martes, 7 de febrero de 2017

Asamblea Nacional ¿sólo un cambio de sede?

Asamblea Nacional: ¿sólo un cambio de sede?
Su vuelta al Capitolio ocurre mientras el castrismo se esfuerza por
exportar la imagen de un país en cambio
Martes, febrero 7, 2017 | Roberto Jesús Quiñones Haces

GUANTÁNAMO, Cuba.- Recientemente la prensa oficialista cubana informó
que el Capitolio de La Habana ya es la sede de la Asamblea Nacional del
Poder Popular (ANPP) aunque los trabajos de restauración terminarán en
el 2019, cuando se cumpla el medio milenio de la otrora villa de San
Cristóbal.

El cambio no es fortuito y ocurre en un momento histórico transicional,
cuando el castrismo hace esfuerzos por exportar la imagen de un país en
cambio. Y es cierto, Cuba cambia, aunque los cambios apuntan únicamente
a fortalecer el control estatal sobre la economía y el empoderamiento de
la élite y no a introducir en la legislación cubana derechos humanos,
civiles, sociales y políticos a todos los cubanos.

Cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz inauguró el actual período
legislativo de la ANPP, expresó que a esta legislatura le correspondería
trabajar activamente en la elaboración de varias leyes modificativas de
la Constitución, el sistema electoral, el Código Penal y la Ley de
Procedimiento Penal. Era de esperar que se encargaría también de
atemperar la legislación cubana a importantes instrumentos jurídicos
internacionales ratificados por el gobierno cubano desde hace más de una
década, pero a dos años de concluir su actividad nada se ha informado al
respecto.

Cuba es, al menos teóricamente, una república. Pero desde 1959 hasta hoy
el gobierno no reconoce los derechos de la oposición política. Estando
signada por una dictadura unipartidista, en la sociedad cubana no existe
la libertad de asociación, de reunión, de expresión, ni el legítimo
derecho de los ciudadanos a conformar independientemente del gobierno
una sociedad civil que tenga la posibilidad de expresar públicamente sus
puntos de vista sin ser reprimida por ello. Cuba es una república
carente de democracia, así que de república sólo tiene el nombre.

El Presidente del Consejo de Estado, sus miembros, así como los
diputados de la ANPP, no son electos directa y libremente por el pueblo.
Quien presencie los debates de la ANPP comprobará que el Consejo de
Estado se sitúa al mismo nivel que el Presidente del máximo órgano de
gobierno del país, que según la Constitución representa y expresa la
voluntad soberana de todo el pueblo. Esto, unido al hecho de que jamás
ningún diputado ha emplazado al gobierno por sus errores o
incumplimientos de planes y mucho menos ha cuestionado al primer
magistrado, quien es el que dice siempre la última palabra, deja mucho
que desear.

En Cuba el poder ejecutivo mantiene aherrojado al judicial y al
legislativo, así que trasladar la sede de la ANPP es un acto
intrascendente, aunque no exento de intención propagandística en medio
de un contexto latinoamericano y mundial que quizás se vuelva menos
condescendiente con la dictadura más longeva del hemisferio occidental.

La nueva ofensiva de los diputados

En un país donde la mayor parte de la juventud desea emigrar, donde
decrece la filiación a los sindicatos oficialistas y el deseo de
pertenecer a la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) o el Partido, es obvio
que los diputados estén redimensionando su trabajo ideológico.

El pasado 27 de enero fue inaugurada en el Capitolio un Aula
Parlamentaria con el objetivo de "aumentar la cultura jurídica y el
conocimiento político del país" de los vecinos que residen en zonas
cercanas a la edificación, según informó Granma el pasado 28 de enero.
Pero, ¿de qué servirá enseñar los fundamentos jurídicos de un país donde
no se respeta la Constitución?

El mismo 28 de enero Granma, órgano oficial del Partido Comunista de
Cuba, informó de un encuentro de algunos diputados con estudiantes del
Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich
Lenin.

Otro encuentro fue realizado con estudiantes de la Facultad de Derecho
de la Universidad de La Habana. Según el noticiero de la TV un
estudiante solicitó respeto para la Constitución, mientras que en el
Juventud Rebelde del 26 de enero trascendió el reclamo de que la ANPP
debe ser más activa.

En el boletín de noticias de Cubadebate del día 25 de enero constan las
opiniones de los foristas sobre el cantinfleo de los diputados,
específicamente de Lázaro Barredo Medina. Barredo afirmó que "el primer
problema que tiene el sistema político cubano es la falta de cultura
jurídica de la población". Según él la ineficacia del sistema se debe a
la ignorancia del pueblo. No en balde varios foristas se refirieron con
indignación al asunto, aunque a ello me referiré en otro momento.

En medio de tales acciones propagandísticas de un sistema de gobierno
cada vez menos creíble, el propio Granma informó el pasado viernes 27
que Roberto Armas López, jefe del área de Información y Análisis de la
ANPP, dio a conocer que durante los dos meses del último período de
rendición de cuentas de los delegados a los electores, que finalizó el
pasado mes de diciembre, el nivel de solución a los problemas fue menor
con respecto al anterior proceso y esta vez representó sólo el 15.3 %,
aunque omitió referirse a la asistencia a dichas asambleas, que
generalmente se realizan sin el quórum exigido.

Mientras los diputados continúen más preocupados por no desentonar en
una asamblea monocorde nada cambiará. Sabiendo que si lo hacen durarán
allí lo que un dulce ante un colegio, las esperanzas no son las mejores
y los cambios seguirán siendo formales, al menos mientras tengamos una
asamblea que no es nacional ni popular y que mucho menos tiene poder
para convertir en ley la voluntad ciudadana.

Source: Asamblea Nacional: ¿sólo un cambio de sede? | Cubanet -
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