El cardenal cubano Ortega le entregó carta del Papa a Obama en reunión
secreta
NORA GÁMEZ TORRES
ngameztorres@elnuevoherald.com
Tres meses antes del histórico anuncio que cambió las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba, el cardenal cubano Jaime Ortega le entregó al
presidente Barack Obama una carta enviada por el Papa Francisco, durante
un encuentro secreto que tuvo lugar en la Casa Blanca el 18 de agosto
del 2014.
El Papa Francisco envío a Ortega cartas dirigidas a Raúl Castro y a
Obama, esta última con la instrucción específica de que debía ser
entregada al Presidente en persona. En un breve intercambio en un patio
cercano al Rose Garden, el cardenal le entregó a Obama la carta del
Papa, en la que el pontífice ofrecía "ayudar de cualquier modo" en las
negociaciones con Cuba.
Nadie supo de este encuentro porque los datos de Ortega nunca
aparecieron en el libro de visitas de la Casa Blanca.
Todo esto, de acuerdo con un artículo de Peter Kornbluh y William
Leogrande publicado el miércoles en la revista Mother Jones, que resume
un nuevo capítulo de la reedición de Back Channel to Cuba, The Hidden
History of Negotiations Between Washington and Havana, de venta en las
librerías en octubre.
Kornbluh dirige el proyecto de documentación sobre Cuba del Archivo
Nacional de Seguridad, un centro de la Universidad George Washington, y
LeoGrande es profesor de Ciencias Políticas de American University. Back
Channel to Cuba recoge cinco décadas de diplomacia secreta y diálogos
tras bambalinas entre varios presidentes estadounidenses y básicamente,
Fidel Castro. El nuevo capítulo recoge las negociaciones secretas (hubo
más de una) entre Obama y Raúl Castro. Aquí están algunos de sus
argumentos más explosivos:
▪ La idea de involucrar al Papa Francisco en las negociaciones salió de
la Casa Blanca, congresistas y cabilderos que buscaban el acercamiento,
no del Vaticano.
▪ A partir de la colaboración entre EEUU y Cuba para ayudar a la
recuperación de Haití, tras el terremoto del 2010, miembros del equipo
de la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton, sostuvieron
negociaciones secretas con funcionarios cubanos sobre la liberación de
Alan Gross, el subcontratista de la USAID que fue encarcelado en Cuba en
diciembre del 2009. Para septiembre del 2011, los cubanos ya habían
propuesto explícitamente canjear a Gross por los cinco espías cubanos de
la Red Avispa.
▪ Fueron los negociadores de la Casa Blanca, Ben Rhodes y Ricardo Zúñiga
(a quienes Obama encomendó negociar con el gobierno cubano a partir de
abril del 2013) quienes propusieron canjear al espía Rolando Sarraf,
preso en Cuba, por los restantes miembros de la Red Avispa (René
González había sido liberado en el 2011). La idea intentaba destrabar
las negociaciones de "un punto muerto": la Casa Blanca no podía canjear
a Gross por los espías cubanos porque no consideraba a Gross un espía.
▪ Rhodes y Zuñiga hicieron saber a los cubanos de las intenciones del
presidente Obama de relajar las regulaciones sobre viajes y comercio con
Cuba durante la reunión final de las negociaciones en el Vaticano en
octubre del 2014.
▪ La Casa Blanca mantuvo en la oscuridad al Pentágono acerca de las
negociaciones para alcanzar un acuerdo con Cuba. Entre quienes sí sabían
de las negociaciones estaban el vicepresidente Joe Biden, el jefe del
gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, y Susan Rice, consejera de
Seguridad Nacional de la administración Obama. Según los autores, el
secretario de Estado, John Kerry, no estuvo al tanto de una reunión
secreta de negociaciones que se realizó en junio del 2013, pero se le
informó posteriormente.
▪ La Casa Blanca, miembros del Congreso y Trimpa Group, una firma de
cabildeo, actuaron mancomunadamente para producir las condiciones que
permitieron llegar a un acuerdo con Cuba y presentarlo al público
estadounidense sin mayores daños políticos para Obama.
