¿Qué escribirían los cubanos si el Gobierno les 'cediera' las paredes y
muros del país?
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 11 de Mayo de 2017 - 19:47 CEST.
En todas las ciudades hay letreros en las paredes. En todas, sus
habitantes dejan mensajes a sus parejas, interpelan a la sociedad,
expresan certezas o preocupaciones.
En La Habana pudiera parecer que las pintadas en las paredes se
volvieron exclusivas de la propaganda del Gobierno a partir de 1959.
Frases de Martí, de Fidel Castro, el Che, usadas con el objetivo de
apoyar o argumentar las "conquistas del socialismo" o "las ideas que
defendemos y defenderemos".
El Gobierno, además de poseer los medios de comunicación y las
instituciones culturales, posee también los muros de Cuba para usarlos
en función de sus intereses de expresión. Durante los años de propaganda
por el regreso de los cinco espías, en cada cuadra había un muro con
pinturas de las caras de estos hombres, mejor o peor logradas, y
letreros de "Volverán".
La última furia fue provocada por la indicación de sumarse en todas
partes a las felicitaciones a Fidel Castro por su 90 cumpleaños, lo que
provocó la aparición de letreros conmemorativos en cada centro de
trabajo o CDR. Pero antes hubo otras, con el "concepto de revolución",
con los lineamientos, con cualquier congreso del Partido, y de seguro
las habrá en el futuro.
En medio de ese panorama ha escapado siempre uno que otro letrero que
nada tiene que ver con propaganda y que expresa los verdaderos
problemas, las preocupaciones o los sentimientos del cubano de a pie.
Escritos sin indicaciones del Partido, los letreros espontáneos se
encuentran cada vez más —y de mayor tamaño— en todos los barrios de la
ciudad. Tal vez los primeros en romper el monopolio estatal sobre las
paredes fueron los del tipo "no tire basura" o "no orine aquí". También
han sido siempre comunes los "Pepito y Cuquita", que dependiendo de la
generación cambian el nexo que une los nombres. Hay variantes como
"Pepito d' Cuquita" o "Pepito + Cuquita", entre otras.
Abundan las declaraciones de amor. "Yanet te amo", dice uno a lo ancho
de toda una calle. O simplemente "Te amo mucho" y una fecha, como en una
pared de La Habana Vieja. Otros que aparecen con frecuencia son los que
suplican perdón: "Perdón Tita", dice en el muro de una parada de
guaguas. Algunos combinan el perdón con la declaración: "Anayansi
perdóname (...) nunk olvides que te amo", se lee en el piso de un parque
entre signos de exclamación y corazoncitos.
También hay letreros de desamor, como el escrito con tiza sobre un
pedazo de metal oxidado que hace las veces de cerca en un barrio de la
periferia. "Eres una máquina de hacer herida", dice, sin nombre ni firma.
Aunque son menos, empiezan a aparecer también algunos que expresan
preocupaciones sociales. En uno de los muros que aún se mantiene en pie
entre las ruinas de la Casa de las Cadenas, patrimonio de Guanabacoa,
alguien escribió con letra fina aunque firme: "Leer es crecer ¡Y Cuba no
lee!". El hecho de que el cartel esté pintado en un edificio histórico
que se perdió ante la desidia del Gobierno le añade más sentido a las
palabras.
Sea cual sea el tema elegido, los letreros que el cubano escribe están
en su mayoría bastante alejados de aquellos que el Gobierno ha esparcido
por todo el territorio nacional.
No obstante, los mensajes de crítica política son escasos y rápidamente
borrados por las autoridades.
Al preguntarle a habaneros que escribirían si les regalaran una pared
pública, se obtienen respuestas de todo tipo.
La mayoría, escogería las declaraciones de amor a su pareja, como Yeney,
una ama de casa de 25 años. "Yo pondría: 'Papi, te quiero'. Ya sé que
eso es lo que pone todo el mundo, pero es lo que me interesa".
Talía, una pequeña de nueve años prefiere escribir "Feliz año nuevo", y
no le importa que estemos en mayo. "Tú dijiste que podía escribir lo que
quisiera", replica a su mamá cuando le hace notar la fecha.
Nayra, de 53 años, contesta que su cartel sería "Esto es una mierda".
Luego lo piensa mejor y dice que agregaría "por donde quiera que lo mires".
Pilar, médico, y Maritza, jubilada, escribirían la palabra "Paz".
Alguno aprovecharía para expresar su preocupación más urgente, como
Amaury, poeta de 47 años. "Quiero la propiedad de mi casa", diría su
letrero.
También Verónica, escritora de 51 años, ulitizaría la oportunidad para
escribir su mayor deseo: "Quiero un país con gente sensible", que a la
vez, interpela a los demás.
Lo mismo ocurre con Aurora, profesora de 38 años, cuya elección
dialogaría con quien la leyera: "Recuerda que eres un ser humano".
Ernesto, de 21 años, escogería las palabras de un antiguo poema azteca:
"Aunque sea de oro se quiebra, aunque sea de jade se rompe". Y aclara:
"eso es si estoy serio, porque si estoy jodedor pongo '¡Viva la Coca Cola!'"
Ninguno de ellos elegiría nada remotamente parecido a los murales
políticos que prefiere el Gobierno.
Dayana, trabajadora estatal de 32 años, explica: "Hemos crecido rodeados
de esos carteles patrióticos y ya no nos dicen nada. Lo único que yo
comparto es ese que ponen en algunas escuelas que dice 'Los niños nacen
para ser felices', que es una frase de Martí. Los demás, todos esos que
dicen cosas de Fidel y del socialismo ya me cansan y no tienen nada que
ver conmigo".
Source: ¿Qué escribirían los cubanos si el Gobierno les 'cediera' las
paredes y muros del país? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1494524859_31049.html
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