miércoles, 8 de febrero de 2017

La mancha que Obama no podrá borrar

La mancha que Obama no podrá borrar
7 febrero, 2017 11:43 pm por Carlos Millares Falcón

La Habana, Cuba, Carlos Millares, (PD) Si bien el 17 de diciembre del
2014 fue aceptado con beneplácito por la comu- nidad internacional y la
mayoría del pueblo cubano y le ganó al Sr. Obama reconocimiento y
cariño, el 12 de enero del 2017 se convierte en una mancha en su
historial. El acuerdo firmado con el gobierno cubano que pone fin a la
política de pies secos, pies mojados y elimina de un plumazo el parole
para los médicos cubanos, ha causado un profundo disgusto y puede
decirse que hasta desesperación en estas mismas personas.

No es que esté de acuerdo para nada en que esta política sea buena, pues
ha implicado la muerte de un sinnúmero de cubanos en el Estrecho de la
Florida y más recientemente en una travesía mortal a través de los
países de América del Sur y Central, creando incluso dificultades a los
gobiernos de estos países; me refiero a la forma en que han sido
aplicados los acuerdos, de forma expedita y sin tener en cuenta para
nada los cientos de cubanos que están en el mar o atravesando fronteras,
causando desesperación, separaciones familiares, etc.

Los cubanos que para realizar la travesía vendieron todos sus
propiedades y pertenencias en Cuba, se ven ahora frente a la posible
deportación.

Reconozco el derecho del gobierno de EE.UU. a establecer los controles
que considere necesarios y oportunos para controlar la migración y sus
fronteras; pero, también creo que la situación fue creada por ese mismo
gobierno con esta política y la Ley de Ajuste Cubano y debió el Sr.
Obama, haciendo honor al Premio Nobel de la Paz que ostenta, haber
tenido en cuenta todas estas situaciones y los daños materiales y
sicológicos que implicaba la expedita medida sobre todas estas personas,
que dicho sea de paso, son varios cientos.

Resulta en extremo lamentable que este acuerdo y medidas expeditas
pudieran haber sido motivados por la idea de crear conflictos a Trump a
solo 6 días de su investidura. Realmente no se necesitaba esto; pues ya,
con las declaraciones que ha venido realizando a lo largo de su campaña
y durante el período de transición, existen suficientes preocupaciones
en los inmigrantes y la posibilidad de que estos enfrentes políticas
definidas como anti-inmigrantes.

La migración en Cuba es considerada de tipo económica, definición con la
que no coincido. El fenómeno migratorio en Cuba tiene un componente
socio-político agregado y que trata de ser minimizado. Es conocido que
en Cuba existen serios problemas sociales que afectan al ciudadano
común, la falta de derechos, como libertad de expresión, libertad de
asociación y el aumento de la represión, aportan inseguridad en el
futuro y conducen a buscar en otros países mejores condiciones. La
pregunta que se impone es ¿dónde hacerlo? Y la respuesta es bien clara,
a partir de la gran cantidad de cubanos radicados en EE.UU. y las
referencias que se reciben de las posibilidades reales de tener mejores
condiciones de vida, derechos y amplias posibilidades de mejorar a
partir del propio trabajo. Ese cuadro propicia el fenómeno migratorio
hacia ese país.

Quienes criticaban a Obama por haber sido "suave" en sus negociaciones
con el gobierno cubano, tenían razón. Ha cedido más de lo necesario e
imprescindible en su afán por normalizar las relaciones con Cuba.

He conocido declaraciones de líderes de la oposición que aprueban esta
medida de Obama, alegando que esto aumentará la presión interna sobre el
gobierno cubano y que todas estas personas afectadas por esta medida se
convertirán en enemigos del gobierno y que (falsa ilusión de alguno de
los declarantes) se convertirán en activos opositores.

De entrada, los que tratan de emigrar, ya son contrarios al gobierno y
no están de acuerdo con la situación que tenemos y sin embargo su
decisión fue tomar las de Villadiego y no enfrentarse al problema ¿Por
qué pensar que de ser deportados a Cuba cambiarán su actitud?

Pienso que si yo estuviera en su situación, mi disgusto se dirigiría más
bien hacia el gobierno de EE.UU., que fue el responsable de eliminar mi
posibilidad de escapar del infierno.

Están también ignorando los daños materiales y sicológicos que se ha
infligido a estos cubanos, la ruptura de sus sueños y la pérdida de sus
bienes. Es algo realmente conmovedor. Por qué no nos preguntamos ¿cuál
va a ser el destino y las condiciones a que van a enfrentarse estos
cubanos a su regreso a Cuba?

Creo que mis estimados colegas que muestran su beneplácito con la medida
y no critican la forma de su aplicación en sus respectivas
declaraciones, le están haciendo el juego al diablo y han dado muestras
de insensibilidad para los problemas de nuestros hermanos y esto es un
costoso error político que vamos a pagar.

El Sr. Obama, en su salida de la Casa Blanca, ha echado por tierra todo
lo bueno y loable que había realizado con la normalización de las
relaciones con Cuba y que contaba con alto respaldo internacional y de
la población en Cuba, que lo consideraba como el mejor presidente de los
EE.UU. de los últimos 58 años. En este momento, en Cuba, muy pocos
quieren saber de Obama. Si el Sr Trump quiere emular con él, creo que le
va a ser difícil ganar este reto: peor que lo que hizo será difícil de
lograr.

En EE.UU. hay estupendos detergentes, pero creo que ninguno va a poder
quitar la mancha que Obama dejó caer sobre su conciencia.
camifa59@yahoo.es; Carlos Millares
*Analista Político. Presidente de la FUNDACION SUCESORES

Source: La mancha que Obama no podrá borrar | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/la-mancha-que-obama-no-podra-borrar/

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