El negocio de los estudios clandestinos
Cobran cada vez más fuerza, pero carecen de protección legal
Jueves, marzo 9, 2017 | Ernesto Carralero Burgos
LA HABANA, Cuba.- Hace diez años el número de estudios independientes
era bastante pequeño, pero la llegada de la era digital a Cuba produjo
una explosión cuantitativa. Programas como Cuase, utilizado para
grabación de sonido, y Fruity Loops para producción, se encuentran entre
los más utilizados.
Ante la imposibilidad de adquirirlos legalmente la gran mayoría de los
productores optan por las copias piratas del Internet. Los paquetes de
actualización del software, que incluyen nuevas opciones e instrumentos
musicales, también se consiguen con dificultad.
"En este giro casi todo es por la izquierda", comenta Daniel, un
productor independiente. "Yo comparto las actualizaciones que me llegan,
sin coste alguno y lo mismo hacen mis amigos".
Sin embargo, los estudios con más años en el negocio no suelen hacer lo
mismo. La mayoría de los entrevistados para este trabajo señalan cierta
reticencia de los estudios establecidos para compartir las actualizaciones.
"Parece una verdadera mafia. Si tienen una actualización no quieren
soltarla y te pueden pedir hasta 10 CUC por ella. Me ha pasado varias
veces", explica Wilfredo, director de un estudio en Alamar.
El precio de los equipos de trabajo es otro de los problemas que
enfrentan. Un condensador de sonido puede costar de 100 a 150 CUC y los
shooters un mínimo de 80 CUC en "la calle". Ninguna tienda estatal los
vende, por lo que es un mercado por completo ilegal.
"Hay que hacer dinero. Trabajar primero en otra cosa y meterle lo que
ganaste a esto. Si tienes algún conocido que te preste los equipos o te
los regale, mejor. Pero tú sabes… 'Regalado' se acabó", dice Wilfredo.
"Yo tuve la suerte de que mi prima me invitó a México y me preguntó qué
quería llevarme para Cuba, así que me dio los equipos", explica Daniel.
Es difícil conseguir un local y los estudios se improvisan dentro de
sitios tan dispares como un garaje o un dormitorio.
Para insonorizar la cabina de grabación, se utilizan cartones de huevos,
de manzanas y planchas de poliespuma.
"Lo ideal sería unos materiales especiales esponjosos, pero eso solo
está disponible para gente que ha logrado un estatus económico muy alto
y pueden importarlo. Si uno se fija en los videos de los estudios
cubanos, puede ver que todos utilizan materiales rústicos", comenta
Wilfredo.
Muchos artistas con presencia a los medios acuden a los estudios
privados ante los precios exorbitantes de las grandes casas musicales
como EGREM, Abdala y Ojalá, donde generalmente se cobra por hora.
"Yo grabé en un estudio que se llama Trimagen. Está en Ayestarán, y
pertenece a las FAR", dice Fidel, un músico. "Te cobran hasta 800 pesos
por hora y se necesitan por lo menos cinco horas para grabar, así que te
sale muy caro. En Radio Progreso también se grabó durante un tiempo con
un precio más razonable pero la calidad era pésima".
Algunos de los estudios privados más solventes, como Célula Music o la
Platinium Records, pueden cobrar hasta 150 CUC por grabar un tema
musical. Suelen incluir dentro del precio el background y promoción
dentro del Paquete Semanal. Ello no quita que se pueda encontrar una
gran variedad de ofertas. Se ha fijado una especie de estándar para los
artistas underground que puede ir desde 5 a 10 CUC. En tanto, los
músicos que tienen presencia en los medios o requieren un trabajo más
complejo deben pagar de 50 a 70 CUC por canción.
Daniel asegura: "Cuando menos, el 70% de los cantantes en Cuba graba con
medios alternativos. Seguro que algunos, por ejemplo los Van Van, tienen
que acudir a los oficiales porque necesitan orquestas muy grandes, pero
aquí incluso le grabamos un tema a la Charanga Forever y pudimos manejarlo".
La EGREM ha reconocido tácitamente la presencia de sus competidores con
un premio dentro del festival Cubadisco al "Mejor disco hecho en casa".
La empresa estatal también promociona discos grabados en estudios
independientes.
A pesar de ello, la ley no admite hasta el momento estos estudios
independientes. La licencia más cercana que los productores pueden sacar
es "Profesor de Música y otras Artes", según explican los mismos
funcionarios del Poder Popular.
No pocos creen que, debido a ello, en cualquier momento pudieran ser
tildados de incómodos desde la oficialidad, pues es difícil para las
autoridades controlar lo que graban los privados. Este limbo legal
resultaría propicio para el cierre de las instalaciones y el fin de la
promoción de los artistas independientes. Con todo, los productores
declaran que hasta ahora se les ha dejado tranquilos y no creen que
exista una intención de cerrarlos intempestivamente.
Pero la ausencia de permisos legales trae otros problemas. A estos
productores no se les reconocerá el tiempo de trabajo. En caso de
accidentes o enfermedad no recibirían ninguna ayuda gubernamental y no
tendrán pensión de jubilados.
"Es como si estuviéramos sentados en nuestra casa. Mi familia dice que
estoy en un sueño de cristal porque en cualquier momento pueden venir y
hacérmelo todo trizas", comenta Wilfredo.
"Yo creo que es muy difícil que cierren esto sin que el sistema musical
colapse. Sobre todo porque no tiene capacidad para responder a la
demanda con calidad. Además esto no le hace daño a nadie", dice por su
parte Fidel.
Al preguntarle por sus planes con vistas al futuro, Daniel responde que
"uno quisiera soñar, pero se te hace difícil. Yo quisiera ampliar el
estudio darle mucha más promoción pero a fin de cuentas estoy en el
borde de la ilegalidad, así que suena loco pero necesitas un perfil
bajo. Estamos caminando por una línea bien frágil".
Source: El negocio de los estudios clandestinos CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/facebook/estudios-musicales-privados-una-industria-creciendo-en-el-limbo/
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