"Encomienda", intervención en la iglesia
Una exposición insólita llama la atención sobre el grave problema del
deterioro urbano
viernes, mayo 23, 2014 | Ernesto Santana Zaldívar
LA HABANA, Cuba -En días recientes fue abierta la exposición Encomienda,
auspiciada por la Casa de la Cultura del municipio Playa, que contó con
la curaduría de Beatriz Gago y con las palabras inaugurales del conocido
arquitecto Mario Coyula.
Encomienda es una exposición que, como tal, expone muy poco; una
exhibición que, si algo exhibe, es una preocupación profunda, sin
estridencias ni gran discurso, por el decadente estado de la
arquitectura en nuestro país; más exactamente: una honda preocupación
por la conservación arquitectónica.
El lugar escogido para la expo fue la pequeña y hermosa iglesia
cristiana, construida poco antes del triunfo de la revolución, que se
levanta en la esquina de Séptima Avenida con la calle 60 y que, carente
de mantenimiento desde hace mucho tiempo, es en sí misma un elocuente
ejemplo del abandono que padecen incontables edificaciones en La Habana.
Para llevar a cabo el proyecto, la curadora Beatriz Gago convocó a
cuatro jóvenes artistas: José Yaque, Irving Vera, Orestes Hernández y
Yornel Martínez. El resultado ha sido muy curioso y digamos que incluso
"llamativo".
Más allá de su notable peculiaridad -que se aparta bastante de lo que
solemos encontrar en la mayor parte de las exposiciones de artes
visuales- solo dos de las siete obras se hallan en el interior de la
edificación. De hecho, si al espectador no le informan anticipadamente
cuál es la naturaleza del proyecto, no sería fácil que diera con las
obras de arte que allí se encuentran, pues la mayoría de ellas no
responde al concepto que normalmente tenemos, sino que son alguna forma
de "intervención".
La intervención en sí misma no es un procedimiento artístico novedoso en
absoluto, pero ha evolucionado mucho durante siglos y puede ir desde la
modificación de una obra ajena hasta el uso de objetos realizados sin
propósito artístico, que se convierte en obra por la connotación que le
otorga el artista. Y claro está que las vanguardias artísticas del siglo
XX echaron mano con frecuencia de este recurso.
En el caso de Encomienda, se procuró en especial que la intervención
resultara un procedimiento que "interviniera" lo menos posible en el
cuerpo de la edificación. De ahí la casi invisibilidad de las obras.
José Yaque participó con la instalación Eterno retorno, de 2014,
mientras Irving Vera desarrolló la acción plástica Mención, de 2006, y
(estancamiento), de 2011, que reúne, al final de la iglesia, más de una
veintena de dibujos de varios niños.
Orestes Hernández, por su parte, con su intervención en el espacio, se
apropió del caminito que el paso de la gente ha trazado durante años en
la esquina de la iglesia, nombrándolo sencillamente Atajo; Dos soles es
otra intervención en el espacio, suya también, al igual que Geometría
básica, que es un objeto intervenido. Por último está Highlight, de
Yornel Martínez, otra intervención en el espacio que, como su título
indica, intenta resaltar el descuido en que se encuentra la edificación,
dándole una capa de pintura blanca a la original torre de la iglesia
—solo a ella—, dejando el resto del edificio como estaba.
En sus palabras inaugurales, Mario Coyula puso en contexto el
significado de la exposición, detallando muchos de los problemas que
conforman la enorme crisis de la arquitectura en la Cuba de los últimos
cinco decenios, que va desde el abandono absoluto hasta el no seguir las
elementales normas que regulan la pintura de los edificios en la ciudad,
y concluyó ofreciendo su visión de la utilidad de proyectos artísticos
como Encomienda, que llaman la atención sobre uno de los mayores
peligros que puede sufrir la cultura de una nación: el deterioro de su
patrimonio arquitectónico.
La curadora
Beatriz Gago habló de cómo fue concebida la exposición, de la productiva
relación que se estableció con la Casa de la cultura de Playa, incluso
cuando a los funcionarios no les quedaba totalmente clara la manera en
que se concretaría el proyecto. En cuanto a la "invisibilidad" de las
obras en aquel espacio y a la poca intervención material, la curadora
expresó sus deseos de que, al final, quedara bien "visible", aunque
fuera para unos pocos, que la encomienda de la exposición no era una
abstracción: demasiados objetos arquitectónicos de nuestro patrimonio se
han perdido ya o están en camino de perderse para siempre.
Encomiable encomienda, incluso si parece poco realista, por supuesto,
sobre todo por realizarse en medio de una situación de crisis
generalizada en el país donde la condición de ruina se extiende a todos
los ámbitos.
Source: "Encomienda", intervención en la iglesia | Cubanet -
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