jueves, 13 de agosto de 2015

Cuba - la emigración y la juventud profesional

Cuba: la emigración y la juventud profesional
Pese al inicio del deshielo entre EEUU y Cuba, para muchos jóvenes
profesionales cubanos sus perspectivas individuales permanecen iguales
Rolando H. Castañeda, Washington DC | 12/08/2015 1:56 pm

La emigración de Cuba, que era elevada a principios del siglo XXI,
mostró un aumento en años recientes. Así de 2,6 emigrantes por mil
habitantes en 2003 aumentó a 4,2 por mil habitantes en 2012, lo que
coincidió con el inicio de las reformas raulistas. (Según la Oficina
Nacional de Estadística de Cuba no hubo emigración en los años 2013 y
2014, lo que difiere de la información estadística y periodística
disponible en EEUU y España sobre los flujos de inmigrantes procedentes
de Cuba).
Una vez que un(a) joven cubano(a) su gradúa de estudios superiores se
enfrenta a una situación de bajos salarios reales, ya sea en el sector
privado o público —resultado del atraso y bajo crecimiento del PIB,
menor al 2 % en el sexenio 2009-2014—, restricciones para practicar
libremente sus habilidades y destrezas profesionales, conseguir vivienda
independiente, aunque tiene acceso gratuito a los decadentes servicios
de salud. En cambio si emigra, particularmente a EEUU, podrá conseguir
empleo mejor remunerado, practicar libremente sus habilidades y
destrezas profesionales, tiene acceso a vivienda independiente y a un
plan de salud por el que deberá pagar.
La situación descrita de el (la) joven profesional cubano(a) difiere de
sus pares latinoamericanos en tres aspectos fundamentales. Le es más
fácil incorporarse como emigrantes a EEUU, enfrenta particulares
restricciones para ejercer su profesión libremente en Cuba y la
emigración suele tener un carácter permanente, es decir, sin retorno al
país. Así, Cuba generalmente se priva de emigrantes que retornarían con
redes de contactos personales y comerciales en el exterior, idiomas,
conocimientos de otras culturas y técnicas modernas de cómo desarrollar
actividades que suelen son positivos para la economía.
Una parte importante de la sociedad cubana, aproximadamente un 20 %, ha
emigrado y se ha asentado en EEUU, lo que facilita y reduce
considerablemente las incertidumbres y los riesgos de los nuevos
emigrantes, la ley de ajuste cubano le otorga privilegios y facilidades
especiales a los inmigrantes cubanos para integrarse a la sociedad
estadounidense, y la economía estadounidense está iniciando un proceso
de robusta recuperación económica con una baja tasa de desempleo, lo que
le permite absorber sin mayores dificultades a los nuevos inmigrantes.
Uno de los principales obstáculos existentes a una mayor emigración
cubana era obtener autorización para viajar al exterior, lo que se ha
reducido con la reforma migratoria de enero de 2013.
Una dificultad especial que enfrentan lo(a)s jóvenes profesionales en
Cuba es que la burocracia estatal ha desarrollado una situación e
inercia de controles, restricciones y prohibiciones particulares para la
práctica independiente de actividades profesionales que se autorizan
desarrollar en educación, salud y otras profesiones (arquitectura,
derecho, ingeniería, etc.), generalmente prohibidas por el gobierno.
Lo comentado anteriormente también es válido para otros ciudadanos que
poseen destrezas artísticas y deportivas especiales, quienes aprovechan
sus viajes al exterior para desertar, o sea emigrar, y desarrollar sus
habilidades y destrezas individuales.
El gobierno cubano en su posición inmovilista y cortoplacista ha
alentando la emigración para reducir las presiones sociales del
descontento y captar remesas que constituyen una importante fuente de
ingresos para el régimen. La persistente pérdida de capital humano y de
transferencia de recursos educativos al exterior por la emigración de
lo(a)s jóvenes profesionales tiene severos efectos adversos y tensiones
desestabilizadores para el desarrollo social de Cuba, especialmente en
los sectores de salud y seguridad social (pagos por jubilación) por el
continúo aumento de la relación de dependencia de la población de 15 a
59 años y debe terminarse lo antes posible por el bien del país. Dicha
relación fue 533 por mil habitantes en 1990, aumentó 554 en 2013 y la
ONE proyecta que alcanzará 611 en 2020, 734 en 2025 y 838 en 2030.
Desde el deshielo de las relaciones de EEUU-Cuba es indudable para
muchos jóvenes profesionales cubanos que, si bien el entorno general del
país ha cambiado, sus perspectivas individuales permanecen iguales.
Además, perciben, como la mayoría de los ciudadanos, según los
resultados de la encuesta de Bendixen y Amandi International de marzo de
2015, que no cambiarán por la rigidez e intransigencia del partido
comunista de mantener en la práctica inalteradas las políticas fallidas
del socialismo real. De hecho, todavía el único proceso de rectificación
de errores y tendencias negativas durante los años de los hermanos
Castro se realizó en 1986 para detener y revertir las reformas
liberalizadores del primer lustro de los años 1980s. Cuba sigue atrapada
en las falacias y errores de la ofensiva revolucionaria de 1968.

Source: Cuba: la emigración y la juventud profesional - Artículos - Cuba
- Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/cuba-la-emigracion-y-la-juventud-profesional-323400

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