miércoles, 8 de febrero de 2017

Orlando Gutiérrez "El presidente Trump debe ayudar al pueblo cubano"

Orlando Gutiérrez: "El presidente Trump debe ayudar al pueblo cubano"
07 de febrero de 2017 - 21:02 - Por Iliana Lavastida y Jesús Hernández

Está convencido de que el renacer de la nación depende de la unidad de
los cubanos exiliados y la oposición, y haya inspiración en la prédica
martiana para reorganizar la sociedad civil

MIAMI.- Entre los líderes del exilio cubano en Miami destaca Orlando
Gutiérrez y su trabajo en el Directorio Democrático Cubano, que forma
parte de la Asamblea de la Resistencia Cubana, donde se agrupan algunas
de las principales organizaciones de exiliados y de la oposición interna.

De palabra aguda y centrado en la realidad sociopolítica que caracteriza
a la sociedad cubana, Gutiérrez, que salió de Cuba a los cinco años y
desde entonces mantiene viva la imagen del lugar donde nació, habló con
DIARIO LAS AMÉRICAS sobre un esperado cambio de política de Washington
hacia La Habana, las tareas de la oposición cubana y su opinión sobre la
derogación de la política "pies secos, pies mojados", así como la
evolución política y social de la comunidad cubana en Miami y su ideal
sobre el futuro de la nación caribeña.

-Una buena parte de la oposición en Cuba intuye que el nuevo Gobierno de
EEUU podría ser positivo para agilizar un cambio político en Cuba, tras
el proceso de flexibilización del presidente Obama. ¿Cuál es su
percepción al respecto?

Las declaraciones de Donald Trump sobre el caso cubano han coincidido
con nuestro sentir. Clasificó a Fidel Castro como dictador, expresó su
respaldo a la oposición en la isla y a la resistencia cubana. La
aspiración de Raúl Castro es que Trump continuase con el juego de Obama
con la política de concesiones unilaterales. Por lo que puedo ver, Trump
va en una dirección diferente. No creo que un presidente siente esas
bases sobre la política hacia un país y después las cambie. Aquí hay un
cambio profundo. Además, hay un despertar del poder electoral
cubanoamericano. Hemos visto una movilización en los últimos meses como
hacía tiempo no se veía. No sólo por la muerte del tirano, sino por la
energía que ya se sentía antes. Hemos visto mucha gente joven
incorporarse a esta causa. Vimos cómo jóvenes nacidos aquí y recién
llegados de Cuba se unieron en una afirmación de cubanidad. Y eso se
traduce en votos, se traduce en un poder electoral que está establecido
por todos oficiales electos cubanoamericanos. Y tal vez por eso Trump ve
a Cuba no sólo como un factor de política exterior, sino también de
política interna.

-¿Habrá un regreso a la línea dura con la dirección diferente que usted
percibe de la administración Trump?

Yo no diría línea dura. Es una línea realista. ¿Con quién estamos
lidiando en Cuba? Con un grupo mafioso que no tiene escrúpulos. Es un
régimen que ve cualquier gesto de generosidad como si fuera una
debilidad. Vieron en la generosidad de Obama una luz verde para
continuar con la represión. La forma realista de lidiar con mafiosos es
con un mensaje muy claro y objetivos muy definidos, que hagan saber que
hay una diferencia sustancial entre el régimen cubano y un gobierno
democrático como el de Estados Unidos.

Raúl Castro dijo hace unos días que estaba dispuesto a conversar con
Trump si se respeta la soberanía cubana. En realidad, Raúl Castro ha
robado la soberanía cubana. En Cuba el pueblo no tiene forma de
expresarse. Ellos han creado una catástrofe en la isla que amenaza la
vida misma de la nación cubana. Cuba es el país con la tasa más alta de
suicidios en el hemisferio, de abortos, de refugiados. Es un país que se
está desangrando y eso causa una enorme cantidad de refugiados. El
Gobierno de Donald Trump cuenta con un grupo ideológico que tiene una
visión muy nacionalista, muy basada en la soberanía estadounidense. Y lo
que el Presidente debe entender es que sólo la recuperación de la
soberanía por parte de los cubanos puede detener la hemorragia de
recursos humanos de Cuba y convertirla en un próspero socio, y no en la
carga que es para Estados Unidos en estos momentos.

