El comandante yanqui que desafió a Fidel Castro
El dictador cubano solía asegurar que "Morgan no es americano, es cubano"
Sábado, marzo 11, 2017 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba.- En los primeros meses de 1959, contrario a lo que
cabría suponer de guiarse por lo que cuenta la historia oficial, eran
mucho mejores las relaciones de Fidel Castro con el Segundo Frente
que con el Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE).
Fidel Castro tuvo que maniobrar para conseguir desarmar al DRE (recordar
aquel famoso discurso del "¿armas para qué?") y hacer que se retiraran
del Palacio Presidencial, la Universidad de La Habana y el cuartel de
San Ambrosio que habían tomado. En cambio, eran estrechas sus relaciones
con Eloy Gutiérrez Menoyo, el jefe del movimiento rival del DRE y cuyas
fuerzas había sido de las primeras en irrumpir en la capital tras la
caída del régimen de Batista.
Tan de confianza era Gutiérrez Menoyo que él y Armando Fleites, otro
hombre del Segundo Frente, estuvieron en la comitiva que acompañó a
Castro en su viaje a Venezuela, que fue el primero que hizo al exterior,
a solo unas semanas del triunfo de la revolución.
En aquellos días, el norteamericano William Morgan, el segundo de
Gutiérrez Menoyo en el Segundo Frente, era de los comandantes más
próximos a Fidel Castro, quien solía mostrarse afectuoso con él y
elogiaba la valentía que había mostrado en la guerrilla.
Castro lo llamaba "el comandante yanqui" pero solía asegurar que "Morgan
no es americano, es cubano".
Los poco más de 32 años que duró la vida de Morgan son dignos de una
novela.
William Alexander Morgan, que había nacido en Cleveland, Ohio, en 1928,
tenía un carácter sumamente impulsivo y vehemente. A los 18 años, cuando
era soldado de las fuerzas estadounidenses de ocupación en Japón, luego
del fin de la Segunda Guerra Mundial, fue preso por indisciplina. En
1950 le dieron baja deshonrosa del ejército norteamericano. Seis años
después fue a parar a Cuba, embullado por Jack Turner, un aventurero
amigo suyo, quien lo conectó con los revolucionarios que combatían
contra la dictadura de Batista, a quienes suministraba armas y explosivos.
A fines de 1957, Morgan se unió en la sierra del Escambray a las fuerzas
de Gutiérrez Menoyo, convirtiéndose en poco tiempo en su segundo. Por
entonces, Menoyo tenía 22 años y Morgan no había cumplido los 30.
Las fuerzas del Segundo Frente, escindidas del DRE, mantenían en jaque
al ejército gubernamental con sus frecuentes ataques a los cuarteles, y
contribuyeron a la victoria en Las Villas de los rebeldes de Che Guevara.
Morgan, que se distinguió por su arrojo en numerosos combates,
especialmente en Banao, Trinidad, se unió en Cienfuegos a la caravana
rebelde encabezada por Fidel Castro, y entró en La Habana el 8 de enero
de 1959.
A la popularidad de Morgan entre la población contribuyó su historia de
amor que culminó en boda con Olga María Rodríguez, una joven y bella
guerrillera que había combatido bajo sus órdenes en el Escambray.
Gutiérrez Menoyo y Morgan subieron en el aprecio de Fidel Castro luego
de que contribuyeran al fracaso de una expedición de exmilitares
batistianos apoyados por Trujillo que proyectaban una invasión por
Trinidad. En aquel rocambolesco episodio, Morgan, que simuló estar de
acuerdo con los conspiradores, les comunicó que había tomado Trinidad, y
cuando procedente de Santo Domingo, un avión con armas y hombres
aterrizó en el aeropuerto de Trinidad el 12 de agosto de 1959,
inmediatamente cayó en manos de las fuerzas castristas.
Morgan fue presentado como un héroe por Fidel Castro, pero unos meses
después empezó a caer en desgracia, cuando mostró su desacuerdo con el
rumbo comunista que iba tomando el régimen.
Luego de varios choques con Che Guevara y Félix Torres, quien durante la
insurgencia había comandado en Las Villas, en la zona de Yaguajay, una
exigua e inefectiva guerrilla comunista, Morgan empezó a ser relegado.
Lo enviaron a dirigir un centro de cría de ranas toros en el Escambray.
Allí fue arrestado en octubre de 1960. Lo acusaron de ser agente de la
CIA y de alentar una conspiración contrarrevolucionaria.
Luego de permanecer preso más de cuatro meses en la fortaleza de La
Cabaña, Morgan fue juzgado sumarísimamente el 9 de marzo de 1961 y
fusilado menos de 48 horas después, el día 11.
Cuentan que cuando Fidel Castro fue a verlo a la cárcel, poco antes de
que lo condujeran al paredón, Morgan se mostró desafiante y cantó en
inglés, interrumpiendo el regaño del Comandante en Jefe.
La esposa de Morgan, Olga María Rodríguez, fue condenada a doce años de
cárcel. Cumplió íntegramente la condena y se marchó a los Estados
Unidos en 1980. Desde entonces ha exigido infructuosamente que le
entreguen los restos de su marido.
Ahora que se cumplen 56 años del fusilamiento de William Morgan es buen
motivo para recordar otra de las turbias y mal contadas historias de
la revolución castrista.
luicino2012@gmail.com
Source: El comandante yanqui que desafió a Fidel Castro CubanetCubanet -
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