Cuba cierra proyecto cultural La Ópera de la Calle
Fernando Ravsberg / julio 27, 2012
La Opera de la Calle combinaba un proyecto cultural con una paladar, un
restaurante que servía para pagar los salarios de todo el personal y los
demás gastos.
130 familias cubanas han perdido el trabajo a causa del cierre del
proyecto cultural “El Cabildo”, lugar en el que funcionaba un
espectáculo musical que mezclaba la ópera, la zarzuela, el rock, el pop
y los ritmos cubanos, incluyendo los afro religiosos.
Conocidos nacional e internacionalmente como “La Opera de la Calle”, la
compañía rehabilitó un terreno baldío, construyó un escenario y un
restaurante. Con la venta de comida y bebidas financiaban los salarios
de los músicos, cantantes, bailarines y camareros.
Un artículo aparecido en la prensa activó las alarmas en el Departamento
Ideológico del Partido Comunista. Ulises Aquino, el director del
proyecto, nos cuenta que lo citaron allí para pedirle explicaciones y
unos días después cerraron “El Cabildo”.
Los acusan de “enriquecimiento” porque ganaban salarios mensuales de
$2000, equivalentes a unos U$D 80. Son superiores a los que paga el
Estado pero, según economistas cubanos, se corresponden al costo de la
canasta básica de una familia.
Ulises Aquino es un importante cantante lirico cubano que trata de
promover el género entre sus compatriotas, a través del proyecto
cultural Opera de la Calle, incorporando “el folclor y los arquetipos
identitarios de nuestra sociedad”.
El ajiaco cubano (*)
Una semana antes del cierre, estuvimos en “El Cabildo” para hacer un
reportaje. Nos interesaba este proyecto cultural que, aprovechando la
mayor apertura económica, había creado en paralelo un restaurante para
lograr su autofinanciamiento.
Su director, Ulises Aquino nos explicó que “se llama ópera de la calle
porque pretendemos acercar el género lírico a la gente común para lo
cual le incorporamos el folclor y los arquetipos identitarios de nuestra
sociedad, es una nueva forma de expresión lírica”.
El espectáculo dura alrededor de una hora y en el “esta fusionado todo,
desde el teatro lirico, la ópera, la comedia musical, la música
folclórica cubana, la rumba, el rock, el pop, todo. Es el ajiaco de
Cuba”, nos dice Ulises, quien también es un importante cantante de ópera.
Económicamente también era un ajiaco, “somos parte del Ministerio de
Cultura pero somos una estructura de nuevo tipo a la cual le han servido
los cambios que se promueven en el país. Creemos que tiene que haber una
convergencia entre el proyecto cultural y su financiamiento”.
“Mi proyecto de vida”
Samila Lacosta tiene 24 años y lleva 6 en la Opera de la Calle, es
soprano segunda. “Esta es una compañía totalmente diferente, en mi caso
me formó como cantante y bailarina, fue mi escuela, es una propuesta
profesional muy completa”, dice.
“Yo llegué aquí sin saber lo que era la ópera, ni siquiera sabía lo que
era un escenario”, nos explica Samila y agrega que para ella “es muy
especial, es mi proyecto de vida”. Aun no sabía que apenas unos días
después perdería su trabajo y su sustento.
Sulay Hernández estaba desocupada y encontró en el proyecto cultural un
trabajo que “nos aporta mucho desde el punto de vista cultural y social”.
Sulay Hernández es la camarera jefe del restaurante desde el mes de
diciembre, tiene 34 años y estudia comunicación social. “Antes estaba
desocupada hasta que me ofrecieron esta plaza, con un salario que no da
para hacerse ricos pero si para subsistir”, nos cuenta.
Sulay acaba de perder más que un trabajo, “esto es una familia, el
proyecto nos aporta mucho desde el punto de vista cultural y social.
Artistas y trabajadores mantenemos muy buenas relaciones, con muchas
actividades en común entre todos, no hay una relación clasista”.
La quinta columna
Sin embargo, nada pudo evitar que su local fuera cerrado. Para Ulises es
obra de “una columna oculta que intenta detener este movimiento
inexorable que promueve el Presidente Raúl Castro (…), es la burocracia
tratando de conservar su poder desde el oscurantismo”.
“Llegaron a la 10 de la noche, interrumpieron el espectáculo y crearon
el desconcierto entre el público. Es una actitud fascista que nada tiene
que ver con los principios que defiendo yo, el pueblo de Cuba y el
Presidente, quien hace 3 días planteaba la necesidad de cambiar la
mentalidad”.
130 personas trabajaban en El Cabildo, entre artistas, músicos,
bailarines, camareros y cocineros.
130 personas trabajaban en El Cabildo, entre artistas, músicos,
bailarines, camareros y cocineros. Foto: Raquel Pérez
Aquino nos dice que el problema surgió cuando la agencia “Reuter nos
hizo un reportaje a raíz del cual me citaron al Comité Central para
conversar con funcionarios del Departamento Ideológico. Pensé que habían
quedado satisfechos pero parece que no fue así”.
Ulises relata que “a partir de esa conversación se desataron una serie
de incidentes y me acusaron de enriquecimiento, quitándome la licencia
de trabajador por cuenta propia”. Finaliza asegurando que “duele más
porque soy un revolucionario y creo profundamente en la obra humanista
de la revolución”.
(*) Ajiaco, comida cubana compuesta por muchos y muy variados ingredientes.
http://cartasdesdecuba.com/cuba-cierra-proyecto-cultural-la-opera-de-la-calle/
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