Año electoral 2018 (II)
agosto 3, 2016 2:46 pm
Santos Suárez, La Habana, Marta Beatriz Roque, (PD) Los que piensan que
a partir de la legislación vigente se puede llegar a la solución
democrática del país, en mi opinión se equivocan; no obstante, nada se
pierde que no sean los años que pasan y la esperanza de los cubanos que
cada vez es menos, pero sería muy provechoso estudiar a fondo las leyes
vinculadas a este proceso, analizar los pro y los contra, y sobre todo,
el tiempo que ha de invertirse, no solo el propio, sino también el de
las personas que desde dentro y el exterior del país pueden pensar en
ello como una solución, que además conlleva todo un período de
preparación y planeamiento de una estrategia electoral.
Aunque no estemos de acuerdo con la legislación vigente, esa es la que
existe y a pesar de que se viola por parte del propio régimen, cuando
quieren se refieren a ella. Por ejemplo: en el Reglamento de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, está establecido que, para realizar una
solicitud, a partir de la recogida de firmas, hay que refrendar una por
una las rúbricas que se estampen ante notario público. De no hacerse
esto no tienen validez.
Claro, habría que pesar, con respecto a lo anterior, que recoger firmas
entre la población, aunque no sirva de nada legalmente, sí tiene efectos
desde el punto de vista político y social, porque primero los que
acceden a darla se percatan que el régimen no ha cumplido con lo que
prometió y no lo hará nunca, y por su parte, la gerontocracia recibe un
mensaje claro de la cantidad de miembros de la sociedad que no la está
apoyando, aunque sabe que cada día tiene menos simpatizantes. Cualquier
actividad en la que esté involucrado directamente el pueblo tiene un
gran valor.
No obstante, como para que no haya dudas de que el régimen quiere
perpetuarse en el poder, cuando se llevó a cabo la Reforma
Constitucional se añadió un artículo que establece: "Esta Constitución
sólo puede ser reformada por la Asamblea Nacional del Poder Popular
mediante acuerdo adoptado, en votación nominal, por una mayoría no
inferior a las dos terceras partes del número total de sus integrantes,
excepto en lo que se refiere al sistema político, social y económico,
cuyo carácter irrevocable lo establece el artículo 3 del Capítulo I, y
la prohibición de negociar bajo agresión, amenaza o coerción de una
potencia extranjera. Si la reforma se refiere a la integración y
facultades de la Asamblea Nacional del Poder Popular o de su Consejo de
Estado o a derechos y deberes consagrados en la Constitución, requiere,
además, la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los
ciudadanos con derecho electoral, en referendo convocado al efecto por
la propia Asamblea".
En el año 2002, basados en no se sabe qué preceptos legales, durante 4
días se hizo algo parecido a un referendo, con la conclusión de que el
pueblo había expresado su apoyo al proyecto de Reforma Constitucional,
que según se planteó, había sido propuesto por las organizaciones de
masas en asamblea extraordinaria de todas sus direcciones nacionales. Se
dice fue ratificada en todas sus partes la Constitución de la República;
el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella
fueron declarados irrevocables.
A pesar de ello, 14 años después, durante el VII Congreso del Partido
Comunista de Cuba, se está buscando una conceptualización del modelo
social, porque más de 57 años no ha sido suficiente para encontrar el
camino al "socialismo", por lo que ahora es necesario conceptualizarlo.
No se puede dejar de mencionar que la Ley de Asociaciones y su
Reglamento, tienen un diseño que no permite la inclusión de cualquier
organización de forma legal y mucho menos un partido político. El camino
para lograr que el régimen aceptara aplicar esta legislación a algunos
de los grupos disidentes que existían en el país, fue recorrido por
numerosas organizaciones, en particular en el siglo pasado. A muchas de
ellas ni les dieron respuestas, otras tuvieron como resultados una
adaptación en la aplicación de la Ley a lo que el régimen necesitaba.
En estos momentos en el país existe una crisis económica muy difícil de
revertir, un estancamiento en la producción que quedó demostrado con el
incremento solo del 1% del Producto Interno Bruto y ello aceptando una
cifra oficial muy difícil de probar. Por otra parte, las importaciones
están afectadas y puede verse que las tiendas de venta en divisa (peso
cubano convertible, cuc) se encuentran desabastecidas.
La falta de visión de estos problemas durante el VII Congreso del
Partido Comunista de Cuba, costó el cargo de ministro al zar de la
economía, Marino Murillo, quien logró algunas proyecciones para el 2030,
sin haber alcanzado un plan, pero fue incapaz de ver delante de sus
narices lo que ocurriría medio año después de la reunión partidista.
A partir de imponer el control estatal, se han tratado de bajar los
precios de los productos del agro, pero el resultado ha sido el
desabastecimiento, al regresar a los métodos de Acopio, que habían sido
considerados inoperantes. También, aunque amenazados, los transportistas
privados han subido el precio del servicio de los llamados
"almendrones", autos viejos reparados con todo tipo de invento.
Los problemas sociales vienen acompañados de la falta de transporte, la
reducción del servicio eléctrico, la escasez de agua y los
inconvenientes de un verano caluroso, con los niños de vacaciones y
tener que pasar trabajo para ir a cualquier lugar a recrearse.
Los propios órganos oficiales del régimen dieron a conocer la ausencia
de diputados en las reuniones de la recién finalizada Asamblea Nacional
del Poder Popular; el cambio de la Secretaria General de la Unión de
Jóvenes Comunistas se corresponde –sin lugar a dudas- con la acción de
tratar de rescatar algunos jóvenes para que permanezcan como militantes
en las filas de esta organización, porque la tendencia general de ellos
es a abandonar el país.
De igual forma fueron sustituidos los Ministros de Cultura y Educación
Superior. También miembros del Partido Comunista de Cuba han llegado al
hastío y algunos de ellos han entregado sus respectivos carnés como
militantes, aunque la falta de crecimiento de la organización fue
reconocida por el propio José Ramón Machado Ventura durante el VII Congreso.
Podrían mencionarse otros muchos aspectos de lo que está ocurriendo en
estos momentos en el país, pero lo más importante sería que los
opositores se reunieran a analizar todo esto y mucho más, aunque sea en
un bohío de guano, donde estén tocando la realidad del país y sobre todo
lo más importante: ¿cómo proceder con el pueblo?
Y es que existe la posibilidad que al igual que el 5 de agosto de 1994,
ocurran protestas populares o manifestaciones de pequeños y medianos
grupos de personas y si no se tiene pensado cómo conducir esa actividad
de descontento social, pasaría lo mismo que cuando el Maleconazo; el
régimen tiraría a las calles a su contraofensiva, armados de cualquier
cosa, con el fin de evitar disturbios que conduzcan a algo más. Es por
eso que los opositores deben preparar al pueblo en cada una de las
localidades donde residen.
El país se encuentra en un momento de inflexión, sin ideología, lo que
quedó demostrado durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba,
en el que los documentos no estaban preparados para realizarlo, los
militantes no tuvieron acceso a información previa, ni siquiera los que
fueron allí como delegados. Después que se aprobó poner todo en las
manos del Comité Central y el Buró Político, poco queda de la tantas
veces mencionada filosofía marxista-leninista.
La conducción de la sociedad cubana pudiera estar en las manos de los
opositores, siempre y cuando se usen estrategias inteligentes y además
se conozca y domine lo que pasa en la vida social, económica y política
del país. El momento es perentorio para aprovecharlo y podríamos estar
haciendo historia.
marthabroque@gmail.com; Marta Beatriz Roque
Source: Año electoral 2018 (II) | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/ano-electoral-2018-ii/
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