¿Quién está armando la 'tormenta perfecta'?
PEDRO CAMPOS | La Habana | 9 de Agosto de 2016 - 07:54 CEST.
Karina Marrón, la subdirectora del periódico Granma, órgano oficial del
Partido Comunista levantó revuelo con su aseveración de que "se estaba
armando la tormenta perfecta", la cual podría dar lugar a un nuevo
Maleconazo como el de agosto de 1994.
Aunque arriesgada y nada agradable para sus jefes, su declaración dejó
caer una gran verdad desde el mismo oficialato. Pero no abordó, no
podría abordar, con precisión qué podría significar esa tormenta, quién
la estaba armando, dónde y cómo se gestaba… en fin, esas y otras
interrogantes que hacen que una información sea más o menos precisa.
Sí, porque dependiendo de las respuestas a estas preguntas, la tormenta
se puede enfrentar o puede no comprenderse por dónde va a pasar y cuáles
puedan ser sus consecuencias. Si se sigue creyendo que la culpa la
tienen "el imperialismo, el bloqueo, la mafia de Miami y la holgazanería
de los trabajadores cubanos", pues estamos achicharrados como país y
poco nos quedaría para convertirnos en otro Estado fallido más.
Sin embargo, los que llevamos ya decenios analizando la situación cubana
y buscando encontrarle una salida que permita a nuestro pueblo evitar el
agujero negro al que nos lleva el Estatal-socialismo, sus líderes y
defensores, hace tiempo venimos aportando respuestas a estas
interrogantes que no salen, no pueden salir, en el prensa oficial por
razones obvias.
Para nosotros está muy claro que la tormenta, la revuelta popular (qué)
se está armando desde la alta dirección del Gobierno cubano (dónde) y
específicamente lo que queda del fidelismo terminal (quién), el cual se
aferra intolerantemente a morirse en el poder bajo cualquier
circunstancia , sin cambiar nada esencial en el modelo de centralización
de la política y la economía del país (cómo), para lo cual acude a la
aplicación más consecuente de las recetas estalinistas sobre el papel
del Estado, el Partido y la represión en su aberrado "socialismo", todo
lo cual puede implicar (para qué) un desastre aún peor para la nación
cubana.
Y quede muy claro que la responsabilidad no va a ser solo del anciano
recalcitrante: será compartida también por toda la dirección del
Gobierno-Partido-Estado que sabe perfectamente y desde hace muchos años,
que el país debe cambiar, debe democratizar sus estructuras,
diversificar sus formas productivas, abrir el mercado y socializar su
economía, para evitar un colapso masivo.
Pero no lo hacen porque no quieren contradecir al Máximo Líder, le
tienen miedo y también porque temen perder el control del país y todos
los beneficios que recibe la nomenclatura por su lealtad a una causa que
saben perdida. No saben que quien encabece la transición seguirá jugando
un papel importante en la sociedad cubana, sea quien sea y a pesar de
anteriores disparates, tendrá el honor de figurar en la historia como el
iniciador de la apertura democrática.
El fidelismo apostó al petróleo venezolano y, a costa del agotamiento
del propio proceso político de Venezuela, logró mantener un tiempo sus
políticas voluntario-populistas que le permitieron seguir contando con
el respaldo interesado de una parte del pueblo. Pero la situación en
Venezuela se hace cada vez más insoportable y son menores las
posibilidades de poder seguir suministrando el petróleo que necesita el
gastón modelo estatalista para su funcionamiento.
Fuerzas chavistas y funcionarios del propio Gobierno madurista están
conscientes de que ya no pueden seguir aferrados al modelo Estadocénrico
copiado del fidelismo ni continuar aportando al Gobierno cubano. Si la
oposición venezolana llegó a controlar ampliamente la Asamblea Nacional,
fue precisamente por la arbitrariedad y los errores de las politicas
económicas de Maduro.
El grifo del petróleo y la ayuda soviética se cerró de momento y el
venezolano lo está haciendo poco a poco, pero es muy probable que se
cierre totalmente en breve tiempo, sea porque se celebre el referendo
revocatorio o porque a Maduro y a los suyos no les quede otra
alternativa, dada la grave crisis económica venezolana.
El pueblo cubano demanda a gritos libertad para poder enfrentar
autónomamente las soluciones a sus problemas, pero el Estadocentrismo,
los monopolios estatales, las regulaciones arbitrarias siguen limitando
el trabajo por cuenta propia y al asociacionismo que permita a los
cubanos organizarse para producir, intercambiar sus productos y vivir de
su esfuerzo propio.
El fidelismo paternalista y autoritario no admite que los cubanos
podamos vivir independientes de su subordinación, de sus absurdas
imposiciones y de su manera de concebir la vida y la sociedad.
Ante tanta ignominia a la gente solo quedan tres caminos:
- Adaptarse a la nueva esclavitud estatal y sus regulaciones.
- Enfrentarse inerme a un Estado represor todopoderoso a costa de ser
constantemente hostigado, perseguido, golpeado o encarcelado.
- Escapar como los cimarrones, pero en vez de monte adentro, mar afuera
como sea posible, porque para más desgracia los cubanos vivimos en una
isla y arriba de eso, ahora los gobiernos latinoamericanos nos cierran
sus fronteras.
Y precisamente uno de los resultados de la tozudez gallega de la
dirección fidelista está siendo ese éxodo masivo incontrolable que
amenaza con convertirse en un problema grave en el Estrecho de la
Florida, cuando no en una explosión social de incalculables
consecuencias. Esa sería la "tormenta perfecta" que organiza y alimenta
el fidelismo. No se está fabricando en Miami ni en Washington.
El pueblo cubano debe precaverse y prepararse para enfrentarla. La
oposición y el pensamiento diferente, deben echar a un lado
diferencias, protagonismos personales y sectarismos y estructurar una
concertación democrática amplia y plural, capaz de enfrentar el mal
tiempo y organizar la reconstrucción que tendrá que ser con todos los
cubanos de buena voluntad, de dentro y de fuera.
Source: ¿Quién está armando la 'tormenta perfecta'? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1470703892_24468.html
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