los años noventa le
ofrecieron resolver su situación de vivienda. Desde entonces reclama y
espera.

Acudió a las oficinas del P.C.C., el gobierno y el Comité Militar de
Palma Soriano, sin resultados. ¨Ni siquiera logro estabilidad laboral;
un trabajo¨, dice. Algo que también reclama.

Luis tiene una preocupación. El salario que percibe cuando labora no
deja opciones, tiene que delinquir. Advierte que su aspiración es
sustentar a la familia con un trabajo estable y razonablemente remunerado.

Los días de esplendor como ¨internacionalista proletario¨, acabaron en
decepción. La mentira mantenida durante tanto tiempo acabó, y le
avergüenza el paso que dio en la década del ochenta.

A través de una revista censurada que le ofreció un bibliotecario
independiente, conoció que en realidad el ejército del que formó parte
fue la punta de lanza de las aspiraciones de dominio ruso en África.
Supo que el gobierno cubano recibió de los soviéticos tres millones de
dólares diarios como pago por enviar cubanos a la guerra. Además, Fidel
Castro cumplió sus sueños napoleónicos.

Desde que leyó el texto, se acentuó en Luis el arrepentimiento de haber
abandonado a su familia por cumplir con el llamado del Comandante. Dice
que sentirse manipulado lo ha convertido en una persona llena de
rencores. Cada día tiene menos temor a enfrentar al gobierno, en una
lucha que no admite reconciliación.

Aunque dice que no le interesa la política, se declara enemigo del
sistema y sus gobernantes. De ellos dice, refiriéndose al gobierno,
"sólo acepto lo que me deben". Aclara que no pide limosna.

Luis acusa al gobierno de los traumas psicológicos que padece por su
participación en las guerras. Otra vez da el paso al frente, pero ahora
no manejado por una ideología y su líder. Ahora lucha por su familia.

acesar2004@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/internacionalismo-proletario/

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