Se burlan del hombre nuevo
Facundo Correcto, estereotipo del hombre nuevo, arranca risas de quienes
una vez apostaron por la revolución. Por el oportunismo y el freno que
representan, los Facundos deben ser una especie condenada a la extinción
jueves, mayo 29, 2014 | Víctor Manuel Domínguez
LA HABANA, Cuba –Facundo Correcto es ridiculizado cada lunes en las
pantallas televisivas del país. Entre burlas, ironías y sarcasmos, este
estereotipo del hombre nuevo cubano que nunca llegó a ser, saca los
colores y la risa a quienes una vez apostaron por la revolución. Es un
sujeto patético condenado a la extinción.
Mezcla de un diseño trágico-caricaturesco entre el Bernardo de la cinta
El cuerno de la abundancia (Juan Carlos Tavío, 2006) y otros personajes
del arte, la literatura y la realidad cubana negados a cambiar, Facundo
Correcto es la antítesis de lo que un cubano no es, quiere ni puede ser
en la actualidad.
Negado a todo tipo de ilegalidad en un país donde casi nada es legal, el
personaje muestra como supuestos atributos de fidelidad a la revolución
sus falsas dotes de organizador, un rechazo a todo lo que provenga de
más allá de la frontera nacional, y un discurso politizado, inclusivo,
en tono amenazador.
Temido y secundado en sus delirios por temor a su delación de cuánto
hecho "delictivo" suceda en la comunidad, como tener carne de res, soñar
con irse del país, vender sin licencia oficial, quejarse de la falta de
agua o de la calidad del pan, Facundo, libreta y bolígrafo en mano, es
el hazmerreír del telespectador.
Acompañado en sus devaneos por dos personajes principales, Pánfilo y
Chequera; el primero, una síntesis precisa del cubano de a pie:
carencias materiales, desesperanza, ira y temor; el segundo, algo que no
debe ser, tirarlo todo a bonche aunque se hunda el país, Facundo ve solo
lo que quiere ver.
Como un Quijote tropical en guayabera y bici taxi, sin tan siquiera un
Sancho por cuenta propia que lo siga con sinceridad, Facundo mira en las
ruinas un castillo, en la dádiva manipulada ve bondad, en las
prohibiciones absurdas un acto moral, y arremete contra lo que afecta la
falsa imagen de "la revolución".
Según el criterio de alrededor de diez personas entrevistadas para
Cubanet sobre el personaje de Facundo en particular, y del resto del
elenco humorístico de Vivir del cuento (Lunes de Cubavisión, 8:30 p.m.),
en general, desde hacía años en Cuba no se veía un programa que revelara
con calidad y humor el derrumbe cotidiano, el estancamiento social y las
desigualdades en el país.
De acuerdo con una joven artista que dijo nombrarse Maricel, "más allá
de la mala calidad del diseño escenográfico, del desbalance actoral y la
dirección, la agudeza de los textos, así como el roce sutil de las
miserias humanas y materiales del país, hacen de Vivir del cuento una
crítica y saludable opción".
Asimismo, un ama de casa que dice ver cuanta bazofia se trasmite por la
televisión porque no tiene dinero para poner una antena clandestina o
comprar un DVD, aseguró que desde algunos programas de La leña del
humor, con Moisés Rodríguez, El Bacán, Nelson Gudín, y el Sabadazo de
Carlos Otero, Doimeadios, Ulises Toirac y Antolín "El Pichón, no había
visto algo mejor.
Por su parte, un señor que dijo ser profesional de la salud, expresó su
complacencia de que personajes como el de Facundo se puedan perfilar y
exponer al criterio público nacional, pues aparte de hacer reír con sus
ridículas exigencias revolucionarias, facilitan exorcizar a los que aún
quedan en el país.
Vivir del cuento es una opción para reír, pero a la vez una exhortación
al cambio de mentalidad. El oportunismo y el freno que representan los
facundos cubanos para la sociedad, debe ser una especie condenada a la
extinción.
vicmadomingues55@gmail.com
Source: "Se burlan del hombre nuevo | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/opiniones/se-burlan-del-hombre-nuevo/
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