La Semana de la Moda cubana, entre cuatro paredes
ANA PAULA DÍAZ | La Habana | 16 de Octubre de 2016 - 16:48 CEST.
Resulta arriesgado hablar de moda cubana cuando en la Isla las
producciones importadas y las tendencias foráneas rigen el vestir y
eclipsan, casi en su totalidad, los diseños nacionales. En un incipiente
esfuerzo por cambiar esa realidad, la Segunda Semana de la Moda en La
Habana, que culmina este domingo, intenta acercar al público a las
creaciones de los diseñadores cubanos.
El evento, con sede en el Gran Teatro de La Habana, se propuso mostrar
la obra de 60 artesanos; entre ellos, Mario Freixas, Lourdes Trigo,
Alexander Rodríguez, Mercedes Oviedo, Yosvany Martínez, Salomé Morales y
Evidio Perdomo.
Con el auspicio de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y
el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), el programa de la Semana de
la Moda ha incluido 40 desfiles, algunos con temáticas específicas como
trajes de novia, de baño y moda infantil.
El presidente de la ACAA, Dámaso Crespo, aseguró que la Semana ha
reunido "a todos los actores implicados en la moda" cubana y agregó que
se trata de "un evento importantísimo que ha marcado pautas y llegó para
quedarse".
Por su parte, la diseñadora Salomé afirmó que la diversidad que ha
confluido en los desfiles es algo "inédito". Hasta ahora ha resaltado el
trabajo en tejidos como gaza y lienzo; acompañados por creaciones en el
calzado, el trabajo en piel, parche, la marroquinería, la orfebrería y
la bisutería.
En la pasarela destacó el homenaje a la reconocida artesana Carmen Fiol,
con la presentación de 15 piezas de la guantanamera, quien ha vestido a
"altas personalidades" de Cuba y otras naciones.
Para la clausura se ha reservado, entre otras propuestas, un desfile de
Tríada, que reúne al grupo Guaysa, al premio nacional de Artes Plásticas
2009 Nelson Domínguez y al proyecto de joyería Pouvet.
¿Un evento de moda para todos?
La Semana de la Moda, con una modesta pasarela en el tercer piso del
Gran Teatro de La Habana, no puede competir con las grandes fashion
weeks de Nueva York, Londres, Milán o París, como es lógico.
Pero el evento tampoco ha conseguido tan siquiera atraer un público
numeroso. Mientras la presencia de Chanel en La Habana atrajo a cientos
de curiosos al Paseo del Prado, no parece que el público de la Semana de
la Moda vaya más allá de los involucrados en ese mundo en la Isla.
Uno de los factores que contribuyó a que así fuera fue la poca capacidad
de la sala, reducida más aún por el número de asientos reservados a
invitados. Aunque este tipo de evento no se caracteriza por el acceso
masivo a las pasarelas, si el objetivo de la Semana de la Moda en La
Habana era llegar a la mayor cantidad de público posible, los
organizadores debieron buscar alternativas fuera de las cuatro paredes
del Gran Teatro.
Tampoco fue acertada la elección de la sede de la ACAA, en la calle
Obispo, para vender las entradas, cuando en la misma taquilla del teatro
hubiesen estado al alcance de un público más diverso.
No obstante, no se puede menospreciar la importancia que tiene este
evento para los diseñadores cubanos y sus seguidores. Aunque como parte
de la Feria Internacional de Artesanía se realizaban desfiles para
mostrar la contribución cubana a "la cultura del vestir", el mayor
impacto llegó con la Primera Semana de la Moda, en 2015.
Los modos de la moda en Cuba
Por otro lado, el lema "Artesanía e Identidad" resulta apropiado para
regir la Segunda Semana de la Moda. Cubanía y tradición han sido dos
características de la moda nacional muy defendidas por los diseñadores.
De igual forma, la moda cubana sigue apelando a técnicas como el
ganchillo o crochet, el patchwork y el tejido macramé.
Sin embargo, ese carácter artesanal, sumado a los obstáculos que
enfrentan los diseñadores para realizar sus creaciones, encarecen el
producto final. La inexistencia de una industria textil y de un mercado
de materias primas para la producción mayorista limita a los creadores,
que tienen dificultades para adquirir desde un botón hasta determinadas
telas e hilos.
Las condiciones económicas del llamado "Periodo Especial", dieron al
traste con proyectos como Contex, Nueva Línea, Quitrín, el Taller
Experimental de la Rampa, entre otros, que intentaban potenciar una moda
cubana. En la actualidad, no se puede hablar de una industria de la moda
en Cuba que canalice el trabajo de los diseñadores.
Existen algunas tiendas abiertas por los diseñadores gracias a
iniciativas personales con el apoyo de la ACAA o el FCBC. No obstante,
sus prendas no compiten ni en cantidad, ni en precio, con las importadas.
Source: La Semana de la Moda cubana, entre cuatro paredes | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cultura/1476629307_26048.html
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