jueves, 4 de agosto de 2016

Mantilla? Después de La Palma

¿Mantilla? Después de La Palma
agosto 3, 2016 2:54 pm

Arroyo Naranjo, La Habana, Luis Cino, (PD) "¿Mantilla? Después de La
Palma"… La pregunta es frecuente entre pasajeros de los ómnibus P-6 y
P-8 no familiarizados con la periferia habanera, que es para algunos
habaneros donde empieza "el campo", y no donde oficialmente termina La
Habana y el municipio Arroyo Naranjo, que es a la salida de Managua… Y
la respuesta puede parecer lacónica, pero no hay otra mejor ni más
precisa en cuanto a paradas de la guagua, porque sería excesivo y
tendería a confundir más si se agregara: "Y a los lados La Lira, El
Moro, Fraternidad, Las Piedras, El Retiro, y un poco más allá, El
Calvario…".

Pregunta y respuesta dan título a la primera novela del actor y
guionista Antonio Arroyo, publicada por Ediciones Extramuros. Ya va por
su segunda edición (la primera en el año 2013 y la segunda en 2015),
pero la crítica literaria nacional, siempre tan canónica, exclusiva y
recatada para lo que le conviene, entre otros asuntos, en materia de
realismo sucio, no parece haber reparado en ella ni estar dispuesto a
darle el menor destaque.

No puedo evitar pensar que el argumento es auto-referencial en muchos
sentidos: un actor, luego de un tiempo de tentar suerte en Argentina,
regresa, con dinero y pacotilla, a su barrio, donde vive con su anciana
madre espiritista y su hermano loco, y se reencuentra no solo con las
amistades forjadas en la solidaridad de la pobreza, sino con su pasado,
su esposa, a la que dejó embarazada, y Felipe, el primo borracho que le
disputa la casa y que lo violaba cuando tenía tres años.

El autor, que es de la zona, conoce bien el mundo del que habla, y como
además, cuenta con el don de una narrativa desencartonada y un ritmo
bien ágil, ha reflejado en la novela, con precisión cinematográfica, la
vida en Mantilla y sus alrededores, muy similar a como es en los demás
barrios periféricos de la ciudad, poblados, como explica el autor por
"gente trabajadora, profesionales de todos los ámbitos y delincuentes".
En el caso de Mantilla, mayoritariamente negros, pobres y sin un átomo
de esperanza.

En el libro están, sin floritura ni pretextos, innecesarios por demás,
las calles sin asfaltar, las colas para las pipas de agua, porque pasa
días sin que venga a las tuberías, los registros policiales en busca de
marihuana, carne de res, o cualquier otra ilegalidad que aparezca, la
bolita que juegan por el Lotto de Miami, las peleas de perros, los
vendedores ambulantes, los guaposos, los "metedores de pie", los
bisneros, los carniceros que contrabandean lo que debían vender por la
libreta de abastecimiento, las putas, los macetas, la multitud de
alcohólicos y locos o gente que si no lo son, lo parecen, las mujeres
con trenzas artificiales y licras que se revientan de tan ajustadas, los
tipos sin camisa y con muchos tatuajes, los repas, los mikis, los
machistas que se vuelven locos por otros machos pero que matan si les
dicen que son maricones…

Tan escatológico y marginal ambiente puede parecer exagerado,
especialmente a los que no suelen ir más allá de Miramar y El Vedado, y
a ciertos intelectuales que le hacen asquitos al realismo sucio y ven
malas intenciones en todos los que cuentan la realidad sin ambages, pero
yo, que también soy de la zona –vivo a menos de tres kilómetros de
Mantilla, en el Reparto Eléctrico, que también se las trae en cuanto a
marginales y marginalidades- les puedo asegurar que es así y todavía peor…

Bien por Tony Arroyo. Devoré su novela en una noche. Bravo por su maña
narrativa. Que no desmaye. Ojala que haya pronto otra novela suya.
luicino2012@gmail.com; Luis Cino

Source: ¿Mantilla? Después de La Palma | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/mantilla-despues-de-la-palma/

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