Alucinación en La Habana
By GUILLERMO DESCALZI
IEl más raro de todos los cruces se ha producido en La Habana. Es una de
las alucinaciones más grandes del régimen. Es un corlobo, cruce de lobo
y cordero. Hizo su aparición primero como cordero, cuando el canciller
de España y el cardenal primado de Cuba anunciaron su nacimiento. Fue un
triunfo, intimaron, porque sacaron del vientre del régimen un cordero de
paz, la anunciada liberación de los presos de la primavera negra.
Luego Fidel parió al lobo. Parecieron al inicio dos hechos separados,
pero resultó ser la misma cosa, un parto en dos etapas. Es así como
salió el corlobo. No pasó mucho de escuchado el balido del cordero
cuando los Castro nos hicieron oír el aullido del lobo. De boca de Fidel
salió el anuncio de que Estados Unidos había hundido el Chenoan, un
buque de Corea del Sur. ``Le pusieron una bomba a un barco de Corea del
Sur, y fueron los mismos yanquis, está probado que fueron los mismos
yanquis. Lo que le costará mucho trabajo admitir a Estados Unidos es
admitir que fueron ellos quienes hundieron el buque sofisticado''.
Nos quiere hacer creer que fue un intento fallido por desatar una guerra
con Corea del Norte. Si esto parece alucinante, más lo es su anuncio de
lo inevitable de un ataque de Estados Unidos a Irán, y que no podrá
``dejar de ser nuclear''. Esto viene después de que predijese que
Estados Unidos aprovecharía el mundial de fútbol para, cuando la
atención del planeta estuviese distraída, iniciar su ataque.
Es el alucinante en jefe, y con esto el mundo entero tuvo la oportunidad
de darse cuenta que el cordero de La Habana es en realidad un corlobo de
los Castro. Ahora, la pregunta es por qué y para qué han montado esta
escena.
Tengo dos teorías, y las dos revelan un propósito maquiavélico en la
dirección de la revolución. Una es la teoría del sube y baja, ese
aparatito usado para entretenimiento de niños, y de algunos adultos
también. Con el plañido del cordero suben las expectativas. Con el
aullido del lobo bajan las expectativas. Resultado: cero. Uno más uno en
este caso es cero. El cambio neto es cero. La revolución logra un gran
revolú mientras produce cero cambio real. Logra así un espacio más de
vida en este mundo donde todo parece volverse tan difícil para ella. San
Fidel de los milagros sacó un conejo más del sombrero.
Mi segunda teoría es la de la grieta, de una grieta en la revolución, y
se parece a la del sube y baja, pero mientras que en la del sube y baja
ambos lados están de acuerdo, en la teoría de la grieta un lado se opone
al otro. En este esquema el ala moderada de la revolución quiere cambio,
mientras que la recalcitrante insiste en el más puro estalinismo. En
ambos casos el resultado es el mismo, cero cambio en el gran panorama de
la vida en Cuba. Mientras tanto, en el exterior, siembran para cosechar
el espacio de vida que esperan lograr con esto para la revolución.
Es un cuadro que sería maquiavélico de no ser por lo alucinante que en
verdad es. La Habana ha parido un corlobo y quiere que creamos que es
cordero de Dios. Otros dirán que es lobo del diablo. Es corlobo, y la
tarea ahora de quienes queremos al cordero es separar las dos especies
en este engendro sin permitir que, tan pronto estén separados, el lobo
se coma al cordero.
hora, como todo buen teorema, este tiene varios corolarios. Uno de ellos
es que al soltar a los prisioneros de la primavera negra desarticulan, o
pretenden desarticular, el movimiento de las Damas de Blanco, sacándolas
junto con sus maridos al ``exilio voluntario'', al destierro que les
imponen. Otro es que atribuyendo el hecho a la mediación de Moratinos
con Ortega y Alamino desvirtúan así el alcance y el poder de los
verdaderos héroes del drama cubano, la disidencia interna, avivada por
aquellas a quienes golpean a escondidas ya que por sus faldas no pueden
golpear como hombres, las grandes y dignas Damas de Blanco.
Abajo Fidel, es el grito que falta, abajo Fidel. ¿Et tu Fidel? El
comandante se ha trastocado en coma andante, y falta que se le empuje,
un empujoncito nada más, para meterlo junto con la revolución en la
tumba a la que se resisten a entrar. Es hora de empujar. En La Habana
alucinante parece haber llegado la hora del putsch. ¿Y en el exilio qué?
Aquí, en el sur de la Florida, debemos no sólo hermanarnos cubanos y no
cubanos por igual, sino también atarnos a aquéllos que en la isla
traicionada de hoy continúan con su lucha para traer de regreso la
cordura a La Habana de la alucinación.
http://www.elnuevoherald.com/2010/07/27/772509/guillermo-descalzi-alucinacion.html
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