Cuba, más atada que nunca a EEUU
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES | Los Ángeles | 24 de Marzo de 2017 - 08:24 CET.
La mejor manera de constatar que la economía de Cuba depende hoy de EEUU
más que nunca antes en su historia es haciendo un ejercicio mental muy
simple: imaginarse que Washington prohíbe los viajes, remesas y paquetes
hacia la Isla, con excepción de medicinas y visitas excepcionales de
cubanos a ver a familiares muy enfermos.
¿Qué pasaría? ¿Puede alguien hacer una evaluación coherente de un
escenario como ese? Muchos ni querrán imaginárselo siquiera. Eso no va
a ocurrir, pero solo suponerlo hipotéticamente pone los pelos de punta a
muchos, sobre todo a la elite político-militar castrista. De hipótesis y
posibles escenarios se nutren también las ciencias políticas.
La propaganda castrista ha estado machacando durante casi 60 años que
Cuba antes de 1959 era una neocolonia de EEUU. Claro, a los medios y a
los centros académicos en la Isla les prohíben investigar o publicar
nada acerca de cómo la Cuba "revolucionaria" fue muchísimo más
dependiente de la URSS que la Cuba "burguesa" de EEUU. Y lo que es
peor, que hoy depende más que nunca del cash norteamericano, sobre todo
a partir de la devastadora crisis económica en Venezuela.
La hipocresía en la realpolitik, y la doble cara del régimen castrista,
son evidentes. Con una cara agita en lo interno la bandera contra el
"Imperio" y el "criminal bloqueo", y con la otra ruega, gestiona, y
mueve tras bambalinas sus tentáculos en EEUU en los círculos políticos
más a la izquierda, y dentro del empresariado norteamericano, para
alentar los viajes y vuelos comerciales a Cuba, y para que el Congreso
levante el embargo y así poder tener acceso a créditos internacionales e
inversiones extranjeras.
Esto último, obtener créditos, dinero en efectivo e inversiones es clave
para el dictador y su Junta Militar. Los planes de traspaso del Gobierno
y de la dirección del Partido Comunista (PCC) a militares y civiles "no
históricos", a partir de 2018, requieren de un respaldo financiero
estabilizador que ahora no tienen.
Más dinero estadounidense que nunca
Entre remesas, paquetes, y viajes a Cuba, desde EEUU en 2016 llegaron a
Cuba más de 7.000 millones de dólares. Esa cifra ya superó, según los
expertos, el monto de los subsidios venezolanos. Triplicó los ingresos
de la industria turística cubana, casi duplicó el valor de las
exportaciones cubanas de bienes en 2016, que no llegaron a los 4.000
millones y fue 15 veces superior al valor de las exportaciones de
azúcar. Por cierto, en esta última zafra de 2016 la Isla obtuvo solo la
tercera parte del azúcar producida en 1925 (5,1 millones de toneladas).
De 1902 a 1958, si bien casi el 80% del azúcar cubano era exportado a
EEUU (a precios superiores a los del mercado mundial) y el resto del
comercio isleño se realizaba en buena medida con el vecino norteño,
había dos grandes diferencias con respecto a la realidad presente:
1. No había, como ahora, casi dos millones de cubanos en EEUU aportando
al país más divisas que la suma de todas las exportaciones cubanas de
bienes, incluyendo azúcar, níquel, tabaco, ron y productos
farmacéuticos. Las divisas obtenidas con las exportaciones de bienes de
la Isla en 2016 representaron la mitad del total recibido desde EEUU.
2. Había empresa privada en Cuba, que generaba el grueso del Producto
Interno Bruto (PIB), para un PIB per cápita superior al de España y
casi igual al de Italia.
Parasitismo genético
El problema es que, a diferencia de una economía de mercado, la de Cuba
es parasitaria, debido a la tara genética de su estatismo
marxista-leninista, contrario a la naturaleza humana. Y solo puede
funcionar si es subsidiada desde el extranjero. Antes desde Moscú, y
después desde Caracas. Ahora, con la crisis en Venezuela, la economía
cubana es sostenida por la "gusanera" de Miami. El cash que satisface
hoy la mayor parte de las necesidades en Cuba tiene origen
"imperialista", y valga la ironía.
