lunes, 26 de marzo de 2012

Dos siglos de caudillismo

Dos siglos de caudillismo
Lunes, 26 de Marzo de 2012 01:10
Odelín Alfonso Torna

maceoCuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Sin efecto alguno
quedó la propuesta del General del Ejército español Arsenio Martínez
Campos, de poner fin a las hostilidades en la histórica Protesta de
Baraguá, el 15 de marzo de 1878. El General Antonio Maceo y Grajales, su
oponente en el terreno militar, estaba resuelto a seguir la lucha por la
independencia de Cuba. El caudillo cubano ni siquiera optó por escuchar,
en voz de Martínez Campos, el pacto firmado días antes en el Zanjón.

La incertidumbre y el cansancio se apoderaban de las tropas cubanas y
españolas. La paz negociada el 11 de febrero de 1878 con el Pacto del
Zanjón, entre Martínez Campos y un grupo de oficiales del Ejército
Libertador, comandados por el General Vicente García, puso fin a la
guerra de los 10 años (1868-1878). Para entonces, alrededor de 160 mil
soldados españoles y 50 mil independentistas habían perecido en el campo
de batalla.

Fue precisamente el caudillo Antonio Maceo quien retomara la lucha en 1895.

Veinte años después de La Protesta de Baraguá, en el preámbulo de la
intervención norteamericana, el también general del Ejército Libertador,
Calixto García, escribía: "Mi más ardiente deseo es que concluya esta
guerra que no sólo arruina al país, sino que hace adquirir a sus
habitantes hábitos de soldado, que no son los más propios para regenerar
a un país que como el nuestro ha estado tantos años sometido a la
dictadura militar".

En 1898, Estados Unidos había resuelto un conflicto, que a juicio de
muchos historiadores, el Ejército Libertador tenía perdido. Cuenta un
soldado español en su diario: "Las avanzadas cesaron sus vigilancias y
las tropas cubanas arrinconaron sus armas, lo mismo que las españolas.
Entraban en el pueblo y salían al campo a la vez, abrazándose al
encuentro como si fuese el día de la mejor dicha".

Pero el caudillismo y las ansias de dominación nunca entraron en el
armario de una vez y por todas. Con el Ejército Libertador licenciado y
los inmigrantes españoles aventurándose en la vida económica de la
naciente República, otras circunstancias degeneraron la nación cubana en
la primera mitad del siglo XX. La segunda mitad fue todavía peor.

El primero de enero de 1959, otro caudillo huía de Cuba, el General
Fulgencio Batista. Fidel Castro traía la "dicha" a la isla y su ejército
de rebeldes abandonaba el campo y entraba a la capital para quedarse.
Tiempo después, el júbilo llamaba a la confrontación con Estados Unidos,
el país que convirtió a la isla en un paraíso económico.

Hoy el castrismo tiene sus caudillos, resueltos a preservar el poder a
costa del sufrimiento y las ansias de libertad y justicia del pueblo
cubano. Hablar de independencia es todavía una asignatura pendiente,
porque Venezuela, la República Popular China y el propio Estados Unidos,
oxigenan al régimen militar cubano en materia económica.

Resueltos a no escucharse ni ellos mismos, los caudillos de hoy son
culpables de que más de 2 millones de cubanos vivan exiliados y
alrededor de 70 mil hayan muerto tratando de escapar. Con 53 años en el
poder y reordenamientos económicos que no prosperan, se han ganado el
peor de los enemigos: los cubanos dentro y fuera de Cuba.

Como dijera el cantautor Ricardo Arjona en su tema Caudillo: han ido "de
la revolución a la avaricia".

En parte nuestra nación está en ruinas por lo que se invierte en materia
de ideología, política y control interno. La manía de que los cubanos
adquieran hábitos de soldados, hace que muchas propuestas y proyectos de
reconciliación queden sin efecto, tal como sucedió en Baraguá hace 134 años.

Para Cuba actualidad: odelinalfonso@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/3707-dos-siglos-de-caudillismo.html

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