Más vueltas a la tuerca
Los episodios represivos en Cuba mantienen su línea ascendente
Jueves, junio 29, 2017 | Jorge Olivera Castillo
HARVARD, Estados Unidos.- Si algo está claro del entuerto entre los
gobiernos de Estados Unidos y Cuba es la permanencia del patrón
represivo aplicado por este último contra quienes se le oponen a cara
descubierta dentro de las fronteras nacionales.
No importa el perfil ideológico del inquilino de la Casa Blanca ni las
políticas que firma, sean estas a favor de una conciliación a largo
plazo como lo hizo Obama mediante el acercamiento crítico contenido en
los manuales del soft power, o en cambio a la manera de Trump, con un
radicalismo lleno de poses y frases recurrentes, pero de dudosa
efectividad para remover los pilares de la dictadura que ha sobrevivido
a 10 administraciones estadounidenses.
Está nueva postura que algunos insisten en tildar de mano dura, pero que
en esencia se trata de una versión muy cercana a la anterior, ya que
deja intacta una parte sustancial del plan elaborado por Obama y sus
asesores, le proporciona al régimen de La Habana motivos adicionales
para fortalecer sus márgenes de legitimidad en la arena internacional.
Amplificar la victimización a costa de las retóricas amenazantes y un
embargo, que es pura fantasía, ha resultado ser una estrategia, cuya
efectividad es incontrastable a la luz de la historia.
Cada año el mundo entero se alinea tras los quejumbrosos discursos de
los representantes del gobierno insular que traen a colación las
secuelas, reales y ficticias, del llamado "bloqueo".
Hasta las poderosas democracias europeas votan contra la política que
busca el cambio en Cuba por medio de la presión económica.
Es difícil creer en la idea de que el modelo instaurado en la Isla por
un grupo de gánsteres disfrazados de marxistas, vaya a claudicar a
instancias de la coerción, en este caso llena de insuficiencias,
repudiada por la mayoría de los cubanos que viven en la Isla y no muy
del agrado de amplios e influyentes sectores del establishment
norteamericano.
En relación a lo que exponía al principio del texto, estos
posicionamientos tendientes a alimentar los molinos de la confrontación,
favorecen aun más a los que predican y materializan el odio en arrestos,
golpizas y encarcelamientos contra opositores pacíficos e integrantes de
la sociedad civil independiente.
Como botón de muestra basta recordar que el día que Trump largaba el
discurso en el teatro Manuel Artime, anunciando el retorno a las
trincheras, diez activistas prodemocráticos eran sancionados a prisión,
entre ellos varias mujeres.
Desde entonces, los episodios represivos mantienen su línea ascendente.
Más detenciones, más personas imposibilitadas de viajar al extranjero
por decisión de los mandamases , más registros domiciliarios con
confiscaciones mediante, más prisioneros políticos y por último, la
posible muerte por huelga de hambre de Jorge Cervantes, miembro de la
Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), encarcelado desde el 23 de mayo del
año curso por un supuesto delito de desacato.
Lo terrible de este breve resumen represivo no es solo su
sistematicidad, sino el gozo de promotores y ejecutantes después de cada
jornada con el acompañamiento de la indiferencia, casi unánime, de los
gobiernos que pueblan este mundo.
(Jorge Olivera, residente en Cuba, se encuentra de visita en Estados Unidos)
Source: Más vueltas a la tuerca CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/mas-vueltas-la-tuerca/
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