Eso no ocurrió nunca antes. Según cifras oficiales, en los años 50 EEUU
adquiría el 57 % de las exportaciones totales de Cuba. O sea, la Isla
vendía al resto del mundo casi la mitad de sus bienes exportables,
incluyendo ganado bovino, café, piña y otros productos que el país luego
fue incapaz de exportar al llegar los Castro al poder. En esa década
precastrista Cuba producía 60.000 toneladas de café anualmente. En 2016
produjo 5.687 toneladas. Increíble, pero cierto.
De la dependencia de la URSS el reconocido economista cubano, profesor
Carmelo Mesa-Lago, ofrece cifras elocuentes. En 1989 Cuba recibió de la
URSS y en mucho menor grado de otros países "hermanos", el 98% del
petróleo, 80% de la maquinaria, 57% de los productos químicos y 53% de
los alimentos. El 78,6% de todas las importaciones también procedieron
de esas naciones comunistas.
De acuerdo con las pocas cifras oficiales al respecto, desde el ingreso
de Cuba en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), en 1972, el
intercambio comercial total cubano (exportaciones e importaciones) con
la URSS y demás países comunistas osciló entre un 75% y un 80%. El
clímax se produjo entre 1984 y 1991, durante el apogeo de las
subvenciones soviéticas, cuando Moscú pagaba a los Castro 45 centavos
por libra de azúcar mientras en el mercado mundial se cotizaba a 4 o 5
centavos.
Lo que pocos saben en el mundo es que el grueso de esos suministros Cuba
lo recibió gratuitamente, pues no pagó nunca sus enormes déficits
comerciales. Acumuló así con Moscú una deuda de 35.000 millones de
dólares. El 90% fue perdonada en 2014 por Vladimir Putin, consciente de
que nunca la cobraría. Quiso obligar al general Castro a pagar, al
menos, 3.500 millones. Pero igual no va a cobrar ni un centavo.
Conservo en papel de teletipo, ya amarillento, un reporte de la agencia
AFP de 1995 en el que se aprecia que entre 1984 y 1991 Cuba acumuló un
déficit comercial de 16.084 millones de dólares en esos 8 años, un
promedio de 2.010 millones anuales, con un pico de 2.740 millones en
1989. Y casi todo ese comercio desbalanceado fue con la URSS.
Subordinación total
Por otra parte, la Isla recibía gratuitamente miles de millones de
dólares en armamento de todo tipo: aviones, tanques, cañones, barcos,
cohetes, vehículos, fusiles, y el avituallamiento para el que se
convirtió en el ejército más grande y poderoso de América Latina luego
del brasileño. Cuba recibió incluso 42 misiles nucleares (podían
alcanzar Washington y Nueva York) que pusieron al mundo al borde de una
guerra atómica, en 1962.
Pero el colmo es que en los años 80 (hasta 1986), el entonces ministro
de Economía de Cuba, Humberto Pérez, me dijo off the record que Moscú
vendía a países capitalistas casi tres millones de toneladas de petróleo
crudo que Cuba no consumía de su "cuota asignada" anualmente en el CAME,
y que luego enviaba el dinero a La Habana, por un monto superior a las
divisas provenientes de las exportaciones azucareras.
Claramente vemos que Cuba no era una neocolonia, sino una colonia
soviética estrictamente hablando, pues agreguemos que el mayor aparato
de inteligencia y de represión de Latinoamérica, el castrista, fue
montado y entrenado por la KGB, con ayuda de la neonazi Stasi
germano-oriental. Todo gratis.
Con toda su dependencia comercial de EEUU antes de 1959, Cuba jamás
estuvo tan subordinada al vecino EEUU como luego lo estuvo de la URSS, a
19.000 kilómetros de distancia, más allá del Mediterráneo.
Y teniendo en cuenta el parasitismo inherente al castro-socialismo, hoy
Cuba depende tanto de EEUU que si se produjese el escenario que señalé
al principio la nación se paralizaría. Sería otra Cambodia con ollas
colectivas para mal comer. Sin el dinero "yanqui" el castrismo sería
insostenible.
Source: Cuba, más atada que nunca a EEUU | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1490010438_29774.html
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