Publicado el miércoles, 03.20.13
La misión de Yoani
Vicente Echerri
La gira internacional de la bloguera cubana Yoani Sánchez podría
compararse a esos fenómenos meteorológicos que según se desplazan
aumentan en fuerza e intensidad. Su llegada a Nueva York la semana
pasada, donde participó en varios foros académicos, así como su visita
este martes en el Congreso de Estados Unidos, lejos de debilitar su
testimonio o fatigar su exposición, han servido para añadirle peso y
pertinencia. Es de esperar que los sitios que aún le faltan por visitar
antes de regresar a La Habana contribuyan a amplificar y a perfilar aún
más su mensaje, a convertirlo en un instrumento más eficaz y contundente
en la lucha por los derechos de todos los cubanos y por la restauración
de la sociedad civil en nuestro país de origen. Aunque ella está
consciente de su papel y de sus tareas, el movimiento que ha puesto en
marcha y la resonancia que ha empezado a tener y que tendrá –potenciado
ahora mismo por su presencia en tan diversos escenarios– es posible que
exceda sus propias expectativas y, desde luego, las de muchos de nosotros.
Sánchez no se define como una figura política, ni es fundadora de ningún
partido ni encabeza ningún movimiento revolucionario. Es esencialmente
una comunicadora, alguien que agobiada, como tantos cubanos, por la
falta de libertad de expresión, decidió que, a riesgo de buscarse la
enemistad de los que mandan, valía la pena informarle al mundo lo que
pasaba a diario en esa atmósfera de asfixia que es Cuba. El resultado
fue el blog "Generación Y" que, en poco tiempo, se convirtió en una
prestigiosa plataforma y en un referente para estudiosos y analistas de
lo cubano. Esa labor periodística, que era el resultado de un llamado
personal ante una urgente necesidad social, le ha ganado a Yoani varios
reconocimientos internacionales y, al mismo tiempo, el furioso encono
del régimen al que denuncia. El resultado ha sido un acendramiento y una
radicalización de su mensaje.
Muchas cosas sorprenden en esta mujer menuda y afable. Una de ellas es
la precisión casi clínica de su lenguaje, en el que se aprecian, con
alivio, la ausencia de los verbosos circunloquios sobrados de frases
pomposas y huecas que tanto han abundado en el discurso sobre Cuba y su
nefasta revolución. Yoani se expresa con claridad, con sencillez y con
parquedad; pero, al mismo tiempo, con profunda convicción y exactitud.
Escuchándola el pasado viernes en su coloquio introductorio en la
Universidad de Nueva York –que dio inicio a tres jornadas sobre el tema
de la comunicación en Cuba–sorprendían su serenidad y precisión. Ni una
sola vez perdió la ecuanimidad ante las preguntas tendenciosas o
francamente hostiles de algunos asistentes, pero ni una sola vez dejó de
hacer trizas esos argumentos, verdaderos truísmos de una izquierda
intelectualmente harapienta.
No es concebible, sin embargo, que Yoani Sánchez –no obstante su empeño
de atenerse a su papel de informadora y comentarista de la realidad
cubana– pueda evadir el destino político que se deriva de su propio
quehacer y hacia el cual se le ve gravitar. Su anunciado proyecto de
fundar, a su regreso a Cuba, una publicación que desafíe el monopolio
estatal de la información es, de suyo, encomiable, pero de seguro que
servirá para empujarla a asumir –casi sin advertirlo y pese a su
manifiesta renuencia– el papel que ella querría evadir.
En una sociedad tan politizada, gracias a la aplicación de los métodos
totalitarios por más de medio siglo, sería ingenuo pensar que sus
críticos más notorios podrían dejar de ser personalidades políticas. En
su función de intérprete de la realidad del pueblo de Cuba, de portavoz
de sus elementales carencias, de reclamante de sus libertades
fundamentales, Sánchez ha rebasado necesariamente el terreno del mero
informador o denunciante para convertirse en gestora del tipo de
sociedad que aspira para su país. Como ha probado sobradamente en esta
gira y más allá de su talento periodístico, está llamada a cumplir una
misión política a favor de su pueblo. ¡Ojalá siempre sepa y pueda estar
a la altura de esa cometido!
© Echerri 2013
http://www.elnuevoherald.com/2013/03/20/1435760/vicente-echerri-la-mision-de-yoani.html
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