viernes, 23 de marzo de 2012

Eso es lo que nos toca, ruge león

Eso es lo que nos toca, ruge león
[23-03-2012]
Juan Luis Pérez García
Miembro del 30 de Noviembre y del Frente de Resistencia Orlando Zapata
Tamayo.

(www.miscelaneasdecuba.net).- Eso es lo que nos toca, ruge león. Así se
manifiestan indignados pobladores de Santa Cruz del Sur, quienes deben
realizar largas filas para adquirir restos de osamenta de res
desprovistas de carne, que se expende en la recién inaugurada unidad
gastronómica ubicada en Calle Central, entre C y D, perteneciente a la
red de mercaditos especializados, donde los precios no son asequibles
para la mayoría de la población, y muchos de los productos que allí se
expenden carecen de calidad e higiene, como el que aparece en la imagen.

La carne de res, es comercializada exclusivamente para el turismo
extranjero y en las tiendas recaudadoras de divisas a precios de 10 y
veinte CUC, el Kg, en dependencia de su calidad, lo que resulta casi
imposible su adquisición, dado los miserables salarios que paga el
régimen a sus trabajadores, los que apenas alcanzan para cubrir deudas
de electricidad, agua, equipos eléctricos distribuidos por el gobierno etc.

En Cuba, sólo pueden comer carne una vez al mes, los niños de cero a
siete años de edad, y aquellas personas que posean una dieta médica, o
sea, una pequeñísima porción; ocho onzas para niños y veinticuatro para
aquellos afortunados que padezcan de una afección o enfermedad, los
demás no tienen ese derecho.

Es decir, que si quieres comerte un bisté debes hurtarte una res y
sacrificarla, a riesgo de que te caigan encima más años de cárcel que
los que vive un elefante, y cuando digo que tienes que hurtarla no es
una exageración, pues, aun, siendo tuya la res no puedes disponer de
ella para sacrificarla, y si lo haces y te sorprenden, o algún chivato
te delata, vas a parar de cabeza a la prisión con la misma condena que
si la hubieses hurtado al estado.

Esta lamentable situación sólo la sufre el cubano de a pie, pues, los
altos funcionarios del castrismo no carecen de éste u otros alimentos.
Ellos tienen tiendas especiales y fincas privadas que les provee todo
cuanto necesitan, mientras que el pueblo trabajador, debe hacer largas
colas en estos desabastecidos establecimientos, las que no pocas veces
terminan en trifulcas y fuertes discusiones, para adquirir las sobras de
estos sinvergüenzas abusadores, que mantienen a nuestro país
secuestrado, sumido en la más terrible miseria y desolación.

El tirano Fidel Castro, dijo en uno de sus patéticos discursos al
triunfo castrista que la revolución sólo tenía para ofrecer al pueblo
cubano, lucha y sacrificio, que los privilegios eran para los blandos, y
tenía razón. Él y toda su camarilla de testaferros acomodados son todos
unos blandos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35565

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