sábado, 24 de marzo de 2012

Papa buscaría revivir la fe, cubanos no esperan milagros

Papa buscaría revivir la fe, cubanos no esperan milagros
viernes 23 de marzo de 2012 16:20 GYT
Por Rosa Tania Valdés

LA HABANA (Reuters) - Una Cuba que trata de revivir el sistema
socialista y una Iglesia católica que ha logrado concesiones en materia
de derechos humanos marcan lo que el sacerdote español Jesús María
Lusarreta ve como el momento "oportuno" para la visita del Papa.

El cura, que llegó a la isla hace casi 20 años cuando todavía muchos
escondían la fe por temor a ser mal vistos, confía en que la visita de
Benedicto XVI que comienza el lunes sirva para dar un nuevo impulso a
una Iglesia enfrentada a una población incrédula o que prefiere
mayormente la santería.

"Cuando llegué a Cuba y vi la primera reacción, me pensé un poquito
poéticamente: 'esto es un hermoso bosque talado (...) ero se olvidaron
que las raíces estaban en la tierra y cuando llovió y salió el sol
volvieron a brotar'", dijo.

"Creo que es el momento precioso de evangelizar ahora y que no podemos
perderlo porque hay una gran laguna, hay un gran desierto", agregó el
sacerdote cuya parroquia está situada en un barrio de la periferia de La
Habana.

Cuba eliminó en 1992 su condición de Estado "ateo" y permitió que los
católicos militaran en el gobernante Partido Comunista, pero las cifras
hablan por sí solas de cuánto le queda por hacer a la Iglesia Católica
en Cuba.

Fuentes eclesiales calculan que el 60 por ciento de los 11,2 millones de
cubanos está bautizado, pero sólo un 5 por ciento asiste a misa
asiduamente. Un recorrido por varias iglesias dejó de relieve que muchos
de sus practicantes son ancianos.

La santería de origen africano es en cambio más frecuente. Muchos
cubanos la practican y cada vez son más comunes las fiestas y ritos que
inundan los barrios con tambores o violines, flores y collares de
colores. Hombres, mujeres y niños lucen orondos sus vestimentas blancas
de recién iniciados.

"No podemos ver que las coordenadas sociales son como son y no hay quien
pueda con ello (...) es el momento oportuno", insistió el padre Lusarreta.

El Papa Benedicto XVI llega al país caribeño precedido de la fama del
fallecido Juan Pablo II, cuya visita a la isla en 1998 abrió una senda
de tolerancia entre el Estado y la Iglesia, sin precedentes desde la
revolución de 1959.

BENEDICTO EN MEDIO DE REFORMAS

Coloridos carteles que anuncian la llegada del Papa han sido pegados en
árboles y paredes de casas, fachadas de teatros, centros asistenciales y
hasta en oficinas públicas.

Benedicto XVI llega a Cuba cuando la Iglesia Católica recupera ciertos
espacios públicos, mediáticos y se alza como interlocutora del Gobierno
Comunista, en un diálogo que permitió, por ejemplo, la excarcelación de
más de un centenar de presos por razones políticas.

También aterrizará en un momento clave para el Estado, que prueba la
eficacia de las más de 300 reformas económicas emprendidas para salvar
el socialismo.

Antes de llegar a la isla, el Sumo Pontífice adelantó que el comunismo
instalado hace más de 50 años en Cuba ya no funciona y que la Iglesia
católica está dispuesta a ayudar para que avancen en nuevos modelos sin
"trauma".

"Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue
concebida ya no corresponde a la realidad", dijo a bordo del avión que
lo traslada desde Roma, primero a México de donde saldrá el lunes a Cuba.

La interrogante está en si este tema será tratado abiertamente con el
presidente Raúl Castro, con quien tiene un encuentro previsto en un
paréntesis de las misas y actos católicos que se concentrarán en La
Habana y en la ciudad occidental de Santiago de Cuba, donde está el
santuario de la patrona Virgen de la Caridad del Cobre.

