sábado, 24 de marzo de 2012

Machismo+ revolución

Machismo+ revolución
Jueves, 22 de Marzo de 2012 12:41
Juan Antonio Madrazo luna

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) En una sociedad patriarcal
como la cubana no se ha logrado rebasar el rol tradicional de la mujer.
La misma continúa siendo la responsable de la casa, la educación de los
hijos y el cuidado de los altancianos.

Nuestro patriarcado descansa sobre bases ideológicas y tiene
personalidad propia. El machismo en Cuba goza de muy buena salud. La
Revolución Cubana no ha dejado de ser machista. Aun es un proceso que
estimula, de forma sofisticada, estereotipos y exclusiones. Desde el
discurso ideológico, el patriarcado ha tenido una fuerza increíble.

La sociedad carece de políticas públicas que exigen mirarnos por dentro.
Junto a los productos comunicativos no sexistas que son amplificado por
los medios, coexisten otros patriarcales y androcéntricos. Desde la
música popular, géneros como la llamada timba y el reggaetón son
espacios de comunicación social que desde la hegemonía masculina
permanentemente las humillan. Basta con solo escuchar desde la estética
violenta del reggaetón, la lirica de intérpretes como Chocolate Nestlé,
Patty White, Yakarta o Osmany García. No podemos pasar por alto que
muchos de estos códigos de violencia muchas veces son asumidos
conscientemente por muchas mujeres.

En una isla que se define en sus mitos fundacionales como gozadora, se
continúa estimulando la imagen de la mujer objeto con muy poca ropa y
muchos movimientos eróticos, no muy distante de hacerle un guiño a la
pornografía. La imagen de la mujer sexy, loca y provocadora es la que
más se estimula. Son satanizadas como diablas, bandoleras y vampiresas.

Pero no solo el machismo cobra fuerza, el racismo continúa
amplificándose. Una de nuestras identidades más agredida es la mujer
negra y mestiza. No dejan de ser las más ofendidas y humilladas. Y no
solo son calumniadas, también son vistas a través de interpretaciones
prejuiciosa. Ellas, como la gran mayoría de las mujeres cubanas, se
encuentran atrapadas en un escenario de muchísimas desigualdades.

Interrogar el patriarcado, las relaciones de poder, desenmascarar las
tácticas de violencias que son amplificadas desde los medios
responsablemente, aun es una asignatura pendiente. Cubanas y cubanos
cuestionan la ausencia de condena a los medios por parte de la
Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Nuestro macalthismo ondea con orgullo y satisfacción. Con conciencia,
muchas mujeres también lo amplifican. La Machangada definida por el
ensayista e historiador Abel Sierra Madero no es más que la ostentación
de gestos, actitudes y códigos de la masculinidad, cristalizados en el
machismo.

Durante más de 50 años, una cifra para nada despreciable de mujeres
cubanas han quedado marcadas por traumas como la violencia
intrafamiliar, el síndrome del nido vacío ante el aumento de la
emigración, la fragmentación de la familia, altas tasas de suicidios
durante la etapa más crítica del periodo especial, que es un dato
desconocido, y la prostitución ante las carencias económicas y la crisis
de valores

Las mujeres cubanas necesitan de acciones afirmativas, no que las
protejan, sino que les permitan movilizarse, desarrollarse en un marco
adecuado de autonomía.

En los medios apenas se utiliza el enfoque de género para acercarse a
nuestra realidad. No existe conciencia de género desde los medios.
Tampoco existe la voluntad política para desmontar los códigos
establecidos. La ideología androcéntrica se resiste a ser sustituida por
relaciones de equidad

Con mirada crítica, la sociedad cubana tiene como reto interrogar y
aprender a leer las relaciones de equidad que permitan respetarnos desde
la diversidad.

Para Cuba actualidad: madrazoluna@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/3684-machismo-revolucion.html

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