lunes, 25 de marzo de 2013

Espacio Laical sobre la prensa en Cuba: Debate

Espacio Laical sobre la prensa en Cuba: Debate
Lunes, Marzo 25, 2013 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org - El primer número del actual
año 2013 de la revista católica Espacio Laical contiene un dossier
dedicado al estado de la prensa cubana. El trabajo consiste en las
respuestas brindadas por algunos conocedores de esta materia a las
preguntas de los editores de la publicación. Los convocados fueron el
politólogo Esteban Morales, el investigador Jorge Gómez Barata, el
sociólogo Aurelio Alonso, los periodistas Luis Sexto y Justo Planas, y
el corresponsal de la BBC en Cuba, Fernando Ravsberg.

Hay que reconocer que, haciendo honor al carácter abierto de esta
revista para tratar los asuntos más candentes de la sociedad cubana, los
participantes – unos más, otros menos- fueron muy críticos con los
medios de prensa oficialistas, y expresaron muchas verdades que la
maquinaria del poder se afana en ocultar. Se dijo, entre otras cosas,
que la prensa oficialista no refleja, o lo hace de manera ineficiente,
los problemas y preocupaciones de la población; que en vez de informar
al público, se dedica a agradar a aquellos que solo quieren ver el
rostro positivo del país; que no aborda los conflictos de los países
amigos de Cuba, y por el contrario trata hasta el cansancio las
dificultades de las naciones no afines a la revolución cubana; que abusa
del monopolio de la información; y que a los periodistas que en ella
trabajan solo les queda obedecer los lineamientos trazados por las
instancias gubernamentales o partidistas.

Con respecto a las causas de semejante estado de cosas, algunos de los
encuestados plantearon que la génesis del asunto habría que buscarla en
la adopción de la experiencia soviética, cuando fueron importados,
además del modelo económico, su superestructura política, los criterios
institucionales, y las prácticas ideológicas vigentes en aquella nación.
Para otros, en cambio, todo no ha sido más que la interferencia del
Departamento Ideológico del Partido Comunista, el cual decide qué se
puede, y qué no se puede publicar, lo que provoca que la prensa carezca
de voz propia y oído crítico, y no pueda desempeñar el papel que le
corresponde y que espera la población.

Casi todos los especialistas presentados en el dossier destacaron la
importancia de los medios alternativos para llenar los espacios no
ocupados por la prensa oficialista. Se mencionaron los blogs, los sitios
web, publicaciones como Temas, Criterios y Espacio Laical, y hasta los
medios de prensa de la diáspora. No obstante, casi hubo consenso en que
el problema de la información en Cuba se resolverá cuando la "gran
prensa" -es decir, los medios que hoy clasifican como prensa
oficialista- logren despojarse de las deficiencias que actualmente
afrontan. Tal y como podía preverse, la prensa independiente cubana fue
ignorada por todos los participantes.

Cuando los editores de Espacio Laical indagaron acerca de los caminos a
transitar por la prensa cubana con vistas a la erradicación de sus
imperfecciones, afloraron las ataduras de varios de los encuestados con
el oficialismo. Mientras que Esteban Morales, el más crítico de todos,
estima que "el compromiso de la prensa cubana es con la verdad, y debe
buscarla por todas las vías, sin dejarse llevar por las apariencias, las
limitaciones o las presiones ejercidas desde instancias superiores", el
resto de sus colegas pensaron en los "peligros" que la apertura
informativa podría traer a los cubanos.

Luis Sexto hace notar que "ignorar la existencia de la hostilidad
norteamericana equivaldría a observar con un solo ojo la realidad";
Jorge Gómez Barata aduce que "la prensa cubana debe consagrarse a la
defensa del socialismo, y ser parte de la lucha de nuestro pueblo por
consolidar su independencia y su soberanía, y ser consecuentemente
antiimperialista"; y Aurelio Alonso, por su parte, señala que
"liberalizar linealmente, literalmente, en sentido abstracto, nos
llevaría de regreso a la prensa burguesa". Y el señor Ravsberg, quizás
para acercarse a la tónica de la mayoría, declara la necesidad de una
ley de prensa que evite que el péndulo vaya a los extremos: de la
desinformación al hipercriticismo irreflexivo.

Por mi parte, de haber sido encuestado, hubiese respondido que la prensa
no es más que un reflejo de la sociedad a la que pertenece. Si las leyes
de un país refrendan la supremacía de un partido político sobre el resto
de la sociedad, es lógico que la prensa vele, en primer término, por los
intereses de esa agrupación política, y relegue su misión informativa a
un segundo plano.

http://www.cubanet.org/articulos/espacio-laical-sobre-la-prensa-en-cuba-debate/

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