sábado, 13 de febrero de 2016

Más análisis y más provocaciones!

¡Más análisis y más provocaciones!
febrero 10, 2016 10:14 am·

Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Alejandro Armengol no me
sorprende y sorprende a pocos. En su Cuaderno de Cuba, ha publicado
miércoles, 27 de enero de 2016 'Disidencia, información y cambios'. Una
entrega tendenciosa, manipuladora y peor intencionada.

Señala Armengol en su trabajo la pretensión de medir el avance de esta
oposición a partir de, "…los cambios que gracias a ella ha experimentado
la sociedad cubana en los últimos años". Nos dice, que esto es "…como
entrar en un campo minado". Lo importante habría sido señalar quien
mandó a minar el campo para su conveniencia y quien colocó las minas.
Pero lo que concurre en este caso es que la distancia y algunas
conveniencias bloquean la comprensión del término totalitarismo para
Armengol y otros de su corte que escaparon a tiempo de la pesadilla y
nunca la enfrentaron.

Armengol no quiere reconocer que uno de los logros más relevantes del
régimen militar totalitario cubano ha sido sembrar sus agentes en Europa
y en los Estados Unidos casi desde 1959. Ellos minaron el campo que se
mandó a minar desde La Habana. Lo que dice siempre de una u otra forma
beneficia a la misma dictadura. Cada vez que Alejandro Armengol
descalifica a hombres y mujeres afirmados en hacer lo que él nunca pudo
o quiso hacer, presta un servicio a esa misma dictadura.

De vuelta con los cambios, afirma, en un despliegue maestro de
manipulación, "…que muchos de estos cambios no son debidos a la
oposición, sino puestos en práctica en un desarrollo paralelo a esta".
Una forma genial para devaluar entre otros logros, las marchas iniciadas
por las Damas de Blanco y su inmortal líder y fundadora Laura Pollán.
Estas trajeron como resultado las liberaciones de prisioneros políticos
encarcelados en aquella Primavera Negra que los minadores de siempre,
tratan de descalificar y negar en la medida que les es posible.

Nos dice, "…esa misma oposición —que reclama su participación para
lograr estos cambios— los disminuye o desestima, al catalogarlos de
cosméticos". Hay que reconocer la profesionalidad de este colega y su
innegable habilidad para devaluar personas y resultados. ¡Magistral!

Armengol nos da como logros debidos a la buena voluntad del régimen, la
liberación de los prisioneros de la "Primavera Negra", la posibilidad de
entrar y salir del país y la existencia del trabajo por cuenta propia.
¡Qué les parece!

Nos habla sobre una supuesta eliminación del bloqueo a blogs y sitios en
internet. Afirma que entre los "sitios beneficiados", no está incluido
CUBAENCUENTRO. Junto con lo anterior, señala un mayor acceso a Internet
a partir de la instalación reducida y controlada de los nuevos
corralitos para pastar en el césped, conectados al muy controlado
sistema WiFi instrumentado por el régimen para su conveniencia. Entonces
critica con el tono tendencioso de costumbre a la oposición pacífica
interna por no admitir que "algunas de sus quejas anteriores ya han sido
resueltas".

Desde la descalificación tendenciosa que emprende contra la oposición
pacífica y las voces libres que se pronuncian desde Cuba, afirma que el
discurso interno se "…concentra en un reclamo de victimización —casi
siempre real pero en ocasiones exagerado". ¡Mejor Granma!

Esto le permitirá más adelante afirmar que a críticas justas al sistema
se han incorporado, rechazos a la política de "deshielo" del presidente
Barack Obama", como si tales criticas fueran injustas o tan solo
desproporcionadas.

Se refiere o sugiere que determinadas posiciones están dadas para ganar
accesos a "…tribunas y beneficios económicos aún bajo el control de ese
sector del exilio que por años se ha catalogado de "vertical" —sin serlo
en muchas ocasiones—, pero se logra a cambio de entregar parte de la
independencia que se suponía estaba destinada a conquistar. Además del
apoyo — en este caso como rentabilidad añadida— para poder despreciar
como "procastrista" cualquier crítica al respecto".

Los agentes castristas y su actividad fuera de Cuba que Armengol trata
de soslayar, existen. "Ese exilio que por años se ha catalogado de
vertical" y que de alguna forma él considera que no lo es, ha perdido
fuelle, presión, recursos materiales e influencias ganadas por
millonarios sin patria y otros servidores del régimen militar a los que
no se puede o resulta difícil "despreciar como 'procastristas', sin
pagar un alto precio por ello.

El acceso a las "tribunas y beneficios económicos", los viajes, premios
y otras fruslerías, están dados no por las posturas anticastristas, sino
por la afinidad con los millonarios sin patria y el lobby que paga los
servicios mediáticos de The New York Times o el diario español El País.

Otra joya de descalificación tendenciosa está vinculada a la labor de
los periodistas independientes que desde Cuba informan lo que el régimen
militar se esfuerza en ocultar. Armengol reconoce que lo que es de
conocimiento en el exterior, sobre lo que pasa en Cuba, se debe a
denuncias, hechas con inmediatez sobre cualquier hecho noticioso.
Entonces destaca lo que denomina Talón de Aquiles del que no ha logrado
ni logra librarse. Se trata de lo que destaca como "…la ausencia de una
posibilidad para confirmar de forma independiente la información que llega".

Todo parece indicar, de acuerdo con el flujo discursivo del Sr. Armengol
que los culpables máximos de esta situación somos los periodistas
independientes que desde Cuba hacemos lo que nunca tuvo valor, decoro,
deseos o dignidad para hacer. No parece ser el régimen militar
totalitario y dinástico encabezado en la actualidad por el dictador
militar Raúl Castro, el responsable del Talón, el calcañal o el peroné
en cuestión, somos nosotros con nuestro poco profesional trabajo, los
responsables de esta situación.

Nos dice que, "El problema no se resuelve con una disyuntiva de "buenos"
y "malos", porque limitarse a esa alternativa lleva inexorablemente a
tener que admitir una profesión de fe: creo en esto y no en lo otro. Y
el verdadero periodismo no funciona sobre juicios de fe sino sobre la
verificación de los hechos". Me pregunto: ¿Cómo desde dónde lo hace, se
atreve a proclamar los juicios valorativos que proclama? ¿Cómo verifica
las afirmaciones tendenciosas que suelta al vuelo? ¿Se tratará acaso que
encontró la vía expedita hacia las "tribunas y beneficios económicos",
sin contar con el "exilio que por años se ha catalogado como vertical?
No lo sé y lo peor es que no tengo el tiempo o el interés el averiguarlo.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González Febles

Source: ¡Más análisis y más provocaciones! | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/mas-analisis-y-mas-provocaciones/

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