Crisis venezolana augura un verano con recortes de combustible y
parálisis económica
02 de abril de 2017 - 15:04 - Por IVÁN GARCÍA
La onda expansiva del terremoto que vive la nación sudamericana genera
un gran impacto en la isla que de 105.000 barriles diarios de crudo
ahora sólo le llegan 55.000
LA HABANA.-Mientras en Caracas la oposición al gobierno autoritario de
Nicolás Maduro protagoniza enérgicas protestas en las calles condenando
el golpe de Estado contra el Parlamento decretado por el Tribunal
Supremo, la inflación no toca fondo y comer dos veces al día es un lujo
para un segmento amplio de venezolanos, al mismo tiempo, la onda
expansiva del terremoto sudamericano impacta en La Habana.
La crisis política, social y económica que afecta a Venezuela, una
especie de protectorado ideológico diseñado por Fidel Castro con el
consentimiento del fallecido mandatario Hugo Chávez y con amplia
presencia cubana en sectores estratégicos. El verano pasado, la
situación que vive ese país provocó un recorte del 40% en la entrega de
petróleo a la isla por parte de nación sudamericana.
De unos 105.000 barriles diarios de crudo que recibía el régimen de La
Habana, la cifra actual ha descendido a 55.000. Esa reducción incidió en
el retroceso de la economía cubana que decreció un 2% según los cálculos
previstos a pesar del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos
y el crecimiento del turismo que superó los cuatro millones de visitantes.
Un funcionario estatal dice que "aunque la generación de electricidad se
hace con diesel cubano, el recorte de combustible venezolano está
incidiendo en varios programas de desarrollo económico que, o están
parados o funcionan a medias. Cuba exportaba un tercio de ese petróleo
en el mercado internacional, lo que representaba divisas frescas para
las finanzas del Estado. Sin combustible para refinar en la planta de
Cienfuegos, un negocio mixto con PDVSA, las autoridades han tenido que
comprar gasolina y aditivos en Angola. Por esa razón el gobierno raciona
la gasolina premium, que solo se venderá al sector del turismo. Es
posible que este verano se sucedan nuevos recortes de combustible en
diferentes áreas económicas. El Estado intentará proteger el sector
residencial. Regresar a los apagones es casi un suicidio político a las
puertas del retiro de Raúl Castro. La mala situación financiera, el
estancamiento económico y la crisis en Venezuela, que puede llegar a
deponer a Maduro, nos ha colocado en una situación de extrema emergencia".
A la caída en la entrega de crudo venezolano, añádase una emigración
creciente que en los últimos cuatro años, por vía legal o irregular,
provocó que más de 200.000 cubanos se marcharan de su patria, el
acelerado envejecimiento poblacional -dentro de ocho años el 30% de la
población será mayor de 60 años- y el desgaste de poder de un gobierno
que en casi seis décadas no ha sido capaz de erigir una economía funcional.
Los cubanos están al límite. En un país donde la revolución de Fidel
Castro siempre fue más ideológica que racional, más política que
económica y sostenida de una forma u otra por bolsillos ajenos,
cualquier crisis en la nación que les provee recursos vitales provoca un
caos en la frágil economía local.
Sucedió con absoluta rudeza tras la caída del comunismo soviético, en la
primera mitad de los años 90 del siglo XX, cuando se vivió una etapa de
indigencia productiva, apagones de doce horas diarias y un sector de la
población comenzó a sufrir enfermedades debido a la pésima alimentación.
Hugo Chávez fue un salvavidas. La inteligencia política de Fidel Castro,
hábil manipulador, permitió adoctrinar al paracaidista de Barina
mezclando elogios, ideología y promesas grandilocuentes. Nunca en la
historia de la humanidad un país pobre, con unas fuerzas armadas dotadas
de antiguallas y un PIB cuatro veces inferior, pudo conquistar a otra
nación sin disparar un tiro.
Castro lo logró. Al estilo de un astuto Rasputín, le soplaba consejos al
oído del ególatra Chávez y los servicios especiales cubanos llegaron a
controlar mecanismos sensibles de control como las cédulas electorales y
los pasaportes, además de ejercer considerable influencia entre la alta
jerarquía militar y la inteligencia venezolanas.
Pero el mapa actual ha cambiado. Los dos gobiernos, debido a sus
ineficaces modelos económicos: burocracia, corrupción y polarización de
la sociedad, van rumbo al fracaso, y en el caso de Venezuela, a una
implosión social de incalculables consecuencias.
Raúl Castro, pitcher relevo designado a dedo por su hermano, lo sabe. Y
negoció una ventana de salida con Estados Unidos, lo que le permitiría
perpetuar un neo castrismo disfrazado después de su jubilación política,
programada para dentro de diez meses.
Pero contra todos los pronósticos, Donald Trump llegó a la Casa Blanca.
Un tipo que utiliza como un arma de fuego portátil el twitter de su
teléfono móvil. Y no es muy fiable en temas de política exterior.
En el asunto venezolano, Trump ya se decantó por apoyar a la oposición.
Pero en el caso cubano, mantiene un silencio sepulcral que pone a
temblar a los mandarines del Palacio de la Revolución.
En Cuba, el racionamiento de la gasolina especial, nuevas restricciones
que pudieran llegar el próximo verano, y la recesión de la economía
pasan por Caracas, pero terminan en Washington.
Castro II le ha enviado misivas a Putin para iniciar un convenio
petrolero. Ha recibido la callada por respuesta. El déficit petrolero es
la razón principal para que la autocracia verde olivo intente negociar
con su histórico enemigo ideológico, sin desmontar el sistema comunista,
prohibiendo la disidencia y la prensa libre.
Cómo va a terminar la historia, no se sabe. Venezuela tiene el tiempo
cumplido. Cuba juega a la asunción al poder de un cubano sin apellido
Castro, a ver qué pesca en el río revuelto del norte.
Source: Crisis venezolana augura un verano con recortes de combustible y
parálisis económica | Cuba, La Habana -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/crisis-venezolana-augura-un-verano-recortes-combustible-y-paralisis-economica-n4118710
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