Indolencia garantizada
Martes, 31 de Julio de 2012 00:56
Escrito por Guillermo Ordoñez
Cuba Actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Injustas e indiferentes
se han mostrado las autoridades municipales, provinciales y
nacionales ante la grave situación de insalubridad en que viven los
vecinos de la calle Rayo #59 entre Zanja y San José, municipio Centro
Habana.
Hace más de un año que se quejan de la inmensa laguna de aguas albañales
que rodea la planta baja del edificio, pero han recibido como
respuesta, además del silencio, la evasión de la responsabilidad
institucional y cuatro pomitos de repelente contra los mosquitos,
entregados por la directora de la policlínica responsable de esa área de
salud.
La fetidez es dueña absoluta de ese espacio. Los mosquitos y un gran
séquito de insectos conviven ahí. Quizás es la zona apropiada para
salvaguardar alguna especie en peligro de extinción y los atribulados
vecinos desconocen su contribución a la naturaleza.
Lo más irónico de esta situación es que dicho edificio está enclavado a
menos de 100 metros del Comité Municipal del Partido Comunista de
Centro Habana, ubicado en Rayos #12 entre San José y San Rafael. Los
dirigentes municipales han tenido conocimiento del caso y no han hecho
valer su autoridad para dar solución al problema. En vez de ello,
pelotean a quienes se quejan.
La burocracia parece estar a la espera de que haya alguna víctima para
empezar a ocuparse del asunto.
El temor ante tal situación tiene en vilo a estos conciudadanos, que no
encontraron más alternativa que dirigirse a mí, "un connotado contra-
revolucionario", según les han advertido, con el objetivo de que su
inquietud y sus quejas encuentren oídos responsables.
Esta situación pone en duda la batalla que se libra en todo el país
contra el mosquito aedes aegyptis.
Las multas por no permitir a los campañistas penetrar las viviendas
particulares están a la orden del día. Pero en el sector estatal, la
situación higiénica en muchos casos provoca pánico.
En el edificio de Rayos número 59 viven más de 10 niños, conjuntamente
con sus familiares ¿A quien corresponde la responsabilidad por ellos?
¿Dónde y cuando se detendrá la pelota que es hoy el ciudadano?
Las autoridades no se ocupan de los problemas mientras no afecten sus
mecanismos de control sobre la sociedad. Los problemas nacionales solo
encuentran posibilidad de solución cuando se difunden hacia el exterior
y hacen eco. Cualquier asunto, por simple que sea, no es canalizado
hasta que cobran víctimas.
Estamos amenazados por enfermedades transmisibles. Nuestro sistema
inmunológico no esta muy lejos de ser crítico. Ser infectados por
cualquier picadura de insecto es normal, lo que no es admisible es
poner en riesgo a sectores tan susceptibles de la población por la
indolente irresponsabilidad de quienes tienen que velar por la salud del
pueblo.
Este edificio de la calle Rayos colinda por su parte trasera con una
tienda recaudadora de divisas, Riviera. La tienda en algún momento se
sintió afectada y la gerencia de la misma busco una solución: levantó un
muro de contención, creando así una piscina de aguas negras, infectas y
pestilentes. Su objetivo: no dejar en ningún momento de recaudar. Eso es
lo único importante para el estado. Pero estos indolentes desconocen
hasta qué punto su salud y la de sus familiares se encuentra en riesgo
por el peligro real de una posible contaminación. ¿Qué posibilidad
tienen de negarse a trabajar sin perder su puesto de trabajo?
El matiz de este asunto es tan enmadejado como casi todos los que a la
población conciernen. El Estado alega ser responsable de la salud del
pueblo a la vez que niega la existencia de sitios como este y la
proliferación constante de enfermedades evitables. El uso persistente de
insecticidas y pesticidas no libera de irresponsabilidades.
Para Cuba Actualidad: lizama1961@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4791-indolencia-garantizada.html
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