miércoles, 15 de marzo de 2017

Cubanos invisibles

Cubanos invisibles
DANIEL MORCATE

Legisladores cubanoamericanos le pidieron a la Organización de Naciones
Unidas que vele por que se cumplan las leyes internacionales en el caso
de los cubanos que deambulan por Latinoamérica. Fue un gesto necesario y
oportuno. Los cubanos en fuga se han convertido en punching bag de
burócratas, funcionarios corruptos y contrabandistas ante la
indiferencia de la opinión pública mundial. Los mismos gobiernos que
toleran y alientan a la vieja tiranía que los ahuyenta de Cuba les dan
un portazo en las narices. Algunos llevaban tiempo haciéndolo con
disimulo. Ahora lo hacen de manera descarnada, siguiendo el mal ejemplo
que les dio el presidente Obama cuando eliminó la política de bienvenida
a los fugitivos del castrismo.

El cambio de gobierno en Estados Unidos no ha aliviado la política de
rechazo a quienes huyen del castrismo. A decenas los están deportando a
la isla cada mes. A quienes vienen a visitar familiares se les somete a
complejos interrogatorios burocráticos y a menudo se les niega la
entrada. Aquilino Caraballo y su esposa, Georgina Hernández, tuvieron la
honestidad de confesar que deseaban quedarse en Estados Unidos, donde
residen sus hijos, y pidieron asilo. Pero los arrestaron sin
contemplaciones. Caraballo se encuentra en el centro de detenciones de
Krome. Él y su esposa encaran un juicio que sentaría precedente para
muchos cubanos. Haría falta un milagro legal para salvarles de la
devolución al infierno que dejaron atrás.

Para justificar el rechazo a Caraballo, Hernández y otros cubanos como
ellos, Washington finge que el régimen de la familia Castro no es lo que
es: una implacable dictadura donde no solo se persigue y castiga a
quienes disienten sino que también se conculcan todos los derechos
humanos básicos. Es lo mismo que han fingido por décadas gobiernos
latinoamericanos que se han negado a proteger a los cubanos en fuga.
Vivir en una dictadura como la castrista es, por definición, vivir como
un perseguido político. Por eso desde los tiempos del antiguo Egipto y
la Grecia antigua se reconoce el derecho a reclamar asilo y protección
de quienes padecen dictadura. Ese derecho está nítidamente plasmado hoy
en el Artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
el cual dice: "Todo el mundo tiene el derecho de buscar y disfrutar en
otros países asilo de la persecución". Estados Unidos y otras naciones
que deportan cubanos, sin excepción, violan ese precepto de una
Declaración de la que son signatarios.

José Antonio Blanco, director de la Fundación para los Derechos Humanos
en Cuba, advierte que en el juicio a Caraballo y Hernández no se está
juzgando a dos personas "sino a un sistema". Es el sistema que el pasado
fin de semana arrestó a casi un centenar de Damas de Blanco y
simpatizantes por repudiar al régimen y reclamar libertad en público. El
mismo sistema que la semana pasada detuvo a José Daniel Ferrer y otros
militantes de la pacífica Unión Patriótica Cubana, UNPACU, les allanó
sus viviendas y les decomisó desde alimentos hasta computadoras y otros
materiales para escribir y expresarse.

A la humillación que padecen los cubanos a manos del régimen castrista
se suma ahora la que les infligen gobiernos y bandas de contrabandistas
cuando huyen de Cuba. En estos días Honduras detuvo a casi 400 y no sabe
qué hacer con ellos, pues Estados Unidos no los quiere. La policía
mexicana liberó a 33 a quienes traficantes humanos mantenían en
condiciones infrahumanas en Cancún. Ahora encaran la deportación a la
isla. Y Panamá deportó a 25 como parte de un "memorando de
entendimiento" con la dictadura cubana. ¿Cuántos de los funcionarios
panameños que los devuelven al infierno descienden de otros panameños
que alguna vez se refugiaran en Cuba o que fueron acogidos por el exilio
cubano en Miami?

Los cubanos en fuga se han vuelto invisibles. La temporada de darles
caza se ha hecho permanente. Pero es no solo posible sino necesario
tenderles una mano. La Oficina del Comisionado para los Derechos Humanos
de la ONU puede y debe ayudar en este empeño, recordándoles a los
gobiernos –incluyendo el norteamericano– su responsabilidad de respetar
el derecho que tienen esos cubanos a refugiarse de la opresión.

Periodista cubano.

Siga a Daniel Morcate en Twitter: @dmorca

Source: Cubanos invisibles | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/daniel-morcate/article138445028.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario