Cuba, ¿un potencial de prosperidad?
ELÍAS AMOR | Valencia | 6 Ago 2015 - 4:34 pm.
En contra de lo que pronostica Stratfor, no será posible convertir a
Cuba en una competitiva economía manufacturera de nivel medio o medio
bajo aprovechando la ola de apertura con EEUU.
La reapertura de las relaciones diplomáticas entre el régimen castrista
y la presidencia de EEUU ha abierto un nuevo escenario de interés sobre
el impacto que este nuevo escenario puede tener sobre la economía de
ambos países, y de forma más concreta, sobre la diseñada por los
hermanos Castro en los últimos 55 años bajo el modelo estalinista, que
prohibe el ejercicio de los derechos de propiedad privada y otorga al
Estado la planificación central.
Uno de los recientes estudios que se han publicado es el de la
consultora Stratfor ("Cuba, un potencial de prosperidad"), que ha
recibido una gran atención de los medios, como cabría esperar de este
tipo de informes.
En síntesis, ese informe pronostica lo siguiente:
Cuba y EEUU continuarán reforzando los lazos políticos en los próximos
meses y años.
A corto plazo, los ingresos por turismo en Cuba podrían aumentar y con
ello facilitar ciertas restricciones financieras, pero el país va a
sufrir el impacto de la quiebra que se anticipa en Venezuela.
A más largo plazo, el impacto de la apertura de Cuba dependerá de la
habilidad de las autoridades de La Habana para afrontar los retos
estructurales que afronta la economía, y de la forma que EEUU decida
finalmente levantar el embargo comercial.
El Gobierno cubano probablemente introducirá reformas de forma gradual y
selectiva para sacar ventaja de las oportunidades económicas, mientras
retiene y refuerza el control político de la economía.
Ojalá pronosticar lo que puede ocurrir en el futuro fuera tan fácil. A
mí, personalmente, me gustaría que estos informes acertasen, pero tantos
años realizando un análisis y seguimiento de la economía castrista,
impiden obtener una valoración positiva.
Hay varias ideas que me parece que pueden llevar a que algunos de los
pronósticos de Stratfor, o todos, no se cumplan.
Primera: Los autores de este informe persisten en la idea que Cuba ha
sido, históricamente, muy importante para EEUU.
Bien el análisis. Pero la posición, que podría perfectamente describir
la etapa histórica de los grandes navegantes marinos y de los
descubrimientos (siglos XVI al XIX), tiene poco que ver con la aldea
global que la sociedad de la información y el conocimiento, y las nuevas
tecnologías han producido en el conjunto de la economía mundial. Y la
realidad es que fruto de ese proceso, la economía de EEUU se ha
preparado para orientarse hacia los mercados asiáticos, donde concentra
una parte relevante de sus actividades, mientras que Cuba es un
desierto, con apenas un cable submarino de conexión a Venezuela. La
importancia de Cuba para EEUU es básicamente la que tiene para los dos
millones de ciudadanos de EEUU de origen cubano. Poco más.
Segunda: El informe incursiona sobre la eventualidad de las políticas
del régimen cada vez que han aparecido dificultades a lo largo de sus
más de 50 años de existencia. No es cierto. El "periodo especial" exigió
medidas liberalizadoras a corto plazo, pero en cuanto apareció el
petróleo de Venezuela, Fidel Castro volvió a recentralizar todo el poder
económico. ¿Quién dice que los actuales cambios de Raúl Castro y los
lineamientos no pueden ser reversibles? Mientras la Constitución de 1992
siga en vigor, una lectura de la misma descubre que las bases sociales
de la economía se mantienen sin cambios.
Tercera: El impacto de las conversaciones diplomáticas ha supuesto,
hasta ahora, la adopción de medidas unilaterales por EEUU (suavizar
restricciones económicas para permitir que más dinero fluya a la Isla,
permitir a los bancos procesar las transacciones de tarjetas de crédito
de Cuba) pero el régimen de La Habana no ha movido ficha. Al contrario,
informes procedentes de la Isla indican que la represión a los
disidentes y opositores ha ido en aumento.
Es cierto que el turismo en Cuba alcanza cifras en aumento. La entrada
de viajeros a la Isla ha aumentado un 15% comparado con el mismo periodo
del año anterior, el equivalente a 1,7 millones de personas en los cinco
primeros meses de 2015, pero incluso las grandes potencias turísticas,
como España, saben que el turismo por sí solo no sirve para mover una
economía en la que las grandes actividades motoras se encuentran
paralizadas. Además, es cierto que la Isla tiene una población formada,
mano de obra barata, abundante población y puertos naturales e incluso
que cuenta con un sector de biotecnología de gran potencial para
tratamientos médicos y farmacéuticos. Pero esto solo no basta para
acelerar el crecimiento económico.
Cuarta: Más aun cuando el régimen se mantiene como el principal
empleador de la Isla y los negocios en manos del Estado dedicados a la
exportación (incluso las joint ventures con firmas extranjeras) se
mantienen con altos niveles de ineficiencia comparados con los
competidores internacionales. A ello hay que añadir la dualidad
monetaria y la restrictiva Ley de inversión extranjera, lo que frena a
los inversores internacionales.
Quinta: Si es necesario esperar a 2018 para observar cambios
democráticos en Cuba, justo cuando Raúl Castro deje la presidencia, se
habrá perdido un tiempo formidable, que lejos de facilitar la adopción
de medidas, puede contribuir a agravar los problemas estructurales
internos, incluyendo una política monetaria divorciada del comercio, la
escasez de recursos energéticos y un bajo nivel de infraestructura y
escasez de capital.
En tales condiciones, la expectación puede aumentar. No cabe esperar
grandes cambios en el régimen castrista. No está en su ADN. En esta
última fase, la única aspiración es ganar tiempo, y puede que lo
consigan, con la gradualidad de las reformas y su ajustada medición,
para no perder el control político.
Así, en contra de lo que pronostica Stratfor, no será posible convertir
a Cuba en una atractiva y competitiva economía manufacturera de nivel
medio o medio bajo que permita alcanzar un crecimiento económico más
fuerte aprovechando la ola de apertura con EEUU.
Ojalá me equivocase.
Source: Cuba, ¿un potencial de prosperidad? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1438871681_16173.html
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