lunes, 25 de marzo de 2013

No hay que exagerar

No hay que exagerar
Lunes, 25 de Marzo de 2013 04:05
Susana Teresa Más Iglesias

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Es cierto que la situación
general del país es caótica, que cada vez se hace más difícil la
adquisición de productos alimenticios o de higiene, ropa y calzado por
el desabastecimiento y los altos precios; que el pueblo confronta
dificultades con el transporte, los medicamentos y otros renglones en la
vida cotidiana, pero nada de ello justifica que se pierda la moral y
mucho menos el pudor, hasta el punto de utilizar a menores en el
ejercicio de la mendicidad.

Hace unos días, pasadas las ocho de la noche, una señora que no superaba
los sesenta años, sentada en uno de los muros de entrada al Hotel
¨Habana Libre¨, inducía a un pequeñín que apenas llegaba a los cuatro
años para que abordara a los turistas que transitaban y les pidiera
dinero. Si se lo daban, excelente labor, pero si no, el pequeño daba un
manotazo a quien se lo negara. La matrona se mantenía con actitud
indiferente ante la agresividad del menor, solo lo llamaba para esperar
al próximo. Aquello provocó la indignación de todos los transeúntes, ya
que no había ningún agente del orden que impidiera con su presencia tal
desfachatez.

En reiteradas ocasiones, son mujeres con niños de meses a cuestas, las
que deambulan con el mismo fin.

Es un acto muy deplorable el hecho de instruir a niños de tan poca edad
en este tipo de denigración social, porque en el futuro cuando ese niño
sea un adolescente, y pueda valerse por sí solo, no respetará a nadie y
se convertirá en un ciudadano sin escrúpulos, al que le dará lo mismo
arrebatar una cartera, que penetrar en una casa a robar a toda costa y
riesgo.

Como si fuera poco, a escasos metros del lugar donde la mujer ponía al
niño a mendigar, un joven se acercó a un grupo de turistas, y señalando
a una muchacha que aparentaba estar embarazada, les solicitaba ayuda
monetaria, exponiendo que ella no había ingerido ningún alimento en todo
el día.

Eso es bochornoso y cruel, además que de ser ciertas esas situaciones,
nada tienen que ver con ellas los extranjeros que visitan el país.

Hay que resaltar la necesidad de ahuyentar este tipo de elemento de
lugares donde se pueda dañar de forma considerable la imagen del cubano
decente, desprendido, que enfrenta dignamente su destino ya que el
estado es indolente ante las carencias y necesidades de la población. Se
puede llegar a ser la persona más pobre de la tierra y sin embargo tener
el regocijo y orgullo de la honradez y no traspasar los límites de la
mala educación.

El gobierno debería preocuparse por saber cómo andan las cosas en los
sectores más pobres de un país. Gran parte de la población cubana
desconoce lo que es vivir con decoro y se debe trabajar en estos
aspectos. Comportamientos como los mencionados no solo deben ser
vigilados y de ser preciso tomar medidas para que no se propaguen, sino
atendidos de manera social y tratar de mejorar la vida del cubano, ver
cómo se soluciona la pobreza extrema en la que vive un gran porciento de
personas. Urge poner atención a estos actos y prevenirlos.

Para Cuba actualidad: susana.mas24@yahoo.com
http://porquedesusana.blogspot.com
http://twiter/coky24i

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/6888-no-hay-que-exagerar.html

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