Entre conjeturas y renovadas expectativas
Por Patricia Grogg
LA HABANA, 24 jul (IPS) - El nuevo aniversario del asalto al cuartel
Moncada, una de las efemérides más importante de la era revolucionaria
en Cuba, sorprende al país entre conjeturas por la eventual reaparición
de Fidel Castro en la tribuna y nuevas expectativas respecto de los
cambios prometidos hace cuatro años.
En las últimas semanas, el ex presidente de 83 años volvió a la escena
pública con varias visitas a instituciones científicas y
gubernamentales, que incluyeron un encuentro con embajadores cubanos en
la cancillería y una comparecencia en el espacio de televisión Mesa Redonda.
Pero la compleja situación del país ha estado ausente tanto en sus
columnas de opinión, como de su plática con los diplomáticos y sus
declaraciones televisivas, que estuvieron centradas en temas
internacionales como la crisis en Medio Oriente y los riesgos de un
eventual ataque militar de Estados Unidos e Israel a Irán.
Sin embargo, el diario oficial Granma reserva desde junio último espacio
de primera página a fragmentos de discursos en el que Castro, quien
conserva el cargo de primer Secretario del Partido Comunista de Cuba
(PCC), traza pautas sobre asuntos que aún hoy permanecen en discusión.
En unos extractos arremete contra los intermediarios que especulan con
los productos agrícolas, en otros, se pregunta "cómo se puede hablar de
nivel de la vida trabajando cuatro horas..?, subraya que "el deber
número uno del ciudadano es trabajar y producir" y recuerda que el
Estado "no puede dar lo que no tiene".
Muchos de los discursos citados datan de los años 60, pero también los
hay de décadas posteriores. En la mayoría de los casos apuntados, se
trata de asuntos que también han sido mencionados por el presidente de
Cuba, su hermano Raúl Castro, quien le sucedió en el cargo tras caer
enfermo en julio de 2006.
Para analistas, Granma "tranquiliza" así a sectores más ortodoxos con el
rumbo que pudieran tomar las esperadas transformaciones, aún cuando el
propio Raúl Castro ha dado seguridades de que fue elegido para "mantener
y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo".
El retorno de Fidel Castro a la vida pública pocas semanas antes de los
festejos del 26 de julio, la inmensa mayoría de los cuales presidió
hasta hace cuatro años, llevó de inmediato a conjeturar sobre su
eventual asistencia a la conmemoración de este año en la central ciudad
de Santa Clara, distante 276 kilómetros de La Habana.
"Yo creo que está en condiciones de asistir y sería un espaldarazo
importante a lo que pueda decir Raúl", comentó a IPS un militante del
PCC habitualmente bien informado, que pidió no ser identificado. La
fuente esgrimió inclusive la hipótesis de que, si la gente congregada en
el acto le pide que hable, Fidel Castro aceptaría el reto.
Entre los invitados a los festejos figura el presidente de Venezuela,
Hugo Chávez, quien dos días antes de viajar a La Habana anunció que
estaría entre los oradores en la plaza Ernesto Guevara, escenario de la
conmemoración, a la cual asistirán, según estimados oficiales unas
100.000 personas.
Ese lugar tiene un simbolismo especial por cuanto allí se guardan los
restos del guerrillero argentino-cubano y otros combatientes caídos en
Bolivia. Este 26 de julio se cumplirán 57 años del asalto al cuartel
Moncada en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, una acción armada
dirigida por el entonces joven abogado Fidel Castro.
La asonada, en la cual también participó Raúl, el menor de los hermanos
Castro, fracasó en términos militares, pero se considera el comienzo de
la insurrección que resultó triunfante en enero de 1959 contra la
dictadura de Fulgencio Batista. El último "26" encabezado por Fidel
Castro fue el de 2006.
En julio de 2007, siendo aún presidente interino, Raúl Castro aprovechó
la efeméride para reconocer las dificultades y carencias cotidianas de
la población cubana de 11,2 millones de personas, descartó soluciones a
corto plaza y advirtió que era imprescindible elevar la producción,
especialmente de alimentos.
En ese sentido, consideró imperativo hacer producir más la tierra,
generalizar experiencias de productores destacados del sector campesino
y estimular convenientemente el trabajo que realizan. "Para lograr este
objetivo habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos
que resulten necesarios", recalcó.
Sus palabras fueron tomadas prácticamente como una promesa de prontas
transformaciones en el camino de enderezar la economía. Hasta el momento
el gobernante ha dado prioridad a la institucionalización del país y
avanzó en planes de ajuste para reducir el gasto fiscal.
En materia de cambios estructurales, un decreto ley de 2008 permitió la
entrega hasta el momento, en usufructo, de un millón de hectáreas de
tierras ociosas, pero alrededor de la mitad de ellas aún no producen o
están insuficientemente explotadas, en buena medida por falta de
recursos de los beneficiados.
Según investigadores del tema, el caso de la agricultura es el que mejor
grafica que el nudo central del problema es productivo y en ese sentido
lo esencial es "desatar" las fuerzas productivas y aplicar "medidas de
carácter sistémico", que permitan al productor sentirse dueño de sus
decisiones y resultados.
En esa materia, economistas consideran que las medidas hay que
adoptarlas con gradualidad como ha anunciado el gobierno, pero sin
"tanta cautela", y no pocos esperan que este nuevo aniversario y las
sesiones ordinarias del parlamento que le seguirá el 1 de agosto traiga
los tan esperados cambios para el despegue.
Esta conmemoración sigue además a la decisión del gobierno de excarcelar
a 52 opositores en respuesta a gestiones de la Iglesia Católica,
apoyadas por el gobierno de España. Este viernes viajó a Madrid el
último grupo de los 20 primeros liberados que aceptó la propuesta de
abandonar el país junto a sus familiares.
El proceso de excarcelaciones continuará de forma gradual en un plazo no
mayor de cuatro meses. Según medios disidentes, varios presos han
rechazado la opción de viajar al extranjero, aunque tampoco sería esa
una condición para otorgarles la libertad.
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