Pelota y política regresan a Cuba
marzo 23, 2013
Vicente Morin Aguado
HAVANA TIMES — "Estamos disfrutando la mejor pelota vista en Cuba desde
hace décadas", me dice un vecino cuando República Dominicana está
venciendo a Puerto Rico bajo una pertinaz y fría lluvia en el majestuoso
AT&T Park, junto a la bahía de San Francisco.
Algo de satisfacción nos acompaña porque quedó fuera Holanda, dos veces
verdugo de nuestro equipo.
La Revolución nos educó en aquello de que "nacimos para vencer y no para
ser vencidos", por lo tanto, la derrota es inadmisible, aún en los
deportes. Semejante filosofía origina los fuertes comentarios, groseros
inclusive, que siguen a nuestro último fracaso beisbolero.
"Víctor Mesa es un Payaso…" "Yulieski Gourriel no tiene bomba para los
juegos difíciles…" "Holanda nos lleva a nalgadas"… Reproduzco tres de
entre muchas opiniones e intento seleccionar lo más ilustrativo: "Los
cubanos deben jugar dentro de esa pelota-se refieren a los circuitos
profesionales en el mundo-están faltos de estímulos, aislados dentro del
país."
"No es jugar de vez en cuando con otros equipos, sino de jugar
diariamente en el Béisbol de otras latitudes. Ahora les exigen tocar la
bola y lo hacen mal porque lo que no aprendiste en casa es imposible
hacerlo bien en la calle."
Años atrás acaparábamos los principales títulos internacionales y hoy
por hoy no poseemos uno sólo. Con la inclusión de los profesionales de
otros países, comenzamos a perder con más frecuencia.
"Le echan la culpa a los asiáticos, que si los japoneses y coreanos
juegan como máquinas, pero ahora resulta que hasta los holandeses nos
ganan y nada mas y nada menos que ¡cuatro veces! en los dos últimos
torneos de clase mundial."
Agrego, porque la memoria de ciertos comentaristas deportivos suele ser
intencionadamente frágil, que la selección cubana ha perdido
reiteradamente con equipos de Estados Unidos en los últimos años e
igualmente dos veces en un mismo torneo ante un colectivo de República
Dominicana. De hecho el problema de Cuba en la Pelota es general,
refleja un asunto a resolver entre nosotros.
En este último juego lo del Yulieski fue un desastre, cuatro errores que
representaron cuatro carreras. Solamente en el noveno, primero se queda
en tercera cuando podía anotar y darnos la ventaja, después se le
enmantequilla el guante con un roletazo y los holandeses embasan al
corredor que les daría la victoria.
El no avanzar a las finales trasciende a la actuación de un jugador,
pero la responsabilidad de Yulieski Gourriel por la derrota en el último
partido de los cubanos es innegable. Me solidarizo con los aficionados
porque duele que antes fuera promocionado como el mejor pelotero y
Capitán de la selección nacional, algo así como el niño mimado del
equipo y vuelve a fallar, repetidamente, en momentos claves.
Otro asunto es la conformación del equipo, excluyendo a magníficos
atletas que residen en otros países, mayormente en Estados Unidos.
Varios aficionados terminan por hacer un Dream Team sin discriminaciones:
"Yuniel Escobar en tercera, Yulieski Betancourt en el campo corto, la
segunda para Alexei Ramirez, Kendry Morales en primera base, un
ambidextro igual que el fenómeno Cepeda, que se quedaría en su posición,
junto a Alfredo Despaigne, pero acompañado de su coterráneo Yoennis
Céspedes, ¡tremendo novato en Las Mayores del pasado año!; mantengo a
Frank Camilo como receptor con Cañizares de suplente, conservo a Pito
Abreu, otra primera respetable, junto a Yasmani Tomás, designados o
emergentes. ¡Agrega los lanzadores y somos invencibles!"
A propósito, semanas atrás en el Parque Central habanero recibieron con
alegría y aplausos a José Ariel Contreras, quien fuera el Pitcher No 1
del equipo cubano. Comparado aquí con el Héroe Nacional Antonio Maceo,
Contreras derrotó a un equipo profesional norteamericano, propinándoles
15 ponches sin permitir carreras. Posteriormente en los Estados Unidos
obtuvo el mayor contrato para un novato en esa pelota.
"Debemos cambiar muchas cosas, porque el Béisbol es algo nacional,
incorpora a miles de trabajadores, decenas de estadios y otras
instituciones, cientos de peloteros también"- así comienza una señora,
algo que en Cuba no asombra, porque la Pelota es de todos- "No es
solamente cambiar la estructura del campeonato nacional, este año algo
se hizo, pero fue como una pastillita para el dolor de cabeza de una
enfermedad crónica."
Cuba está cambiando, pero los directivos del deporte no están a la
altura de estos cambios.
"Había que ver los rostros de nuestros lanzadores, de algunos peloteros,
se les notaba la tensión desmedida, en tanto sus rivales, frente a igual
situación, mascaban chicles y reían"
Resumiendo tantas opiniones, enumero mis puntos de vista:
1- Se impone concebir al Béisbol integralmente, como un complejo
fenómeno económico-social, cuya reforma o actualización, no me preocupa
la palabra, implica en Cuba decisiones políticas.
2- Los peloteros son tan profesionales como nuestros médicos, cumpliendo
misiones en la patria o en otras tierras del mundo. Sin obviar su
peculiar condición de deportistas, merecen oportunidades similares a las
de los demás profesionales.
3- La actual estructura del campeonato nacional está sobredimensionada.
Japón, con diez veces nuestra población y una renta per-cápita veinte
veces superior, tiene menos conjuntos en su torneo élite e inclusive,
menos atletas en activo dentro de cada conjunto.
Un bodeguero de mi barrio ilustra la anterior conclusión: "Producimos
excelentes prospectos que luego se estancan porque aquí es fácil batear
por encima de 350 y conectar más de 25 jonrones por temporada. Diferente
es cuando juegan en los Estados unidos, porque muchos y muy buenos se
fueron y allí los promedios bajan sin dejar de ser considerados por esto
grandes atletas."
La Pelota no es ajena a la realidad del país, marcada por las plantillas
infladas y el sub-empleo. El aludido bodeguero vuelve a la carga: "Nunca
antes un equipo nacional fue preparado con tanto esmero y miren lo que
pasó. Si seguimos sin cambios, será como dice el refrán, ¡tanto nadar y
nadar, para morir en la orilla!"
—-
Vicente Morín Aguado. morfamily@correodecuba.cu
http://www.havanatimes.org/sp/?p=82290
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