lunes, 25 de marzo de 2013

Enajenación total

Enajenación total
Miriam Celaya | La Habana | 25 Mar 2013 - 10:10 am.

La última reunión del Consejo de Ministros: ineficacia de todo el
aparato gubernamental e imposibilidad de renovación del 'modelo cubano'.

Presidida por el General-Presidente de Cuba, el viernes 15 de marzo de
2013 tuvo lugar una reunión ampliada del Consejo de Ministros; de esas
que, además de asemejarse a cualquier otra, tipifican a la vez la
ineficacia de todo el aparato de gobierno y la imposibilidad de renovar
el llamado "modelo cubano".

El aquelarre de la mediocridad oficial quedó expuesto justo desde el
inicio del cónclave de la más alta dirección del país en la que, además
de los ministros, se encontraban miembros del Consejo de Estado, del
Buró Político y del Secretariado del Comité Central del PCC, quienes
fueron invitados por Castro II para presenciar al final del encuentro
una obra de teatro interpretada por la compañía infantil La Colmenita (Y
sin embargo se mueve), que, según palabras del General, "no es una
simple obra de teatro, es parte de nuestra preparación política y cultural".

Sin dudas, ante la constatación de la realidad de su gestión y de las
capacidades de su equipo de gobierno, Castro II ha considerado oportuno
que estos beban de las fuentes para las que cree estarían
intelectualmente preparados: obras infantiles de teatro. Ergo, en lo
sucesivo serían Carlos Alberto Cremata y sus niños actores los
inspiradores y autores intelectuales de los aportes que se deriven de
las directrices del Gobierno.

Uno tras otro, cada titular de los diferentes ministerios hizo un
resumen de los insuficientes progresos y las sobradas deficiencias de
sus respectivas carteras, la mitad de las cuales provocarían la renuncia
de cualquier ministro en un país mínimamente decente.

El General-Presidente, por su parte, insistió a lo largo de la reunión
en lo que considera su clave para el éxito de la economía cubana: la
sistematización de la disciplina y la exigencia. "Esta no es tarea de un
día", repitió, lo cual es rigurosamente cierto, habida cuenta que él
mismo desde 2006 asumió el control del país, fue ratificado en 2008
oficialmente al frente del Gobierno sin que podamos apreciar hasta ahora
un atisbo, no ya de recuperación, sino al menos de una desaceleración de
la crisis general que afecta el presente y compromete el futuro de toda
la nación. Siguiendo su lógica, podría interpretarse que la economía
cubana no logra desarrollarse por dos motivos: o bien la disciplina y la
exigencia no son factores suficientes o, más posiblemente, nadie le hace
el menor caso a las orientaciones del Presidente.

El ministro de Industrias, Salvador Pardo Cruz, prometió una nueva
estrategia para la producción nacional de envases y embalajes, que
actualmente solo cubre el 36% de la demanda nacional y enumeró los
principales problemas de esta industria: elevada obsolescencia
tecnológica, poco aprovechamiento de las capacidades productivas,
ineficientes procesos inversionistas, la baja disponibilidad de moldes,
troqueles y matrices, insuficiente reciclaje de envases y embalajes y
poca utilización de materias primas recicladas. La superación de esta
realidad constituye "un asunto estratégico para el país", según el
General-Presidente, debido a que "históricamente le ha costado sumas
millonarias a la economía".

El ministro de Economía enfocó su disertación en torno a "cómo disminuir
en los programas priorizados del país el impacto de la reducción del
plan de inversiones", como eufemísticamente se denomina en Cuba lo que
en otras latitudes se conoce como "recortes financieros" que tantas
manifestaciones de protesta de los ciudadanos han provocado en el mundo.
Por demás, el titular del ramo nunca dijo cuál sería la estrategia a
seguir para lograr superar el reto.

Trenes apedreados y basuras en las vías

Un tema interesantísimo fue el fabuloso "proceso de recuperación y
desarrollo del sistema ferroviario" en el que, según el
General-Presidente, "se ha avanzado", pero "persisten muchas
indisciplinas por falta de exigencia". Las indisciplinas por él citadas
constituyen un verdadero aporte para la historiografía del análisis
socioeconómico, donde se mezclan futilidades subjetivas con factores
derivados de la corrupción aplicada como medio de subsistencia: "la
basura que se vierte sobre las vías, el desvío de las recaudaciones, el
robo de combustible y el apedreamiento a los trenes por muchachos". No
se precisan comentarios.

El ministro de Transporte también tributó de su intelecto en un informe
donde expone que la transportación de carga por ferrocarril se cumplió
al 104%; mientras la de pasajeros quedó al 97%, "fundamentalmente por no
haberse importado los coches previstos para el plan"; es decir, que la
"planificación" se concibió en base a los coches que deberían existir
para tales propósitos y no a los realmente existentes.

También hubo encomiables avances en el plan de reparación de vías
férreas (352,6 kilómetros para un 104% del plan propuesto). Esta cifra,
sin embargo, se contradice con el informe del pasado diciembre ante la
Asamblea Nacional, cuando se reportaron solo 40 kilómetros de vía
reparados a lo largo de 2012.

En cuanto a las dificultades con la extracción y devolución de
contenedores y pago por estadía, se informó que los costos han
disminuido desde más de 37 millones en 2005 hasta poco más de un millón
en 2012, aunque "el objetivo es que el país no pague ni un solo centavo
por estadía". Las causas a las que se atribuye la sobre estadía hablan
por sí solas: "arribo masivo de contenedores, incumplimiento del plan de
extracción diario, dificultades con los medios de izaje", además de
almacenes que carecen de condiciones para el trabajo eficiente, las
labores se limitan a jornadas diurnas (no se trabaja por las noches, ni
los domingos ni los días feriados), insuficiencias organizativas, de
planificación, de previsión, operacionales y de cooperación entre todos
los organismos involucrados en la cadena puerto-transporte-economía interna.

Podría extenderme sobre otros tópicos que formaron parte de la agenda de
la reunión ampliada del Consejo de Ministros, pero lo esbozado hasta
aquí resulta una muestra suficiente. Ante los integrantes de la compañía
teatral La Colmenita, Raúl Castro dejó claro lo que entiende por
eficiencia de la gestión gubernamental: "Si el único resultado de todo
lo que hemos hecho fuera la sonrisa de nuestros niños, estaríamos
satisfechos".

El pasado viernes pudimos verificar lo que es un gobierno enajenado de
la sociedad, en un país donde casi toda la población permanece enajenada
de los problemas de la nación. Habrá que concluir que probablemente la
única verdad absoluta de los últimos 54 años es que en Cuba hay que
cambiar todo lo que deba ser cambiado, empezando por el Gobierno. Y
conste que deberíamos hacerlo con disciplina y exigencia.

http://www.diariodecuba.com/cuba/1364202611_2324.html

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