Una funcionaria de la Casa Blanca confirmó a el Nuevo Herald el
encuentro entre Ortega y Obama. También que la sugerencia de
intercambiar a Sarraf vino del equipo estadounidense "bajo el contexto
de que Cuba también estaba realizando concesiones en un número de
medidas" y que los cubanos fueron informados de las intenciones de Obama
de eliminar restricciones de viaje, comercio y telecomunicaciones,
"consistente con el entendimiento mutuo que Cuba iba a liberar a
prisioneros políticos al igual que realizar otras concesiones".
CABILDEANDO AL PAPA
Kornbluh y LeoGrande alegan que la sugerencia de involucrar al Papa
habría venido del congresista Dick Durbin, demócrata por Illinois, en
una reunión en septiembre del 2013 en la oficina de Rice. Una
funcionaria de la Casa Blanca dijo no tener conocimiento de esta reunión
pero señaló que "muchos de los grupos cubanoamericanos estaban
sugiriendo que el Vaticano podría estar dispuesto a ayudar en el proceso".
Pero el artículo destaca que el senador Patrick Leahy–quien fue
instrumental en la liberación de Gross y, según se ha revelado, en la
trama que concluyó con la inseminación artificial de la esposa del espía
cubano Gerardo Hernández–envió cartas y mensajes a los cardenales Ortega
(La Habana), Theodore McCarrick (Washington) y Sean O'Malley (Boston) en
los que los instaba a pedirle al Papa que ayudara a resolver el tema de
los prisioneros por cuestiones "humanitarias".
James Williams, actual director del grupo de cabildeo Engage Cuba y en
aquel entonces director de políticas públicas de Trimpa Group, confirmó
a el Nuevo Herald que estuvo presente en una reunión reseñada en el
artículo con el cardenal O'Malley en la catedral Holy Cross en Boston,
en marzo del 2014. Durante el encuentro, el ex consejero de Obama, el
abogado Gregory B. Craig, entregó la carta de Leahy al cardenal y varios
activistas le explicaron al religioso acerca de los esfuerzos que se
estaban realizando para cambiar la política hacia Cuba.
La Casa Blanca también envío al Vaticano un mensaje sobre el interés de
Obama de discutir sobre ese tema en una visita a Roma en marzo. En el
Vaticano, "Obama le dijo al Papa lo que estábamos haciendo con Cuba y
que sería útil si él jugaba un rol", dijo un funcionario de la Casa
Blanca a los autores. Es entonces que el Papa decide enviar las cartas a
ambos mandatarios en los que les pide "resolver cuestiones humanitarias
de interés común, incluyendo la situación de ciertos prisioneros, para
iniciar una nueva fase en las relaciones".
EL PAPEL DE HILLARY CLINTON
El capítulo escrito por Kornbluh y Leogrande llena muchas lagunas en
relación a cómo el presidente de Estados Unidos, con la ayuda de
congresistas y cabilderos logró cambiar una política de cinco décadas.
También da a conocer detalles, hasta ahora desconocidos, como las
negociaciones secretas que tuvieron lugar cuando Hillary Clinton era
secretaria de Estado.
La jefa del equipo de Clinton, Cheryl Mills, y la secretaria adjunta
para el Hemisferio Occidental, Julissa Reynosso, se reunieron en secreto
con funcionarios cubanos en restaurantes de Puerto Príncipe en Haití,
bares de Manhattan y un hotel en Santo Domingo, a partir del 2010 y
hasta el 2012.
Kornbluh comentó a el Nuevo Herald que las negociaciones sobre
colaboración médica en Haití se enfriaron cuando los cubanos pidieron el
fin del Cuban Professional Medical Parole, un programa de visas para
médicos y especialistas que abandonan las misiones de colaboración del
gobierno cubano en terceros países, pero luego continuaron enfocadas en
el tema de los prisioneros.
Las funcionarias se centraron en la liberación de Gross mientras los
cubanos pidieron visas para las esposas de dos de los espías cubanos.
