Cumbre de las Américas sí, OEA no
La Habana acudiría a la cita de Panamá para unirse al coro de ALBA, un
tinglado en el que no han de faltar las críticas a Estados Unidos y a
los tratados de libre comercio
miércoles, septiembre 24, 2014 | Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba.- A raíz de la reciente visita a Cuba de la
Vicepresidenta y Ministra de Relaciones Exteriores de la República de
Panamá, con el objetivo de invitar a Cuba a la VII Cumbre de las
Américas, a efectuarse el año próximo en la capital del istmo, aumentan
las especulaciones en torno a la posible participación cubana en esa cita.
No faltan analistas que insisten en el desafío diplomático que tal
acontecimiento podría representar para la administración de Barack
Obama. Sin embargo, es conveniente apuntar que la hipotética
participación cubana en la Cumbre tampoco sería una panacea para la
imagen del castrismo, pues pone al desnudo el doble rasero de los
gobernantes de la isla en su trato con las instituciones hemisféricas.
Sería bueno, por ejemplo, que esas voces que tanto reclaman la presencia
de Cuba en Panamá le preguntaran lo siguiente a Raúl Castro: ¿Por qué
Cuba desea tomar parte en la Cumbre de las Américas, y por el contrario
se niega a solicitar su ingreso en la Organización de Estados Americanos
(OEA)?
Hay que recordar que en una asamblea de la OEA celebrada en Honduras en
el año 2009, bajo el patrocinio del entonces presidente José Manuel
Zelaya, ese organismo continental acordó, por mayoría de votos, eliminar
las sanciones que pesaban sobre el gobierno cubano, y por tanto se
creaban las condiciones para que la isla retornara al concierto de
naciones americanas.
No obstante, las autoridades cubanas se encargaron muy pronto de acallar
el entusiasmo de sus partidarios. Declararon que no les interesaba el
reingreso en la OEA, y adujeron justificaciones al estilo de que "la OEA
siempre fue un ministerio de colonias yanquis", o que "la OEA aún no es
el sitio adecuado para discutir los problemas del continente"… Es
curioso que aquellos que siempre han echado mano a la dialéctica
marxista según su conveniencia, en el caso de la OEA se resistan a
aceptar que esa misma dialéctica haya podido transformar a esa institución.
Pero, claro, el castrismo no nos puede engañar con sus subterfugios.
Sabemos perfectamente que su rechazo a la OEA se debe a que no están
dispuestos a cumplir con la Carta Democrática Interamericana, un
documento que les exige a los países miembros el respeto al Estado de
Derecho, donde se garanticen las libertades individuales, y estén
presentes los pilares de la democracia representativa. Esos
incondicionales del castrismo, como Nicolás Maduro, Evo Morales, Rafael
Correa, y compañía, son miembros de la OEA porque, aun a regañadientes,
y al menos por ahora, conservan las instituciones del Estado de Derecho.
Entonces, sin la presión de tener que cumplir con obligación alguna, La
Habana acudiría a la cita de Panamá para unirse al coro de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de las Américas (ALBA). Un tinglado en el
que no han de faltar las críticas a Estados Unidos, a los tratados de
libre comercio, y a la que ellos denominan "la contraofensiva de la
derecha continental en pos de revitalizar el modelo neoliberal".
La propaganda oficialista cubana, en los manuales con los que trata de
conformar una Teoría Socialista de la Dirección, recalca que uno de sus
principios básicos establece que "derechos y deberes han de ir de la
mano". Es una lástima que los dirigentes cubanos no comprendan -o no
quieran comprender- que ese principio también le es aplicable a ellos
mismos en materia de política exterior.
Source: Cumbre de las Américas sí, OEA no | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/cumbre-de-las-americas-si-oea-no/
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