miércoles, 15 de marzo de 2017

La crisis del transporte y el miedo

La crisis del transporte y el miedo
14 Marzo, 2017 7:03 pm por Aimée Cabrera

Centro Habana, La Habana, Aimée Cabrera, (PD) Los transportistas
privados llamados por el pueblo "boteros", siguen en su lucha
silenciosa, buscando estrategias, desafiando al estado.

Por la TV, la radio y la prensa oficial difunden las opiniones de
personas que apoyan las medidas tomadas contra los choferes privados.

El estado llama a la población a delatar a los choferes que cobren por
encima de las tarifas impuestas.

Algunos boteros no han tenido otra opción que continuar su labor. Otros
se niegan y los más listos tratan de escapar de los inspectores y
agentes del tránsito.

Hay inspectores que simulan ser simples pasajeros y que muestran sus
credenciales en el momento de pagar.

A muchos de los choferes sancionados les retiran las licencias. Y
amenazan con decomisarles los carros.

En más de 50 años el MITRANS nunca ha logrado solucionar el problema del
transporte. Cada vez es peor. Las paradas están abarrotadas. Los ómnibus
demoran en pasar. Maltrechos, muy sucios, con gran parte de los asientos
rotos, ruedan por calles llenas de baches. Y cuando se rompen, no hay
piezas de repuesto.

Los choferes de los ómnibus estatales tienen que hacer también de
conductor. Y la estimulación que reciben no compensa su bajo salario.

De los choferes de los taxis amarillos estatales no se habla en los
reportajes de los medios estatales. Y son los peores. Casi nunca van
para donde tienen que trasladarse quienes los paran. A menos que la
persona les pague una buena tarifa en CUC, prefieren ir vacíos.

Hay unos autobuses pequeños, pertenecientes a cooperativas que son
conocidos como "los Ruteros". Al precio de cinco pesos y, casi todos con
aire acondicionado, hacen diversos recorridos pero la demanda es muy
superior a la oferta. Esperar para ir sentado en uno de ellos ocasiona
la pérdida de más de una hora, sin contar el tiempo del recorrido.

El estado no da facilidades a quienes pudieran brindar un mejor servicio
a la población en estos minibuses ruteros.
Y ya apenas se ven los ómnibus llamados taxibuses, que no eran
climatizados pero disponían de asientos confortables.

Estar entre las 7 y las 9 de la mañana en una parada como la de Calle 23
y P, en La Rampa, donde se bajan pocas personas, es crítico. Los
choferes paran fuera de parada o sencillamente no paran.

Los directivos del MITRANS tienen transporte garantizado, lo mismo que
el resto de los dirigentes estatales. Así es muy fácil acusar a los
transportistas privados de querer enriquecerse a costa del pueblo.

Pasan las semanas, y la crisis del transporte público en La Habana se
agrava.

La huelga en silencio de los transportistas privados deja entrever el
miedo en que viven los cubanos: los pisotean y no se atreven a alzar la
voz para defender sus derechos.
aimeecabrera825.@gmail.com; Aimée Cabrera

Source: La crisis del transporte y el miedo | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/la-crisis-del-transporte-y-el-miedo/

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