jueves, 9 de febrero de 2017

Jorgelina Pestana 'liberada' y los rumores de una reforma electoral

Jorgelina Pestana 'liberada' y los rumores de una reforma electoral
MAYKEL GONZÁLEZ VIVERO | Sagua la Grande | 9 de Febrero de 2017 - 10:24
CET.

La nota, decididamente oficial, sin firma, figura con desaire en la
última página del semanario Vanguardia. Dice que Jorgelina Pestana
Mederos fue "liberada", afirma que los propios delegados le dieron la
libertad y ya no es la presidenta del gobierno de Villa Clara. En
verdad, para ceñirnos a las prioridades del redactor anónimo, la nota
dice que Alberto López Díaz, a partir de la semana pasada, sí es el
presidente del gobierno de Villa Clara. Quién era, quién es, quién
gobierna, quién no. La sustitución no cambia ninguna perspectiva, salvo
que Jorgelina sonaba a arcaísmo y Alberto suena a medianía. El relevo no
será renuevo. López no huele mejor que Pestana.

Pero, he aquí que esta nota decididamente oficial no dice, tras la
noticia de la "liberación", que "la compañera asumirá otras
responsabilidades", como afirma el mismo periódico de la exsecretaria
general de la CTC [Central de Trabajadores de Cuba] María Consuelo
Baeza. Marcha consolada, María Consuelo; Jorgelina parte liberada. Por
eso en Santa Clara suponen los "electores" que la gobernante saliente ha
sido destituida. "Por incompetencia", añaden, que siempre será argumento
más tolerable que corrupción.

"La vi a menudo dirigiendo reuniones y parecía enérgica, eficiente",
recuerda una periodista de los medios oficiales. "Llevaba muchas
gangarrias, eso sí, como si tuviera familia en el extranjero". Y esta
tangencia insinúa que la bisutería era un defecto de Jorgelina, una
debilidad.

"Aquí los dirigentes tienen tres caminos", resume otro colega que ha
hecho carrera en los medios oficiales. "El ascenso político, la caída de
pie —si terminan haciendo carrera de empresarios, por ejemplo— y la
caída deshonrosa". Ni él ni yo poseemos fuentes para reconstruir qué
pasó con Jorgelina Pestana. Ni falta hace. El incidente no lo merece.
Sirve apenas, si uno tiene imaginación, para evaluar el ambiente que
sostiene los rumores de una reforma electoral en Cuba.

El 29 de enero hubo elecciones en una circunscripción del centro de
Sagua la Grande para cubrir una vacante en la Asamblea Municipal.
Numerosos electores conocieron el proceso con el aviso para votar, una
comunicación impresa que señalaba fecha, hora y colegio. Si se produjo
la nominación de candidatos, esa reunión callejera que establece el
artículo 150 de la Ley Electoral, no tuvo quórum. Bien mirado, el código
nunca habla de quórum. El artículo 80 establece que debe comprobarse "la
presencia masiva", y se evita pautas más firmes.

Sagua la Grande carga con un fatum electoral —otro latinismo le toca, a
falta de quórum—: en diciembre le designaron un diputado a la Asamblea
Nacional para cubrir la silla de Félix González Viego, presidente de la
ANAP [Asociación Nacional de Agricultores Pequeños], fallecido en 2014.
Para sustituirlo se pensó en un ingeniero agrónomo, uno notable: Adolfo
Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana, difusor
del plátano burro en Cuba. Rodríguez Nodals ya había integrado el
legislativo hasta 1998 por el municipio de Santo Domingo, y nunca ha
abandonado el Comité Central del PCC desde 1992.

Dice la Ley Electoral que hay tres opciones para resolver el inquietante
vacío de las sillas curules: "a) dejar vacante la plaza hasta las
próximas elecciones generales; b) asignar a la Asamblea Municipal del
Poder Popular, constituida en Colegio Electoral, la función de elegir al
delegado a la Asamblea Provincial o al diputado a la Asamblea Nacional
del Poder Popular; c) convocar nuevas elecciones". Eso, en el artículo
125. Pero luego viene el 153 a llover sobre mojado y, de paso, a
instaurar la opción más sencilla: "En los casos en que durante el
mandato resulte vacante un cargo de diputado, el Consejo de Estado podrá
disponer, si así lo considera, que la Asamblea Municipal del Poder
Popular, constituida en Colegio Electoral, elija al diputado para cubrir
el cargo". Y eso pasó, que el Consejo de Estado lo consideró. Demasiados
años transcurrieron desde la muerte de Viego, entonces le pidió a Sagua
la Grande que no fatigara a miles refrendando, que ya tenía diputado en
Adolfo Rodríguez Nodals.

La instancia más vaga del sistema electoral cubano son las comisiones de
candidatura, el secretísimo simposio que dirige un representante de la
CTC, según establece el artículo 68, e integran vecinos, mujeres,
estudiantes grandes, de la Federación Estudiantil Universitaria, y
estudiantes chicos, de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza
Media. El PCC no aparece de cuerpo propio, es ectoplasma. Y ahí se
resuelve todo. El resto es refrendar, confirmar, decir que sí. Rodríguez
Nodals, el difunto Viego y acaso Jorgelina, la libre, salieron de una de
esas comisiones, no de la reunión callejera casi ateniense. La comisión
de candidatura es alfa y omega en la sombra de las singulares prácticas
electivas de Cuba.

En este ambiente se guisan los rumores de reforma electoral. 2018
señalan de plazo los agoreros, como implicando que de ahí no debe pasar
el galimatías.

Jorgelina Pestana Mederos no cumplió su mandato, le anticiparon el
final, con la presencia de Esteban Lazo en Santa Clara, como garante de
la sucesión. "Liberada", no destituida, porque la ley se evita la
rotundez. Dice, para denotar un mandato inconcluso como el de Jorgelina,
que el presidente "ha cesado".

Source: Jorgelina Pestana 'liberada' y los rumores de una reforma
electoral | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1486501416_28757.html

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