-En su opinión, ¿debe el Gobierno de Trump replantear las relaciones
diplomáticas con Cuba?

Hay que mantener la embajada. No se debe retroceder. No le conviene ni
al pueblo de Cuba ni a los Estados Unidos nada menos que una embajada.
Dada la muerte de Fidel Castro y la desaparición pronto del núcleo
central del régimen, el objetivo realista de Trump debe ser ayudar al
pueblo cubano en la más pronta recuperación posible de sus libertades.

-¿Cómo percibe la derogación de la orden "pies secos, pies mojados",
para permitir el ingreso a EEUU de cubanos sin visas?

La política de Obama estaba dirigida a fortalecer el régimen cubano y a
tenerlo en cuenta como interlocutor válido en las relaciones futuras
entre ambos países. Obama ignoró la ley de libertad cubana que subordina
la política de Estados Unidos a la democracia y el respecto de los
derechos humanos en Cuba. Dentro de ese contexto, decirles a los cubanos
que ya no tiene asilo en EEUU es un acto inmoral. Reúso que nos metan en
el gueto del tema migratorio porque de ahí no sale la solución. No
podemos hablar de inmigración solamente porque ahí es donde el régimen
cubano quiere tenernos.

-¿Qué es lo que más le motiva a perseverar por el fin de la dictadura en
Cuba?

El daño espiritual, cultural, que le han hecho a la nación cubana es mi
inspiración para luchar hasta la muerte.

-¿Falta solidaridad internacional para acabar con ciertas dictaduras?

Bajo los gobiernos de Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush, Bill
Clinton y George W. Bush hubo un esfuerzo innegable por convertir el
respeto a los derechos humanos en una política de Estado. Durante esos
tiempos la comunidad internacional, basada en los derechos de la
democracia, fue muy activa en apoyar a la oposición en Cuba. Eso ha
cambiado. Obama le dio marcha atrás a esa política internacional de
Estados Unidos y hemos visto un debilitamiento de la disposición de la
comunidad internacional a favor de los derechos humanos, la libertad y
los derechos públicos. Obama tomó la política de reconocer a los estados
tal y como estaban, y eso ha hecho daño a la gestión de solidaridad con
los pueblos oprimidos.

La tiranía castrista cuenta con un aparato de apoyo internacional, que
comienza aquí en EEUU, que no ha tenido ningún otro régimen. Quisiera
Pinochet o Franco haber tenido el apoyo de ideólogos en universidades y
prensa que ha tenido el régimen de Castro, que siempre ha sido parte de
un oscuro aparato internacional de izquierdas antidemocráticas.

Esto ha sido parte esencial del mantenimiento de la tiranía en Cuba,
además el terror que los gobernantes democráticos le tienen a ese
aparato. Yo he viajado por toda América Latina buscando apoyo para la
democracia en Cuba. Los gobiernos le tienen miedo. Me he reunido con el
FMLN, grupos de izquierda y he encontrado un gran terror al aparato de
inteligencia castrista. Traicionaría el concepto de confidencia si digo
quienes.

-Hablamos de la valentía de la oposición en Cuba pero pocas veces
mencionamos los desaciertos que han dificultado la misión por la
democracia ¿Cuáles son los puntos en los que no han sido efectivos?

Conocemos cómo funciona el régimen represivo, que tiene todo el poder a
su disposición. Es una oposición heroica porque vive en unas condiciones
completamente adversas. Por eso se hace muy difícil llevar a cabo
cualquier misión. Hay un sector que actúa como si el régimen fuera un
gobierno a respetar. Concesiones de valor como referirse a Raúl Castro
como presidente. Mientras mejor definamos los términos, más fuerte será
la oposición. En la política la batalla comienza y termina por las palabras.

-¿Cómo valora la función de la Asamblea de la Resistencia Cubana?

