lunes, 26 de julio de 2010

Sin pronósticos sobre el futuro de Cuba

Las víctimas del castrismo | Revista de prensa

Sin pronósticos sobre el futuro de Cuba
Domingo, 25 de julio del 2010
Carlos Elordi

Desde hace ya más de dos semanas, los diarios de referencia de la prensa
mundial siguen con gran atención la liberación, o destierro, según
algunos, de presos cubanos. Los horrores por ellos sufridos en su
cautiverio han llegado a las primeras planas de los principales diarios
europeos y norteamericanos.

Y sus analistas han tratado de encontrar las claves políticas del hecho
y, sobre todo, de comprender si este es el primer paso de un proceso de
liberalización real. Pero con escaso éxito: ninguno de ellos se ha
atrevido a pronosticar lo que va a pasar en Cuba ni a descartar la
posibilidad de una nueva involución.

Un editorial de The New York Times ha reconocido sin ambigüedades esa
incapacidad: «Cuando Raúl Castro llegó al poder en el 2006, hubo
esperanzas de que las cosas podían cambiar. Lo han hecho muy poco. No
estamos seguros de porqué Raúl Castro ha decidido liberar a estos presos
ahora, pero puede que esté tratando de mejorar su imagen internacional.
Estados Unidos tiene que establecer junto a Europa una estrategia para
acabar definitivamente con esta pesadilla».

Mucho más tajante ha sido el editorial de The Washington Post: «Es un
gesto marginal y no debemos hacernos ilusiones de que augure cambios
políticos fundamentales. El régimen de Castro tiene una larga historia
de concesiones tácticas en materia de derechos humanos destinadas más a
ganar tiempo que a reformarlo. La liberación de estos días encaja en ese
patrón».

«No es casual que haya llegado una semana después de que el comité de
Agricultura del Congreso haya aprobado rebajar la prohibición de que los
ciudadanos estadounidenses hagan viajes turísticos a Cuba y hacer más
fácil la venta de productos alimenticios a la isla». «Obama,
acertadamente, ha decidido vincular los eventuales cambios en la
política estadounidense de sanciones a que se den pasos significativos
hacia la democracia y la libertad en Cuba. Esas condiciones están muy
lejos de ser cumplidas».

No menos escéptico se ha mostrado John Paul Rathborne, el director del
área latinoamericana del Financial Times: «El gesto de La Habana plantea
más preguntas que respuestas. El régimen ha hecho muchas veces
concesiones en materia de derechos humanos que luego han sido totalmente
eliminadas. Esta liberación no implica la promesa de cambios políticos
futuros. Sin embargo, es significativa.

Constituye, ante todo, una importante victoria del movimiento cubano de
derechos humanos. Pero también ha de contemplarse en el marco del penoso
panorama económico cubano. Las reformas en ese contexto han sido
patéticamente pequeñas. Y ello se debe, entre otras cosas, a que no hay
dinero para hacerlas. Por el contrario, las reformas políticas no tienen
costes financieros. La liberación de prisioneros puede incluso suponer
un ahorro. Conlleva el riesgo de que otros cubanos se animen ahora a
protestar.

Pero el precio por hacerlo sigue siendo muy alto. Encarcelar a los
disidentes tiene como objetivo principal impedir que su voz se oiga en
Cuba. Mandándolos al extranjero se obtiene el mismo resultado».

También el editorial de Le Monde ha llamado a la prudencia: «La
diplomacia española espera que la Unión Europea revise su posición. La
UE no debería precipitarse, porque los avances pueden tardar mucho en
llegar. ¿Cómo interpretar la multiplicación de las apariciones públicas
de Fidel Castro en estos días? Algunos creen que lo que el comandante ha
querido decir es que velará personalmente porque la liberación de presos
no sea interpretada como un cambio de rumbo del socialismo cubano. La
historia muestra que cuando se agravan las dificultades, el régimen se
endurece. Por ejemplo, librándose de sus oponentes y mandándolos al exilio».

http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/20100725/sin-pronosticos-sobre-futuro-cuba/403403.shtml

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