La tele oficial

La tele oficial
Martes, 19 de Marzo de 2013 00:36
Hugo Araña

Cuba actualidad, Matanzas, (PD) Desde hace tiempo, ya no es extraño que
en la prensa nacional escrita, periodistas y comentaristas -eso sí, muy
contenidos- emitan opiniones sobre la televisión nacional.

Leemos frases como que "no satisface a la población por la poca variedad
de opciones", o que su contenido es "pobre", o a veces "aburrido" y
cuando por las noches el televidente se sienta frente a su equipo, lo
que le provoca es sueño.

Además, con la última transformación realizada, cuando eliminaron
ciertos programas y otros fueron desplazados de sus horarios habituales,
el interés por este medio informativo no consigue desterrar cierto
aburrimiento latente. Y que conste, no sólo expongo mi opinión, sino que
también me hago eco de comentarios escuchados en la bodega, o en medio
de un atiborrado ómnibus.

Aparentemente, el propósito, en sentido general, de la programación
televisiva nacional, es querer adoctrinar por todos los medios posibles
al espectador, sin analizar si provoca interés.

Los dirigentes de este medio a veces dan la impresión de no tener en
cuenta que las preferencias de nuestra población son muy variadas.

Y que conste, no planteamos una televisión frívola, sino una que
provoque el interés de un buen por ciento del público, más allá de las
telenovelas brasileñas, la pelota, ciertos musicales –donde, para mayor
desgracia, la explotación de la sensualidad morbosa raya en lo vulgar-,
o los filmes de los sábados por la noche, donde tiros y amores provocan
muertos.

Recordemos aquella vez en que nada más y nada menos que Alfredo Guevara
catalogó a nuestra televisión de aburrida. Y ojo, no lo dice quien
escribe estas líneas, no vaya a ser que me acusen de apropiarme de un
copyright.

Por otra parte, ha aparecido desde hace un tiempo la venta o alquiler de
filmes y telenovelas de dudosa calidad en DVD. El cubano, ese que carece
del suficiente dinero para ir a una discoteca, a un cabaret o a un
restaurant, enfoca sus ansias de ver algo diferente de las propuestas
actuales en este comercio -underground como quiera que se le mire-,
aunque aclaro que este comentarista no está en contra de él, pues en sí
es resultado de la actual programación televisiva, y muchos compatriotas
prefieren ver productos de donde sea, pero que al menos los entretengan.

Por lo tanto, y sin ánimo de ofender, pienso que nuestra televisión
olvida que, se diga lo que se diga, debe ser atractiva y convincente.

Para Cuba actualidad: malecun@yahoo.es

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