Su creación hizo más efectivo la movilización del exilio en Miami, la
oposición dentro de Cuba y la opinión pública internacional. Me alegra
mucho que el Directorio Democrático Cubano, junto a otras
organizaciones, cerca de 20, fundáramos la asamblea. Esto cumple con la
tradición democrática cubana asambleísta. Para reaglutinar a la sociedad
civil cubana hay que pasar por una asamblea. Defendemos a la familia,
las tradiciones y la cultura. El mandato es orgánico, no es ideológico.
Queremos la democracia representativa porque es la que mejor se asemeja
a la identidad del cubano. José Martí lo aceptó en su momento. La
democracia es lo que mejor nos conviene por nuestra forma de ser libre.
La reconciliación, el saneamiento del pueblo cubano, comienza
indiscutiblemente con la recuperación de las libertades públicas. Sin
eso no hay reconciliación.

-¿Considera que ha habido un cambio en la comunidad cubana en Miami,
desde el punto de vista social, político, económico y cultural, con las
múltiples oleadas de migrantes de la isla en los últimos años?

El exilio cubano es una república invisible. Por lo tanto, es una
entidad pluralista. Siempre lo ha sido. Me encantaba ir a las librerías
cubanas en Miami porque encontraba una gama de pensamientos muy amplia,
desde anarquismo y nacionalismo hasta socialistas. Todo eso existe
dentro del exilio cubano y lo mismo aplica a las generaciones. Lo que
une a nuestra comunidad es un sentido de rechazo al régimen de Castro
muy profundo. Una de las cosas que se dio en esta elección presidencial
(8 de noviembre) y distritos electorales, donde hay mayoría cubana, el
voto fue otorgado abrumadoramente para castigar la política de Obama
hacia Cuba. Y en esos lugares votaron los cubanos que llegaron hace 50
años y también los que llegaron hace cinco. Es una comunidad con
matices, como es Cuba, pero tiene una unidad de sentido patriótico
formidable. Eso muestra que nuestra comunidad es diversa y
representativa de la Cuba que puede ser.

¿Cómo afecta esa injerencia a las democracias de la región?

Miren cómo socavaron la democracia venezolana. Eso fue un plan
establecido. No estoy justificando los errores de la clase gobernante
venezolana anterior pero allí había una democracia. ¿Cómo la socavaron?
Eso fue un plan riguroso, cuyo objetivo era tomar Venezuela o México.
Tomaron Venezuela. Ocupan Venezuela. El general cubano Carlos Fernández
estuvo dirigiendo la represión en Venezuela. Muchas veces no nos
percatamos que estamos frente a un aparato internacional muy bien
engrasado que respalda estas dictaduras hasta el final.

-¿Cómo imagina esa Cuba que puede ser?

La imagino con la más diversa gama de pensamientos que podamos imaginar.
Eso representa la Cuba alternativa, la Cuba democrática.
Lamentablemente, el primer experimento republicano apenas duró 56 años.
Pero lo que lograron los cubanos en ese corto tiempo, tras recibir un
país devastado por la guerra de independencia, es cuando menos
impresionante. Y eso fue posible porque hay algo muy especial en los
cubanos. Hay una mezcla de razas, un sentido de propósitos y unidad que
produce la creatividad. Y eso se ve en el exilio cubano. Así que ese
país que puede ser es un país creativo que podría parecer caótico en
algunos aspectos pero así es la democracia, con mucho compromiso
nacional, y esa es la Cuba que puede ser.

-¿Se imagina regresando a Cuba?

Nunca me he ido de Cuba. Siempre he estado dentro de la nación cubana.
No he estado en el territorio nacional pero he estado dentro de la
nación cubana, gracias a mi familia que siempre respiró cubanidad, por
mi cultura y tradición. Salí de Cuba cuando tenía cinco años y antes de
salir mi padre me llevó por varios lugares de La Habana para que siempre
los recodara. Disfruto ser cubano. Es estéticamente bello ser parte de
la identidad cubana. Pisar el suelo cubano será el dulce, ojalá Dios me
lo dé.

Source: Orlando Gutiérrez: El presidente Trump debe ayudar al pueblo
cubano | Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/florida/orlando-gutierrez-el-presidente-trump-debe-ayudar-al-pueblo-cubano-n4114384

No hay comentarios:

Publicar un comentario