Los coleros
Martes, 10 de Julio de 2012 00:23
Escrito por Aimée Cabrera
Cuba actualidad Centro Habana, La Habana, (PD) Los coleros confunden el
trabajo por cuenta propia con el "porque me da la gana".
En Cuba se le llama cola a las filas que los cubanos se ven obligados a
hacer desde hace más de 50 años para cualquier gestión, tomar el
ómnibus, comprar víveres, conseguir una entrada para ver un espectáculo
en el teatro, y un sin fin de otras situaciones.
A las seis de la mañana de un sábado cualquiera una familia llega a la
Calle A para ser de los primeros en comprar cuando llegue el camión con
algunos productos cárnicos envasados en bolsas de nailon. Pero en el
momento del comienzo de la venta aparecen personas que nunca estuvieron
allí, respaldadas por los coleros, que tienen los primeros puestos. Esos
coleros cobran su servicio y se marchan. Han concluido su jornada
laboral que duró parte de la noche y la madrugada.
Lo mismo sucede en los teatros: cuando van a vender las entradas para un
buen espectáculo, los coleros tienen los primeros turnos y los venden, o
compran las entradas en pesos y luego las revenden en la moneda
convertible. Cuando se marchan de la avalancha de público que los rodea,
se llevan una cifra de dinero que no la gana en un mes un trabajador.
Los coleros están al tanto de lo que van a surtir. Si vale la pena,
duermen en los contenes o en el parque más cercano.
Por estos días, muchos coleros merodean la tienda Plaza de Carlos III
porque allí se venden las frazadas para limpiar el piso, difíciles de
obtener en la capital en los últimos meses.
También están en las colas para comprar pasajes de avión, tren u ómnibus.
El propio sistema, que nunca se ha podido despojar de las colas,
promueve que existan los coleros, un empleo ilegal e incómodo, pero muy
bien remunerado.
Para Cuba noticias: aimeecabcu2003@yahoo.es
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4552-los-coleros.html
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