Torturadores
Miércoles, Marzo 27, 2013 | Por Lilianne Ruíz
LA HABANA, Cuba, 26 de marzo de 2013, Lilianne Ruiz/ www.cubanet.org.-
La huelga de hambre que desde el pasado 6 de marzo está realizando el
periodista independiente Calixto R. Martínez, en una celda de castigo de
la prisión Combinado del Este, ha recibido el apoyo y la solidaridad de
varios movimientos de defensa de los derechos humanos dentro de Cuba.
Algunas de estas acciones, para exigir al gobierno la libertad inmediata
e incondicional de Calixto R. Martínez, -declarado preso de conciencia
por Amnistía Internacional- han recibido como respuesta gubernamental un
incremento de la represión.
"Son las propias autoridades dentro de Cuba las que ejercen una
metodología de la violencia, contra opositores políticos, activistas de
derechos humanos, comunicadores independientes, y contra las mismas
personas que protestan contra la violencia". -expresó la presidenta del
Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, Sara Marta Fonseca, quien
originalmente convocó desde el día 20 de marzo a una campaña nacional
"Por la Liberación de Calixto".
A ésta acción se sumó el Frente de Línea Dura y Boicot Orlando Zapata
Tamayo (la expresión "línea dura y boicot" del citado movimiento se
refiere únicamente a la actitud de sus miembros para resistir frente al
aparato represivo, perseverando en acciones de protesta no violenta),
con una vigilia desde el día 21 de marzo. El organizador de dicho
Frente, Hugo Damián Prieto Blanco, declaró:
"Esta actividad dejó un saldo de 15 opositores detenidos entre el 21 y
el 22 de marzo. Algunos fueron conducidos en carros patrulleros y
dejados en puntos distantes; de otros no se conoce el paradero, pero
asumimos que se encuentran ahora detenidos en alguna estación de policía."
Hugo Damián también relató:
"Alejandro Montes de Oca, que es miembro de nuestro Frente, fue detenido
cuando intentaba llegar hasta la sede. Esposado por detrás, fue llevado
a un monte en las afueras del Parque Lenin. Allí los agentes conocidos
como El Gordo Hinojosa y Ernesto, le dieron piñazos y patadas por el
pecho, brazos y muslos. Luego le sacaron una pistola para hacerle firmar
un papel donde dice que se comprometía a no asistir más a "actividades
contrarrevolucionarias" del Frente.
"Ese papel me lo mostró la seguridad del Estado, pero lo que realmente
ocurrió me lo contó el propio Alejandro, que me llamó por teléfono en
cuanto lo soltaron."- Continúa Hugo: "El 23 de marzo continuó el
operativo comandado por el teniente coronel Camilo, alrededor de nuestra
sede. Entre 14 oficiales apresaron a Raúl Borges, – de la Agenda para la
transición cubana- cuando pretendía acercarse trayéndonos café y
alimentos. Mientras estaban deteniendo a Borges, yo le tiré fotos a
Camilo y a Volodia -connotados agentes del régimen implicados en
acciones violentas contra la disidencia- y Camilo me amenazó gritándome:
-Hugo Damián, te voy a pasar por arriba por hacerme fotos. Te voy a
volver a encapuchar.".
Hugo Damián refirió también haber sido encapuchado -durante una
detención ocurrida el 4 de noviembre del pasado año 2012- desde la
autopista del Puente de la Lisa hasta la Estación de Santiago de las
Vegas, con intención de hacerle padecer asfixia. "En esa oportunidad –
expresó Hugo Damián- me fue rastrillada una pistola, mientras se decían
entre Camilo y otro oficial: -Aquí no, que se ensucia el carro. Lo vamos
a matar y enterrar en Playa Manteca" .
La violencia policial constituye en la actualidad la forma de mantener
el control gubernamental. Cuando las autoridades en un país son las
responsables de la violencia, las personas afectadas por ella no pueden
encontrar amparo en el sistema. Todo lo contrario; con frecuencia, los
responsables de actos lesivos contra la humanidad son premiados entre
bastidores por el propio sistema. Un ciudadano cubano que inicie una
demanda por el uso excesivo de la fuerza no obtendrá una respuesta que
actúe como mecanismo de protección contra la violencia. La ideología
oficial la justifica.
Los hechos narrados por víctimas de la represión contrastan con la
imagen de corrección y decencia que el régimen de Raúl Castro pretende
dar a través de sus voceros oficiales. La limitación del derecho a
difundir información únicamente sirve para mantener el clima de
impunidad que rodea a los agentes de la policía política cubana. Para
luchar contra la impunidad, es necesario identificar a los agentes
implicados. Pero no existe un tribunal en Cuba donde presentar denuncias
y llevar a cabo procesos contra oficiales que han cometido abusos y
torturas en centros penitenciales, ni en contra de los agentes de la
Seguridad del Estado que operan en las calles de Cuba.
Presentar como una "injerencia en los asuntos internos de la Isla"
cualquier expresión de solidaridad foránea que abogue por el
reconocimiento de los derechos del pueblo cubano, es la excusa que
esgrime el régimen cubano en los foros internacionales sobre derechos
humanos, para mantener el despotismo de su sistema represivo.
El sistema político cubano solo ha podido sobrevivir en una sociedad
cerrada que soporta un poder monolítico, apuntalado con una serie de
excusas ideológicas, donde la simulación de paranoia por parte del
Estado cierra la posibilidad al diálogo y pretende justificar la
represión interna.
http://www.cubanet.org/noticias/breves-destacados/torturadores/
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