Las declaraciones del Papa causaron una reacción inmediata y también
escepticismo.

"El problema en Cuba no es el marxismo. Dudo mucho que esta visita va a
tener algún impacto en materia de derechos humanos y democracia para los
cubanos", dijo Elizardo Sánchez, portavoz de la ilegal pero tolerada
Comisión Cubana de Derechos Humanos.

"Al Gobierno le falta voluntad para hacer los cambios políticos
modernizadores que necesita Cuba", agregó a Reuters.

Mirna, una jubilada que es empleada doméstica también dijo: "No espero
milagros". "Es bueno que venga el Papa pero ni a misa podré ir", agregó.

Víctor, un médico que nació en 1964, cuando bautizar a los niños era mal
visto, tiene su propia percepción.

"Que venga un Papa siempre sirve para algo, fíjate que han reparado
algunas calles pero para mí la vida sigue igual", dijo. "Es una pena que
él tiene su papamóvil porque hasta podría llevarlo a la misa", agregó
riendo el médico, quien trabaja como taxista después de que termina su
consulta.

Otros, en cambio, están animados con la visita, en parte por la
convocatoria masiva que ha hecho el Gobierno en su afán por conseguir
que el Papa se sienta a gusto en la isla.

Empleados públicos han sido informados de que el Gobierno flexibilizó
los horarios laborales y hasta pagará los sueldos para que todos puedan
asistir a las misas, a las que están convocados por igual desde
católicos y santeros, hasta musulmanes, ateos confesos y comunistas.

"Por el Partido (Comunista) nos están pidiendo que no faltemos a la misa
de La Habana", dijo la jubilada Miriam Rodríguez.

"Soy atea hasta la médula pero esta oportunidad no me la voy a perder.
La visita de Juan Pablo II nos devolvió la fiesta de Navidad (...) Ya
veremos qué nos deja este Papa", agregó.

Los cubanos, creyentes o no, han visto cómo la Iglesia amplía sus
servicios, ofrece cursos de formación, construyó un nuevo seminario por
primera vez en más de medio siglo y hasta la Virgen de La Caridad del
Cobre pudo peregrinar por toda la isla.

Medios locales han publicado inusuales informaciones relacionadas con la
Iglesia, el Vaticano y hasta un sosegado mensaje del cardenal Jaime
Ortega fue transmitido por la televisión estatal a mediados de marzo.

"El Papa está empeñado en revivir la fe de países ya cristianizados
antes pero que necesitan una nueva evangelización", dijo Ortega
recientemente.

DISIDENTES PIDEN AL PAPA

La visita del Papa avivó a disidentes, que arreciaron sus acciones
públicas, incluyendo la toma de iglesias y las marchas callejeras.

Miembros del grupo opositor Damas de Blanco fueron detenidas por unas
horas mientras realizaban su caminata dominical y están solicitando ser
recibidas por el Sumo Pontífice. Fuentes católicas dicen que una reunión
de ese tipo no está prevista.

"Queremos que el Santo Padre nos conceda aunque sea un minuto", dijo
Laura Labrada, hija de la fallecida líder Laura Pollán.

El Gobierno dice que los disidentes quieren poner al Papa en su contra.

"(Los opositores) han planificado acciones provocativas con el propósito
de presionar al Vaticano, en especial al Sumo Pontífice, para que se
pronuncie contra nuestro proyecto revolucionario", dijo esta semana el
diario oficial Granma.

En tanto, el padre Lusarreta quiso imaginar cómo actuará el anfitrión
del Papa.

"Juan Pablo II dijo que Fidel Castro había sido un presidente muy
elegante en su trato (...) pienso que su hermano no va a hacer ser
menos", dijo en alusión al presidente Raúl Castro, un general con fama
de pragmático pero con menos experiencia en las relaciones internacionales.

(Reporte adicional de Reuters TV; Editado por Silene Ramírez)

http://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE82M06R20120323?pageNumber=2&virtualBrandChannel=0&sp=true

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