«Me decepcionó Moratinos en Cuba»
«La megalomanía de Chávez es directamente proporcional a los precios del
petróleo»
24 Octubre 09 - Alberto Rubio
Madrid- «¿De qué quiere hablar?», me pregunta de sopetón mientras nos
saludamos. «¿No está harto de hablar de Chávez?», respondo y pregunto al
mismo tiempo. «Sí. Ja, ja, ja... Sí», ríe. Andrés Oppenheimer es claro y
directo, como en su programa de la CNN o en sus columnas de opinión en
«The Miami Herald» –recogidas en su último libro «Los Estados Desunidos
de las Américas», por el que ha recibido esta semana en Madrid el premio
Algaba, de Ámbito Cultura–. Por eso admite que es inevitable, en estos
tiempos, hablar del caudillo «narcisista-leninista», como le denomina
siempre en sus artículos.
–¿Se merece Chávez la atención mediática que le prestamos?
–El estrellato, o la megalomanía, de Chávez es directamente proporcional
a los precios del petróleo. Con el precio a 156 dólares, Chávez es Fidel
multiplicado por dos. Con el precio a 50, Chávez no pasa de ser un
teniente coronel del Ejército venezolano entrando en un edificio. Así de
simple.
–No tiene el «estilo» de Castro…
–Las copias nunca tienen el peso del original. Fidel fue novedad en el
59. Lo de Chávez es un segundo acto sin el aura que tenía Fidel, bien
entendido que yo no creo en que haya «dictadores buenos». Castro fue el
presidente más cobarde de América Latina porque nunca tuvo la valentía
de permitir elecciones libres, periódicos independientes u opiniones
discrepantes. ¿Dónde está su valentía?
–¿El caso es que Chávez reinventó el bolivarianismo. ¿Y si Bolívar
levantara la cabeza?
–Uno de nuestros dramas en América Latina es que vivimos obsesionados
con el pasado. Chávez reivindica la figura de Bolívar, habla frente a su
retrato y cambia de nombre al país para incluir el suyo. Pero Bolívar
murió 150 años antes de la invención de internet, vivió en otro mundo.
Aparte de que fuera un genio o un desastre, citarle como fuente de
inspiración para políticas públicas en el siglo XXI es un disparate
total, un delirio absoluto.
–Pero eso le funciona a Chávez...
–Puede. Pero, verá, en los últimos años he ido mucho por Asia, para mi
próximo libro, y allí están obsesionados con el futuro y guiados por el
pragmatismo. Los latinoamericanos estamos obsesionados con el pasado y
guiados por la ideología. Tenemos que hacer como ellos: obsesionarnos
con el futuro, no con el pasado.
–¿No le parecen infantiles los planteamientos de este «socialismo del
siglo XXI»?
–Yo diría que son bastante tramposos porque eso no es más que un
proyecto de autoperpetuación en el poder. Todos estos presidentes siguen
el mismo libreto: hacen campaña a favor de los pobres y contra la
corrupción y, apenas ganan las elecciones, concentran toda su energía en
cambiar las reglas para ser reelegidos. Chávez, Morales, Correa, Ortega,
Zelaya... Todos lo mismo. Es sospechoso.
–También Uribe, que no es sospechoso de ser bolivariano…
–Si Uribe vuelve a presentarse será pésimo para Colombia, para
Latinoamérica... y para él mismo.
–En uno de sus artículos usted decía que Uribe podía pasar a la historia
como el mejor presidente colombiano…
–O el peor… Nos quitaría muchos argumentos a quienes criticamos a Chávez
por querer perpetuarse en el poder. Sería un enorme error. Espero que no
lo haga.
–¿Qué le parece el sucre, la moneda virtual del ALBA?
–Es un disparate total. Los latinoamericanos estamos haciendo la
integración al revés. Europa empezó con acuerdos muy concretos sobre el
carbón y el acero, y después llegó al Mercado Común y a la moneda única.
En Iberoamérica, los presidentes firman acuerdos sobre mercados comunes
y monedas únicas, pero luego no se ponen de acuerdo para venderse pollos
entre países vecinos.
–Faltan buenos transportes...
–No hay. En muchos casos, para ir de un país a otro hay que pasar por
Miami, no hay vuelos directos. Y encima se lanzan a una carrera
armamentista disparatada.
–Dicen que la culpa es del pacto militar entre Colombia y EE UU.
–No. Empezó mucho antes. Venezuela está aumentando su gasto militar
desorbitadamente. Ha gastado 5.000 millones de dólares en armas rusas en
cinco años. Y Venezuela no es la única. Chile y Brasil también lo están
haciendo. Y hasta Bolivia, que pidió un préstamo de 100 millones de
dólares. Es un delirio total.
–¿Puede confiar Iberoamérica en el «factor Obama»?
–Creo que sí porque ha cambiado la imagen de EE UU en América Latina,
que se cayó al suelo con Bush. Pero hoy no hay una política concreta
para la región. Primero, porque no tiene su equipo para Latinoamérica y,
por otro, porque tiene prioridades más urgentes: la crisis, Afganistán,
Irán, Irak… Y ni él ni su equipo tienen una historia de afinidad con
América Latina.
–¿A qué se refiere?
–Cuando le entrevisté por primera vez nunca había ido a América Latina y
no pudo decirme tres nombres de presidentes latinoamericanos. Tengo
esperanza en que su política hacia Suramérica sea beneficiosa para el
continente, pero habrá que esperar.
–¿Será España un aliado importante de EE UU en la región?
–Creo que sí. España es una referencia política y económica para América
Latina. Sin embargo, a veces me decepcionan algunas actuaciones del
Gobierno de Zapatero. Por ejemplo, no entiendo que Moratinos no haya
tenido la más mínima intención de entrevistarse con los disidentes
durante su visita a Cuba.
–Tampoco lo hizo en 2004...
–En aquella visita le pregunté por qué no se había reunido con ellos y
me dijo que no era el momento porque España estaba tratando de tender un
puente con La Habana.
–Entonces ya vamos por el segundo puente. ¿Tendremos que esperar a
tender alguno más?
–Se lo preguntaré si me concede la entrevista que he pedido aprovechando
que estoy en España.
–¿Habrá solución a la crisis hondureña antes de las elecciones?
–Habrá solución porque los candidatos obligarán a Micheletti y a Zelaya
a llegar a un acuerdo. A ninguno de los aspirantes les interesaría ganar
si no los reconoce la comunidad internacional.
–¿Volverá Zelaya al Gobierno?
–¡Con las manos atadas y bien atadas! Pero sí, creo que será repuesto en
el marco de un Gobierno de unidad nacional.
«Me decepcionó Moratinos en Cuba» (24 October 2009)
http://www.larazon.es/noticia/me-decepciono-moratinos-en-cuba
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