Cambia un poco el patrón
marzo 19, 2013 | Email Email | Imprimir Imprimir | 0 30
Dariela Aquique
HAVANA TIMES — El actual mandatario cubano ha referido más de una vez el
interés de Cuba en sostener conversaciones con el gobierno
estadounidense (aclarando que sobre la base del respeto absoluto a la
autodeterminación, en lo que estoy de acuerdo, dicho sea de paso).
Mientras que la mayoría de sus homólogos latinoamericanos, sostienen un
discurso cada vez más hostil para con el vecino del Norte.
Novedoso y notorio para los cubanos y el mundo, fue que en la pasada
junta de la Asamblea Nacional en Cuba, donde Raúl fue reelegido como
Presidente, anunció reflejar en la Constitución, que los períodos de
mandatos no excedan de dos, de cinco años cada uno y con un fijado
límite de edad para ello. Remarcando además, que este será su último
ciclo de gobierno.
Esto contrasta con las consultas efectuadas en Venezuela y otros países
del área, donde cada vez más abogaban por las reelecciones
presidenciales. Y un modelo de mandatos centrados en figuras determinadas.
Recientemente el presidente cubano recibió a varios congresistas
norteamericanos, mayormente demócratas, pero entre ellos un republicano.
Esta noticia fue dada sin muchos detalles y muy pocas imágenes. De
hecho, en Cuba no se hizo pública la razón de la misma.
No considero por esto, que el carácter del gobierno cubano esté
cambiando de casaca, para nada. Lo que sí creo y es tangible, es que en
términos de política exterior se han ido modificando ciertos patrones.
Independientemente de que la política de los gobiernos norteamericanos
haya sido históricamente injerencista, con afán de coloniaje y muchas
veces genocida e inhumana, para con muchos pueblos del mundo.
Sobre el rencor, no se edifica nada. Son tiempos en que hay que recurrir
al diálogo (sin ceder en dignidad y determinación).
Sobre el principio del respeto a la diferencia de ideologías, proyectos
políticos o sistemas sociales. Es momento de que las naciones
establezcan relaciones de respeto.
A estas alturas de partido, no creo que exista en Cuba ni un solo
ciudadano (aunque haga parte de la más acérrima oposición) que tenga
pretensiones anexionistas.
No creo para nada que el Estado cubano ande condescendiendo con el
histórico enemigo. Pienso que estamos viviendo una etapa de madurez.
Quedaron atrás las euforias de las primeras décadas de revolución.
Sin discursos facinerosos. Solo que sin dejar de ser los mismos, cambia
un poco el patrón.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=82073
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