Eventualmente el Departamento de Estado arregló en secreto las visitas
de las esposas de Gerardo Hernández, el jefe de la red, y René González,
en el 2010, mientras los cubanos permitieron a Judy Gross visitar a su
esposo en el hospital militar donde estaba prisionero.
Pero las conversaciones no fueron mucho más lejos y en mayo del 2012,
Clinton recibió un memo de su equipo negociador con la siguiente
recomendación: "Tenemos que seguir negociando con los cubanos sobre la
liberación de Alan Gross, pero no podemos permitir que esta situación
bloquee un avance en las relaciones bilaterales. Los cubanos no van a
ceder. O tratamos con los Cuban Five o dejamos esos dos temas fuera".
CONECTANDO LOS PUNTOS
Además los autores ubican quiénes fueron los principales protagonistas
que actuaron para impulsar el acuerdo. En el centro de estos esfuerzos
se ubica la firma de lobby Trimpa Group, que recibió una donación de un
millón de dólares de Patty Ebrahimi, la esposa de Fred Ebrahimi, antiguo
dueño de la compañía de software Quark.
Patty Ebrahimi nació en Cuba y, según comentó Williams, estaba
"frustrada de que el gobierno le dijera que no podía viajar" a la isla .
Como ya no tenía familiares vivos en Cuba, Ebrahimi sólo podía viajar
con las restricciones impuestas por las regulaciones de los "viajes
pueblo a pueblo".
Williams dijo a el Nuevo Herald que la campaña montada por Trimpa tuvo
otros donantes, pero no reveló más detalles. También aclaró que el grupo
"asesora a los donantes, que quieren ver progreso en determinados temas
y crea una estrategia política para ellos. Conectamos donantes con
causas pero no pagamos directamente o damos el dinero".
No obstante, Trimpa Group sí financió los estudios de opinión realizados
por John Anzalone, encuestador de Obama, el Atlantic Council y FIU sobre
el tema cubano.
Williams dijo a Kornbluh y LeoGrande que las encuestas tenían la
intención de "mostrar amplio apoyo al cambio" y "dar voz a la mayoría
silente". En otro fragmento del artículo, los autores describen las
encuestas como un intento del Grupo Trimpa de "reforzar" el argumento de
que "no habría retroceso para los demócratas en la Florida si Obama
cambiaba su política hacia Cuba".
Según el artículo, el lobby montado por Trimpa contrató además a Luis
Miranda, ex director de comunicación de la Casa Blanca para medios
hispanos, y creó la organización #CubaNow, que presionó para el cambio
de política y el levantamiento del embargo.
"#CubaNow fue una creación del Trimpa Group", alegan los autores del
artículo, una descripción que su director ejecutivo, Ric Herrero,
considera "no es del todo adecuada" ya que está ausente la conexión
cubanoamericana.
"#CubaNow existe gracias a donantes y activistas cubanoamericanos que
estaban cansados de nuestra fallida política de embargo. Ellos querían
ver a nuestro gobierno abrazar una nueva aproximación hacia Cuba,
enfocada en empoderar al pueblo cubano y avanzar los intereses de EEUU y
contrataron a experimentados estrategas como Trimpa, yo y otros para
construir una campaña y hacerlo posible", declaró Herrero a el Nuevo Herald.
Antes de convertirse en el director ejecutivo de Cuba Now, Herrero se
desempeñaba como vicedirector ejecutivo del Cuba Study Group, otra
organización sin fines de lucro compuesta por empresarios
cubanoamericanos que abogan por el acercamiento con Cuba.
Herrero y Williams ahora dirigen juntos el grupo de acción política New
Cuba Pac, que continúa abogando en el Congreso por eliminar las
restricciones de viaje y comercio con Cuba.
La arquidiócesis de la Habana declinó comentar sobre el viaje de Ortega
a la Casa Blanca. El Departamento de Estado y el Vaticano tampoco
respondieron a peticiones de comentario sobre esta historia.
El reportero Glen Garvin contribuyó a este reporte.
Siga a Nora Gámez Torres en Twitter: @ngameztorres
Source: El cardenal cubano Ortega le entregó carta del Papa a Obama en
reunión secreta | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article30925263.html
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