Adalides de la confrontación
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 11 Ago 2015 - 12:35 pm.
El hacha de la guerra contra EEUU sigue en pie en los medios y consignas
oficiales.
Con la nueva jornada de reafirmación revolucionaria que prepara la Unión
de Jóvenes Comunistas (UJC), se actualizarán los mensajes que evocan al
bolchevismo caribeño con sus puntas de lanza contra el capital y la
democracia representativa.
El motivo para que vuelvan a brillar las luces de la ortodoxia
ideológica del modelo cubano, en todo el país, radica en la celebración
del Día Internacional de Juventud, este 12 de agosto.
La conmemoración será una especie de exaltación al unipartidismo, a la
criminalización del disenso y a todo intento de quebrar el orden que los
jerarcas del poder impusieron y defienden con el uso de la fuerza en
todas sus manifestaciones.
En la agenda de convocantes y convocados, aparece en mayúsculas el
homenaje a Fidel Castro en su 89 cumpleaños, a celebrarse el 13 de
agosto, y una amonestación al secretario de Estado de Estados Unidos,
John Kerry, que vendrá a izar la bandera en la legación de su país en La
Habana, al día siguiente.
Sobran las lecturas sobre la vigencia del atrincheramiento por parte del
régimen que encabeza el general-presidente frente a un acercamiento que
por momentos parece virtual.
Por las radioemisoras, sobre todo las que abarcan un mayor espectro en
el éter, son cada vez más frecuentes las alusiones directas contrarias
al deshielo que comenzó el 17 de diciembre.
Las notas de comentaristas y voceros todavía tienen mucho que ver con el
odio y la desconfianza hacia Washington.
Apenas hay matices en el tono y el contenido de las acusaciones por una
política a la que Obama decidió echarle tierra y darle pisón.
Para fundamentar las descalificaciones se busca con lupas en los libros
de historia los desencuentros ocurridos desde finales de 1898 hasta el
16 diciembre del año pasado. En la tarea no faltan las hipérboles con
sus cuotas de resentimiento.
Por eso es que se hace difícil comprender el optimismo sobre una
reconversión parcial de los postulados del actual régimen.
En general, prevalece la tendencia a exacerbar los elementos
nacionalistas y las viejas frases que convierten a Estados Unidos en un
monstruo al que hay que enfrentar y destruir.
Esa es la esencia de una política cuyo final está indisolublemente
ligado a uno o varios desenlaces biológicos.
De la suma de hechos que han tenido lugar desde el pistoletazo de
arrancada hacia la normalidad de las relaciones bilaterales, se colige
que las líneas maestras de la confrontación son a prueba de averías que
no puedan ser reparadas con urgencia.
Los gestos corteses y el lenguaje contemporizador en las pláticas de
alto nivel son puro attrezzo.
El hacha de la guerra sigue siendo el instrumento por excelencia de la
gerontocracia.
La paz con el enemigo será un asunto a concretarse con los herederos.
¿Alejandro Castro Espín? ¿Marino Murillo? ¿Miguel Díaz-Canel?
Lo de menos es teorizar sobre la identidad de quienes supuestamente
estarían obligados a ser menos intolerantes y pragmáticos en el
usufructo del poder.
La mayor preocupación estriba en que las posturas excluyentes continúan,
con todo lo que esto significa fronteras adentro.
A las puertas está la revalidación de los códigos represivos y el
aumento de las suspicacias en torno a la voluntad del Gobierno de
otorgarle mayor dinamismo a la apertura económica.
Los jóvenes comunistas están listos para darle una lección a Obama y
Kerry de que en Cuba habrá dictadura por varios años más.
A juzgar por los hechos, parece que tienen toda la razón.
Source: Adalides de la confrontación | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1439287954_16266.html
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