domingo, 25 de marzo de 2012

Sembrar para el postcastrismo

visita del pontífice

Sembrar para el postcastrismo

El viaje de Benedicto XVI a Cuba constata la mejora del estatus de la
Iglesia en la isla, aunque la cerrazón represiva del régimen se mantiene
inalterable
25.03.12 - 07:51 -
MIGUEL SALVATIERRA | MADRID

Muchas cosas han cambiado en Cuba desde aquel histórico viaje de Juan
Pablo II en enero de 1998, aunque en lo principal, la férrea dictadura
castrista, permanezca invariable. Benedicto XVI llega este lunes a la
isla caribeña para una visita de dos días en un ambiente muy lejano de
las esperanzas y expectativas que suscitó la presencia del prelado
polaco. Ya en aquel entonces e igual que ahora, surgieron las críticas
al papado por contribuir con su presencia a que el régimen adquiera una
aureola de respetabilidad internacional. Sin embargo, el importante
papel jugado por Karol Wojtyla a favor de la resistencia de Solidaridad
contra la opresión el comunismo polaco impulsó a muchos pensar que la
visita serviría para fortalecer la movilización democrática contra la
dictadura. Al final el bagaje de resultados inmediatos fue mínimo y tan
solo se suavizaron algo las trabas a la acción de la Iglesia en la isla:
se reabrió un seminario y se empezó a permitir una discreta actividad
parroquial.
Desde 1998 a hoy, el Vaticano ha proseguido con su laboriosidad de
hormiga mejorando su situación en Cuba a cambio de una coexistencia
pacífica con el régimen a salvo de confrontaciones. Al nuevo seminario
se ha añadido la creación de una cátedra de temas sociales, ya no se
toman represalias en los centro de trabajo o estudio por la práctica
religiosa y la televisión oficial transmite la misa de Gallo y otras
homilías. Fruto de ese buen clima, la negociación entre el Gobierno
cubano y el cardenal Jaime Ortega consiguió la excarcelación de los
presos políticos de la llamada Primavera Negra, condenados en marzo de 2003.
En este viaje, Iglesia católica y Gobierno cubano han dejado poco margen
para las sorpresas. Portavoces vaticanos han insistido en que la visita
tiene un carácter estrictamente pastoral. El Papa no tiene previsto
recibir a ningún disidente o activista de la oposición durante la
estancia en Santiago de Cuba y La Habana donde oficiará sendas misas.
Las autoridades de la isla, con la sutileza que les caracteriza, dieron
un claro aviso de su postura a poco más de una semana de la visita. Un
centenar de disidentes, entre los que se encontraban al menos 70
miembros de las Damas de Blanco, fueron detenidos. Aunque la mayoría de
ellos fueron liberados el pasado domingo por la noche ya se les advirtió
que no podrían participar en las misas previstas la próxima semana. Las
detenciones se producían días después de que trece opositores fueran
desalojados, a petición de las autoridades eclesiásticas, de la basílica
menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana.
La única expectativa o inquietud, no solo de la Iglesia católica sino de
todos los actores internacionales, incluida España, parece centrarse en
sembrar para el postcastrismo. Se da por descartado cualquier giro
apreciable y el objetivo es preparar el terreno para cuando realmente se
cree que se producirá el auténtico cambio: el fin biológico de Fidel
Castro. Los cubanos creyentes recibirán el aliento espiritual del Santo
Padre, pero salvo sorpresas, el resto seguirá bajo la misma opresión y
penuria de siempre.

http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20120325/sociedad/sembrar-para-postcastrismo-201203242253.html

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